ιzzy pнelpѕ-нale
¿Quieres reaccionar a este mensaje? Regístrate en el foro con unos pocos clics o inicia sesión para continuar.

[ # ] Amy y Jacob

Ir abajo

[ # ] Amy y Jacob Empty [ # ] Amy y Jacob

Mensaje  ιzzy нale Dom Jul 08, 2012 3:44 am

Jacob Breeland

Jacob Matthew Breeland
17 años # Junior (Geek) # Natación & Club Glee
está con: Amy de Borbón ; en: pasillos, Instituto


La piscina solía convertirse en una especie de refugio para mí: era el lugar al que recurría cuando tenía inteciones claras de querer evadir al mundo exterior… era mi territorio, el lugar donde me podía sentir liberado de cualquier tipo de presión social. Solía ir allí siempre que tenía la oportunidad, siempre que se pasaba por mi mente la idea de querer evitar cualquier comentario estúpido relacionado a mi cabello o a mi boca, que solían ser los dos tipos de aspecto que la gente solía tomar en cuenta a la hora de querer hacer bromas respecto a mí. Aunque si tenía que ser sincero, creo que había llegado el momento en el que todo me importaba una reverenda mierda. Sí, vale… creo que debió de haberme pasado hace tiempo que los comentarios no me afectasen: seguramente debí de haber escuchado un poco más a mi hermana en vez de ignorarla cada vez que habla, pero bueno… así es como estaba.

Hablando de hermanos, este fin de semana había sido un tanto especial. Me refiero que con el hecho de que mis padres estuvieron en el Instituto, se empeñaron en que mi hermana y yo pasemos tiempo juntos, aunque mamá no insistió tanto en Tyler: solo lo había visto un par de veces en el tiempo que mi madre estuvo aquí, así que bueno, eso había sido lo positivo de todo esto. ¿Lo negativo? Que mi padre no dejaba de echarme en cara el hecho de que no perteneciera a ningún equipo de deporte “real” como el fútbol o el baloncesto, o algo de eso… que no fuese capitán de equipo, ni tampoco uno de los chicos más populares por el que cada chica muriese al pasar a su lado. Era tan frustrante cada vez que estaba con él, que tenía tener mucho autocontrol de mis palabras, porque perdía con facilidad la paciencia.

Lo cierto es que a mí no me importaba ser el más popular, ni estar rodeado de mujeres… porque desde hacía tiempo que solo estaba encaprichado con una sola chica. Una chica que ni siquiera sabía que existía. Sí… había tenido la mala suerte de caer en las redes de Amelia de Borbón, aquella chica de melena rubia, popular por naturaleza. ¿Quién en su vida no podría fijarse en ella? No obstante… ¿qué posibilidad tendría una persona como yo, estando ella rodeada por tantos chicos pertenecientes a la elite real? Por eso quizás ni siquiera me había esforzado por hablarle, porque sabía que seguramente acabaría peor que aquella vez que le manché la blusa a su prima, Marisol, quien al parecer terminó odiándome por ese simple hecho, por más que le había pedido mil veces disculpas.

Las horas pasaron, no obstante la lluvia continuó. Con el tiempo el clima fue empeorando, hasta llegar a caer truenos y relámpagos. El viento soplaba con fuerza, y daba la sensación de que todo a mi alrededor temblaba. Procuré quedarme lejos de las ventanas, en caso de que las mismas hicieran explosión.

De pronto, la oscuridad invadió por completo la sala en la que me encontraba. Empezó a escucharse muchos gritos debido a los más jóvenes que estaban asustados, y aunque a mí no me agradaba demasiado la idea de la oscuridad, procuré mantenerme tranquilo. Iluminé lo que pude con mi móvil, observando de un lado hacia otro. Fue entonces cuando me percaté de que había una chica en el suelo, y la reconocí. Me mordí el labio inferior, no muy seguro de lo que estaba por hacer, y me acerqué a ella. - ¿Puedo ayudarte? – le pregunté no muy seguro, esperando que no me mandase a la mierda por metiche. Le estiré mi mano para que se levantara del suelo, y esperaba que no estuviese lastimada. - ¿Te has hecho daño? – cuestioné una vez más, pero esta vez con un tono de preocupación. ¿Sonaría como un chiflado el hecho de que a mi me preocupase tanto una persona que ni siquiera conozco? Bueno, en realidad ella no me conoce a mí, yo ya sé lo suficiente sobre ella; pensé.


Última edición por ιzzy нale el Dom Jul 08, 2012 11:02 pm, editado 1 vez
ιzzy нale
ιzzy нale
Admin

Mensajes : 2722
Fecha de inscripción : 23/10/2009
Edad : 33
Localización : ѕleepy нollow,,*

https://izzy.forosactivos.net

Volver arriba Ir abajo

[ # ] Amy y Jacob Empty Re: [ # ] Amy y Jacob

Mensaje  ιzzy нale Dom Jul 08, 2012 10:55 pm


Amy de Borbón
as: SAR, la Infanta: Amelia Sofía de Todos los Santos de Borbón Donovan
● 16 años # Sophomore # The Pinky Ladies # Arte » Natación
[ Está con Jacob Breeland ;; En los pasillos del Instituto ]

De no haber tenido que soportar la presencia de mi hermana mayor, habría tenido un fin de semana perfecto en compañía de mis padres, la tía Sofía y Marisol. El por qué no es nada difícil de comprender... el problema aquí es que por desgracia mi hermana nunca escucha lo que le digo y el repetirle una y otra vez hasta el cansancio que no la necesito es como decirle: no, ¿sabes qué? creo que cambié de opinión. En realidad, si te necesito y no me molesta que estés encima de mí todo el maldito tiempo. Enserio... ¿acaso es tan complicado entender que ya no tengo tres años y que no necesito que esté encima de mí diciéndome que es lo que debo y no debo hacer todo el tiempo? Si Izzie piensa que con esa actitud va a poder controlarme y manejarme a su antojo, está muy equivocada, por que sabe bien que el actuar como la hermana lunática que es no le va a funcionar, al menos conmigo no. Aislando la molesta presencia de mí hermana, no tenía nada más que renegar. Amaba pasar tiempo con mis padres y, aunque su vista fue breve, mi padre no dejó pasar la oportunidad de consentirnos, como siempre. Bastaba sonrisa encantadora y una mirada angelical para que papá nos complaciera hasta en el último detalle, por lo que esta ocasión no fue la excepción… algo a lo que realmente no me podía quejar.

Hubiera querido que mis padres se quedaran por más tiempo, pero comprendía que tenían asuntos que resolver en España. Si hay algo que odiaba eran las despedidas, tener que decir adiós no era justamente lo mío. ¿La razón? es que no podía darme el lujo de ser vulnerable, incluso frente a mis padres. Siendo quien soy debía mostrar decoro y propiedad a cada situación, aún en un círculo tan íntimo y privado como la familia. Es por esa razón que me enorgullecía decir que no era una persona que se dejaba llevar fácilmente por sus emociones y sus sentimientos. La emoción y el sentimiento van siempre de la mano, pero en mi caso había aprendido a ocultarlos y a disfrazarlos a mi propia conveniencia. Por fortuna, la despedida no se prolongo más de la cuenta o mis padres perderían el avión.

La partida de mis padres me había dejado con un sentimiento de nostalgia en todo el día, aunque estaba segura que este sentimiento dentro de mí se alimentaba con la oscuridad y la tristeza del día. Nunca me han gustado los días lluviosos… probablemente esto sonará como un pensamiento infantil, pero... desde que era niña siempre he creído que la lluvia son las lágrimas de alguien que está arriba en el cielo y que llora de tristeza. Esbocé una pequeña mueca en el rostro, al tiempo que ladeaba suavemente la cabeza para apoyarla contra la ventana y me dedicaba a observar como los truenos y los relámpagos iluminaban el cielo. De la misma manera que siempre he tenido esa idea con respecto a la lluvia, desde pequeña he tenido la costumbre de sentarme en el alfeizar de las ventanas y disfrutar de cada paisaje en donde sea que me encuentre. De hecho en casa tenía un pequeño salón, el cual era para mi uso personal… la verdad es que muy pocos sabían lo mucho que me encantaba dibujar… y en ese pequeño salón había un pequeño balcón con vista a los extensos y hermosos jardines en donde solía sentarme todas las tardes a pintar. La pintura es el único medio en el que podía sentir la plena libertad de expresarme, ser yo misma… De mis labios dejé escapar un débil suspiro, observando cuidadosamente el cuaderno de dibujos que descansaba sobre mi regazo. Hubo un momento en el que las ventanas empezaron a vibrar a causa de los fuertes vientos, por lo que no me quedó más remedio que apartarme de la ventana. Sin embargo, de un momento a otro la oscuridad se hizo presente, lo que sin querer me hizo soltar mi cuaderno de dibujos y ponerme en cuclillas para llevarme las manos a los oídos y cubrírmelos, el viento silbaba mientras que los rayos y de los truenos con más intensidad que nunca. “Mi cuaderno de dibujos…” pensé asustada y con el corazón latiéndome fuertemente al darme cuenta que no lo tenía conmigo y que en un descuido lo había soltado, por lo que a oscuras me puse a tantear el suelo con las manos en un acto de desesperación por encontrar mi cuaderno. De pronto una voz desconocida, hizo que momentáneamente suspendiera la labor de hallar mi cuaderno y alzara inconscientemente la mirada hacia esa persona. Traté de reconocerlo, pero a oscuras era imposible. – No, gracias estoy bien – respondí más que nada por educación y rechazando con un gesto de la mía aceptar su mano. No tenía ni la más mínima de quien se trataba, por lo que decidí no prestarle demasiada atención para así seguir buscando mi cuaderno. – ¡Te he dicho que estoy bien! – El tono en que se lo dije pudo haber sonado un poco más violento del que hubiera querido, pero estaba empezando a angustiarme por no encontrar mi cuaderno y lo peor era que su preocupación me estaba crispando los nervios. Aunque de no haber sido por la luz de su celular no me habría dado cuenta que… – ¡NO! ¿ACASO HAS PERDIDO LA RAZÓN? ¡¿QUÉ TE SUCEDE?! – repuse furiosamente y con la voz al borde al darme cuenta de que estaba pisando mi cuaderno de dibujos con su pie. – ¡Lo vas arruinar! – alegué desesperadamente, propinándole unos golpecillos en el tobillo con la mano para que se apartara y dejara de pisotear mi cuaderno.
ιzzy нale
ιzzy нale
Admin

Mensajes : 2722
Fecha de inscripción : 23/10/2009
Edad : 33
Localización : ѕleepy нollow,,*

https://izzy.forosactivos.net

Volver arriba Ir abajo

[ # ] Amy y Jacob Empty Re: [ # ] Amy y Jacob

Mensaje  ιzzy нale Jue Jul 12, 2012 3:03 am

Jacob Breeland

Jacob Matthew Breeland
17 años # Junior (Geek) # Natación & Club Glee
está con: Amy de Borbón ; en: pasillos, Instituto


La piscina solía convertirse en una especie de refugio para mí: era el lugar al que recurría cuando tenía inteciones claras de querer evadir al mundo exterior… era mi territorio, el lugar donde me podía sentir liberado de cualquier tipo de presión social. Solía ir allí siempre que tenía la oportunidad, siempre que se pasaba por mi mente la idea de querer evitar cualquier comentario estúpido relacionado a mi cabello o a mi boca, que solían ser los dos tipos de aspecto que la gente solía tomar en cuenta a la hora de querer hacer bromas respecto a mí. Aunque si tenía que ser sincero, creo que había llegado el momento en el que todo me importaba una reverenda mierda. Sí, vale… creo que debió de haberme pasado hace tiempo que los comentarios no me afectasen: seguramente debí de haber escuchado un poco más a mi hermana en vez de ignorarla cada vez que habla, pero bueno… así es como estaba.

Hablando de hermanos, este fin de semana había sido un tanto especial. Me refiero que con el hecho de que mis padres estuvieron en el Instituto, se empeñaron en que mi hermana y yo pasemos tiempo juntos, aunque mamá no insistió tanto en Tyler: solo lo había visto un par de veces en el tiempo que mi madre estuvo aquí, así que bueno, eso había sido lo positivo de todo esto. ¿Lo negativo? Que mi padre no dejaba de echarme en cara el hecho de que no perteneciera a ningún equipo de deporte “real” como el fútbol o el baloncesto, o algo de eso… que no fuese capitán de equipo, ni tampoco uno de los chicos más populares por el que cada chica muriese al pasar a su lado. Era tan frustrante cada vez que estaba con él, que tenía tener mucho autocontrol de mis palabras, porque perdía con facilidad la paciencia.

Lo cierto es que a mí no me importaba ser el más popular, ni estar rodeado de mujeres… porque desde hacía tiempo que solo estaba encaprichado con una sola chica. Una chica que ni siquiera sabía que existía. Sí… había tenido la mala suerte de caer en las redes de Amelia de Borbón, aquella chica de melena rubia, popular por naturaleza. ¿Quién en su vida no podría fijarse en ella? No obstante… ¿qué posibilidad tendría una persona como yo, estando ella rodeada por tantos chicos pertenecientes a la elite real? Por eso quizás ni siquiera me había esforzado por hablarle, porque sabía que seguramente acabaría peor que aquella vez que le manché la blusa a su prima, Marisol, quien al parecer terminó odiándome por ese simple hecho, por más que le había pedido mil veces disculpas.

Las horas pasaron, no obstante la lluvia continuó. Con el tiempo el clima fue empeorando, hasta llegar a caer truenos y relámpagos. El viento soplaba con fuerza, y daba la sensación de que todo a mi alrededor temblaba. Procuré quedarme lejos de las ventanas, en caso de que las mismas hicieran explosión.

De pronto, la oscuridad invadió por completo la sala en la que me encontraba. Empezó a escucharse muchos gritos debido a los más jóvenes que estaban asustados, y aunque a mí no me agradaba demasiado la idea de la oscuridad, procuré mantenerme tranquilo. Iluminé lo que pude con mi móvil, observando de un lado hacia otro. Fue entonces cuando me percaté de que había una chica en el suelo, y la reconocí. Me mordí el labio inferior, no muy seguro de lo que estaba por hacer, y me acerqué a ella. - ¿Puedo ayudarte? – le pregunté no muy seguro, esperando que no me mandase a la mierda por metiche. Le estiré mi mano para que se levantara del suelo, y esperaba que no estuviese lastimada. - ¿Te has hecho daño? – cuestioné una vez más, pero esta vez con un tono de preocupación. ¿Sonaría como un chiflado el hecho de que a mi me preocupase tanto una persona que ni siquiera conozco? Bueno, en realidad ella no me conoce a mí, yo ya sé lo suficiente sobre ella; pensé. – ¡Te he dicho que estoy bien! – Dijo en tono brusco, y di un paso hacia atrás, sintiendo que mi pie caía encima de algo. Fruncí suavemente mi ceño, sin poder entender. Amy parecía estar buscando algo, quizás su móvil, o algo que se le hubiese perdido al cortarse la luz. – ¡NO! ¿ACASO HAS PERDIDO LA RAZÓN? ¡¿QUÉ TE SUCEDE?! – dijo de forma furiosa. Me quedé de piedra, mirándola con los ojos bien abiertos ¿Qué mierda estaba pasando? Definitivamente, creo que no estaba teniendo suerte. "Maldita sea" me dije a mí mismo, moviendo un poco más mi pie. No quería tener que ir hasta donde Tyler para pedirle consejos sobre cómo tratar a las mujeres, porque para ser sinceros, lo que sabía de él dejaba mucho que desear... ¿Y con quién narices iba yo a hablar al respecto? ¿con Noah? Él tenía tanta suerte como yo. - Lo siento, yo solo quería ayudarte... - dije con sinceridad, mientras miraba hacia mis costados, intentando buscar auxilio. Había unos pocos curiosos que se habían detenido al ver el pequeño escándalo que se había hecho al momento que ella gritó, y un chico de esos musculosos, soltó una carcajada. Me sonrojé casi sin poder evitarlo, y solté un profundo suspiro, luego, volví a prestar mi atención en ella que parecía seguir histérica. – ¡Lo vas arruinar! – exclamó ella dándome golpecitos en el tobillo que me hizo levantar el pie.

Y entonces, fue que me di cuenta: estaba pisando un cuaderno, y no simplemente un cuaderno, sino el cuaderno... el cuaderno en el que Amy llevaba siempre sus dibujos, en el que más de una vez la había visto andar de aquí para allí. - Lo siento, lo siento... no era mi intención... - me excusé con sinceridad. Asombroso, al parecer tenía talento natural para cagar cosas de las chicas de la realeza española: primero con Marisol, ahora con ella... No podía tener mejor suerte... quizás incluso y ahora hasta fuese a odiarme como su prima... Me mordí el labio inferior. - si me hubieses dicho que se te había perdido, te hubiese ayudado a encontrarlo con la linterna del movil o algo... nunca pensé que... demonios, lo siento... - me disculpé llevando la mano a mi cabello y desordenándolo con exasperación. - Rayos, al parecer tengo talento natural para cagar las cosas... - murmuré más para mí mismo que para ella. - ¿Quieres que desparezca? - le pregunté con consternación sin saber qué hacer para mejorar lo que había claramente cagado hasta el fondo. - soy bueno para desaparecer en momentos así, creéme... lo siento, realmente - dije desde lo más profundo, al tiempo que me agachaba con cuidado y con mi mano cogía su cuaderno para tendérselo con delicadeza, esbocé una sonrisa apenada, y suspiré con profundidad mirándola fijamente.
ιzzy нale
ιzzy нale
Admin

Mensajes : 2722
Fecha de inscripción : 23/10/2009
Edad : 33
Localización : ѕleepy нollow,,*

https://izzy.forosactivos.net

Volver arriba Ir abajo

[ # ] Amy y Jacob Empty Re: [ # ] Amy y Jacob

Mensaje  ιzzy нale Vie Jul 20, 2012 10:59 pm


Amy de Borbón
as: SAR, la Infanta: Amelia Sofía de Todos los Santos de Borbón Donovan
● 16 años # Sophomore # The Pinky Ladies # Arte » Natación
[ Está con Jacob Breeland ;; En los pasillos del Instituto ]

Si, claro… me dije mentalmente con cierta ironía, cuando lo escuché decir que lo sentía y que solo quería ayudarme. ¿Acaso tenía idea de con quien está tratando? ¿Le pasó remotamente por su brillante cabeza que está lidiando con la hija del rey de España? ¿Qué cualquier ofensa podría costarle la expulsión? No, parece ser que no… ¿Ahora entienden por qué detesto este lugar? El rodearme de personas que, evidentemente no pertenecen a nuestro círculo social era una misión imposible. Son chicos que no tienen ni la más mínima educación y que se comportan como un montón de brutos barbajanes… Dios, de verdad, no sé por que mis padres tuvieron que enviarme a este lugar. ¿Acaso esto era un castigo? ¿Una lección? Suspiré profundamente, dedicándole una mirada de entera desconfianza mezclada con odio al chico que se encontraba delante de mí. La sinceridad de sus palabras parecía ser verdadera, aunque eso no quiere decir que se ha ganado mi perdón, si no al contrario, sea quien sea ese chico lo único que ganaría sería mi eterno rencor. Cerré los ojos fuertemente, cuando un trueno iluminó la estancia, provocando que me encogiera del susto y abrazara mis piernas. Mi corazón latía fuertemente y el nudo tenía en la garganta era lo único que evitaba que me echara a llorar en ese momento por no tener mi cuaderno conmigo y todo por culpa de ese chico y sus descuidos. Tenía miedo de acercarme, tomarlo y ver que tan arruinado estaba por haberlo pisoteado. Oculté mi rostro, tratando de contener las lágrimas. No quería estar más en este lugar… quería volver a Madrid, a mí vida... ¿por qué precisamente tenía que pesarme esto a mí? ¡¿A mí?! Sollocé débilmente, cuando se atrevió a decirme que si le hubiera dicho que había perdido mi cuaderno, me habría ayudado a encontrarlo. A lo que simplemente negué como si estuviera alejando a un insecto molesto, por que ya nada tenía remedio. – Ya no importa… lo arruinaste… y, tus disculpas son lo que menos me interesan en este momento… – repuse, con un hilo de voz. La cabeza me daba vueltas y empezaba a sentirme mareada, por el peso de muchas cosas. ¿Qué ganaba con decirme que tenía un talento natural para cagar las cosas? ¿De verdad cree que con eso lograría ablandarme? ¿Qué lo perdonaré y le diré que no hay problema? Ignoré su pregunta acerca de si quería que desapareciera, la única que deseaba desaparecer era yo… y, lo peor de todo es que ese chico no tenía ni la más mínima idea de lo que ese cuaderno significaba para mí. Ese cuaderno era como mi amigo, mi paño de lágrimas, el único medio en el que podía expresarme y refugiarme y sentirme segura y perderlo sería como perder a un amigo, una parte de mí. Alcé la mirada para dedicarle una breve mirada cuando lo sentí acercarse y tenderme con delicadeza mi cuaderno. Temblorosamente lo tomé y lo observé por largo rato mientras pasaba una mano por la pasta para limpiarle la mancha y la tierra que tenía por la pisada. Se había maltratado un poco, por lo que tendría que ideármelas para arreglarlo y dejarlo en las mismas condiciones que antes. Dejando de lado la pasta, por lo demás parecía ileso. Lo abracé contra mi pecho, para después volver la mirada hacia el chico. – Está bien… – dije al cabo de unos minutos, como diciéndole: acepto tu disculpa. Aunque no de manera directa, por lo que esperaba que él lo entendiera. – Me llevará un poco de tiempo, pero no es nada que no se pueda arreglar… – o eso espero, me dije internamente aferrándome a la esperanza de poder arreglarlo por mi propia cuenta. Suspiré largamente, para después entornar un poco los ojos y dedicarle una mirada de soslayo. Casualmente, había algo en él que me era conocido… – ¿Siempre eres así de nervioso? ¿De atolondrado? – pregunté con ligero desconcierto, asegurando de medirme con mis palabras para que no me malinterpretara.
ιzzy нale
ιzzy нale
Admin

Mensajes : 2722
Fecha de inscripción : 23/10/2009
Edad : 33
Localización : ѕleepy нollow,,*

https://izzy.forosactivos.net

Volver arriba Ir abajo

[ # ] Amy y Jacob Empty Re: [ # ] Amy y Jacob

Mensaje  ιzzy нale Miér Ago 08, 2012 4:09 pm

Jacob Breeland

Jacob Matthew Breeland
17 años # Junior (Geek) # Natación & Club Glee
está con: Amy de Borbón ; en: pasillos, Instituto


Estaba más que claro que mi suerte no era la mejor de todas. La primera vez que podía hablar cara a cara con Amelia de Borbón terminaba haciendo lo peor que puede haberle hecho alguien: arruinar su cuaderno de arte que ella tanto ama. Posiblemente en estos momentos era la persona más indeseable que podría volver a cruzarse por su camino, pero sinceramente no podía dejar las cosas así. Sí, era verdad: la había evitado durante toda una semana, intentando no crusarme con ella ni siquiera en los entrenamientos de natación… pero ya había tenido suficiente de ello, y hoy me tocaba volver a hablarle.

Era por eso que al tocar el timbre que indicaba el fin de la clase, salí básicamente disparado hacia el pasillo, y corrí hacia el aula de dónde ella debía estar saliendo en estos momentos para dirigirse hacia el comedor. Una vez que llegué a aquel pasillo, me quedé un poco consternado. ¿Qué le decía para no quedar como un imbécil? Estaba más que claro que una disculpa no iba a ser suficiente para ella, pues ya me había quedado bien en claro aquello. “Ni siquiera convirtiéndote en su bufón personal ella podría llegar a perdonarte”. Lo único que se me había ocurrido entonces era gastar la gran parte de la mesada que me habían dado este mes mis padres, y comprarle un cuaderno de excelentes hojas en calidad junto a un estuche de lápices profesionales. No pretendía comprarla con aquello, ni que me perdonase… pero al menos iba a hacerme sentir mejor por lo que había hecho.

Fue entonces que la vi y una sonrisa cálida se dibujó en mis labios. Me armé de valor y me acerqué a ella con pasos decididos. – Señorita de Borbón – la saludé respetuosamente. No me atrevía a llamarla por su nombre, ya me había dejado bien en claro nuestra diferencia de clases sociales, siendo ella de la misma realeza española. Coloqué mi mochila delante de mí, y con una mano saqué con cuidado dos pequeños paquetes que estaban perfectamente envueltos. – esto es para ti… sé que nunca me perdonarás por haber arruinado tu cuaderno; pero también sé lo mucho que te gusta dibujar, así que me tomé el atrevimiento de comprarte esto… - susurré mientras respiraba con profundidad, tendiéndole los objetos con ambas manos una vez que mi mochila volvió a caer sobre mis hombros. – espero que con esto puedas seguir dibujando tan bien como seguramente debes hacerlo… - respiré con profundidad, esperando que aceptara los paquetes y que no me lo revolease por la cabeza, como más de una vez me había imaginado desde que los compré.
ιzzy нale
ιzzy нale
Admin

Mensajes : 2722
Fecha de inscripción : 23/10/2009
Edad : 33
Localización : ѕleepy нollow,,*

https://izzy.forosactivos.net

Volver arriba Ir abajo

[ # ] Amy y Jacob Empty Re: [ # ] Amy y Jacob

Mensaje  ιzzy нale Jue Ago 09, 2012 3:25 am


Amy de Borbón
as: SAR, la Infanta: Amelia Sofía de Todos los Santos de Borbón Donovan
● 16 años # Sophomore # The Pinky Ladies # Arte » Natación
[ Está con Jacob Breeland ;; En los pasillos ]

Si hay algo que espero de esta vida… es no tener que volver a ver a ese chico, cuyo nombre evitaba a toda costa tener que mencionar, a menos que fuera precisamente necesario. El que haya aceptado sus disculpas no quiere decir que lo haya perdonado, si no por el contrario, el recelo que sentía hacia aquel chico había aumentado de tal manera que me había estado planteando la posibilidad de ir a quejarme con el director de lo que hizo; un castigo era lo menos que se merecía por haber tenido la desfachatez de ofenderme de una manera que nunca hubiera esperado de alguien de su clase. Estaba claro que Jacob Breeland pagaría de una u otra forma lo que le hizo a mí cuaderno de dibujos, pero si hay algo que he aprendido es que antes de actuar debía pensar fríamente en un modo sutil de… vengarme, sin salir perjudicada en el futuro. A fin de cuentas, siempre termino saliéndome con la mía y, si me lo propongo… estoy segura de que conseguiría el apoyo del director al presentar una queja que fundamente correctamente la ofensa en contra mía, solo que de un modo… alterado, pero creíble que me hiciera quedar como la víctima y a él como el villano de la historia.

Estaba claro que Jacob era un chico extremadamente torpe que no tenía ni la más remota idea de con quien estaba lidiando… después de todo, no era la primera que hacía gala de sus “aptitudes” para pasar vergüenzas. Basta recordar la vez en que derramó su malteada encima del suéter de Cashmere de Marisol, el cual como era de esperarse quedó arruinado. Ahora comprendo por qué su rostro me resultaba tan vagamente conocido… el incidente con Marisol me hizo recordarlo, aunque en ese entonces no le presté la suficiente atención, estaba tan ocupada tratando de ayudar a mi prima que la presencia de Jacob me era irrelevante. Pero después me percaté de que estábamos en clase de natación y, lamentablemente no podía hacer nada para evitarlo. Por suerte, no había tenido que toparme con él en estos últimos días, dándome a pensar que no tenía el valor suficiente como para dar la cara y afrontarme. “El que nada debe, nada teme”, pero aún así debo agradecer que me haya ahorrado la molestia de tener que verlo durante las clases de natación. Cualquier pensaría que estaba siendo muy dura, incluso con él, pero lo que más me molestaba era su falta de sensibilidad hacia algo que era muy importante para mí y que me ha acompañado durante toda mi vida: mi cuaderno de dibujos. El valor sentimental era lo que más me importaba, dado a que mi cuaderno era… como mi fuente de desahogo, mi paño de lágrimas, mi único medio de escape cuando siento que estoy a punto de caer de un precipicio. Dibujar era una de las cosas que más amaba hacer en esta vida y el que mi cuaderno quedara arruinado por culpa suya me llenaba de tanta ira y tristeza que no podía evitar pensar en un modo de vengarme.

A penas sonó el timbre dando fin a la clase de matemáticas, guardé mis cosas y esperé a que todos salieran para quedarme hasta lo último y finalmente salir. No había hablado con nadie acerca de mis planes para hacer quedar en mal a Jacob frente al director, ni siquiera con Marisol por inseguridad. Buscar el apoyo de mis hermanos sería como delatarme por que ya me podía imaginar la cátedra de Isaura acerca de que mis acciones no eran las más correctas y mucho menos las más justas. Mi hermana… como siempre “la chica perfecta”, “la que no rompe ni un solo plato” y que es incondicional en todo momento. Suspiré profundamente, debatiendo interiormente mientras me dirigía hacia el despacho del director. Tenía muy en claro lo que diría y tenía la plena seguridad de que mi plan marcharía a la perfección, mientras me mostrara segura y convincente. Caminaba sumida en mis pensamientos, cuando de pronto una voz que no dudé en reconocer me hizo levantar suavemente la cabeza para mirarlo fijamente por una fracción de segundos, sin corresponder a su saludo. “¿Señorita de Borbón?” “Vaya, al menos alguien ha mejorado en sus burdos modales” dictaminé, severamente dentro de mis pensamientos; Apartándome cuidadosamente un mechón de cabello de la cara y, observando con impavidez cada uno de sus movimientos. Al darme cuenta que sacaba dos paquetes de su mochila, no pude evitar fruncir el ceño ligeramente con desconfianza al no saber certeramente que era lo que planeaba, sin embargo sus palabras acallaron todo pensamiento dentro de mí. Miraba alternativamente los paquetes que sostenía en sus brazos y su rostro a la espera de que me revelara cual era su verdadera intención con todo esto. El que se tomara tal atribución, no era necesario y… aunque por un momento mi… “deseo” de venganza quedó remotamente en el olvido, lo que estaba haciendo no era correcto. Por lo que desvié mi rostro, para evitar tener que mirarlo a los ojos… el sentimiento que nació en mi interior, me hizo sentir culpable por lo que estaba a punto de hacer hace unos momentos. – Yo… no sé que decirte… – fue lo único que atiné a decirle, una vez que fue mi turno de hablar. Pero es que el cargo de conciencia me estaba arañando de tal manera que… no me atrevía ni siquiera a mirarlo a la cara. – Escucha… no sé si tus intenciones son sinceras o no… y, no quiero ponerme a pensar en ello en este preciso momento – dije esperando que lo entendiera para que dejara finalmente de lado las disculpas. – Lo lamento, pero… no puedo aceptar tus obsequios… discúlpame, pero no es correcto – repuse, indulgentemente tratando de que desapareciera el nudo que sentía en la garganta. No podía creer que hubiera sido capaz de llegar a ese punto con tal de ganarse mi perdón. Enserio que no lo entiendo…
ιzzy нale
ιzzy нale
Admin

Mensajes : 2722
Fecha de inscripción : 23/10/2009
Edad : 33
Localización : ѕleepy нollow,,*

https://izzy.forosactivos.net

Volver arriba Ir abajo

[ # ] Amy y Jacob Empty Re: [ # ] Amy y Jacob

Mensaje  ιzzy нale Sáb Ago 11, 2012 5:21 am

Jacob Breeland

Jacob Matthew Breeland
17 años # Junior (Geek) # Natación & Club Glee
está con: Amy de Borbón ; en: pasillos, Instituto


La culpa que sentía por haber arruinado el cuaderno de la persona que llevaba interesado desde hacía casi dos años, era algo que no había forma de explicar. No podía tener mejor suerte, si es que a ello se le podía llamar de esa forma, y no podía sacarme de la cabeza la idea de cómo remediar lo que había hecho aquel día. No tenía ni la más mínima idea de a quién había salido así, pero sinceramente comenzaba a frustrarme, sobretodo cuando este tipo de situaciones eran las que sucedían por mi torpeza. Realmente esperaba que aceptara lo que le había obsequiado, por varias razones: la primera era porque fue lo primero que se me ocurrió para intentar arreglar la situación; la segunda, porque de esta forma al menos no me sentiría con tanto remordimiento; y la tercera, porque bueno, realmente me había salido bastante dinero ya que eran útiles de primera calidad, de esas que usaban los artistas y tal... sí, bueno, me había esforzado en averiguar, y me había pasado todo el sábado caminando entre diferentes sitios del pueblo hasta conseguir lo que estaba buscando. En fin.

Me sentía como un completo estúpido estando delante de ella. ¿Le habrían dicho alguna vez que tenía los ojos más preciosos que alguien pudiese llegar a tener? Seguramente era algo que cualquiera de sus ex novios pudo haberle dicho en más de una ocasión, y tampoco debía ser como un gran descubrimiento: ni que hubiese descubierto América. Hice un gesto con la cabeza, y solté un profundo suspiro.

Dibujé una suave sonrisa en mi rostro, manteniendome en mi misma posición. - No me mal entiendas, por favor - le pedí mientras hacía un gesto con la cabeza, mientras respiraba con tranquilidad. Por alguna razón ya no me sentía tan... ¿nervioso? Después de todo ¿qué tan mal podía llegar a irme? - Sé que lo que he hecho no tiene perdón, ni siquiera con todas las excusas que puedan llegar a pasarse por mi cabeza en estos momentos. Lo cierto es que tienes razón: soy un torpe, y posiblemente ahora mismo ni siquiera tendría que estar en este lugar... - dije con cierto tono más bien divertido. Era extraño que usara este tono de voz, pero digamos que los nervios comenzaban a traicionarme. - Odio insistir, pero me temo que... voy a tener que hacerlo; después de todo, es lo único que he podido hacer para intentar al menos remediar lo que he hecho... -le expliqué frunciendo suavemente mi ceño, mientras respiraba con profundidad antes de seguir hablando. Creo que estaba tomándome demasiado tiempo, y me parece que aquello no iba a ser realmente algo muy... bueno. - He estado investigando un poco, y me atrevo a decir que si no metí la pata, es un set artístico profesional, de los que usan para las galerías de arte y tal... aunque bueno, yo no entiendo mucho de eso. - agregué mientras le dedicaba una sonrisa levemente de costado. - ¿Por favor? - le pedí mientras volvía a tender mis brazos, acercándole nuevamente los obsequios. Por suerte mi madre me había enseñado a ser educado, porque sino... Dios mío.
ιzzy нale
ιzzy нale
Admin

Mensajes : 2722
Fecha de inscripción : 23/10/2009
Edad : 33
Localización : ѕleepy нollow,,*

https://izzy.forosactivos.net

Volver arriba Ir abajo

[ # ] Amy y Jacob Empty Re: [ # ] Amy y Jacob

Mensaje  ιzzy нale Sáb Ago 11, 2012 6:49 am


Amy de Borbón
as: SAR, la Infanta: Amelia Sofía de Todos los Santos de Borbón Donovan
● 16 años # Sophomore # The Pinky Ladies # Arte » Natación
[ Está con Jacob Breeland ;; En los pasillos ]

¿Por qué tenía que comprometerme de esa forma? ¿Por qué le es tan difícil entender que no puedo aceptar sus obsequios? Me mordí el labio inferior con evidente nerviosismo al verme envuelta en esta situación tan comprometedora. Si supiera lo que estaba a punto de hacer antes de toparme con él… comprendería los motivos, por los cuales, mi enrevesado sentido moral me impide aceptar sus obsequios, aún cuando sus intenciones fueran nobles o no… el remordimiento que sentía era más fuerte que cualquier otra cosa. – Mira, Jacob… entiendo perfectamente que estés arrepentido y que te sientas mal por lo que sucedió aquella noche, pero ahora te pido que te pongas por un momento en mí lugar – dije en un intento por sonar comprensiva y serena, pero el nudo en mi garganta me impedía expresarme con claridad. Fruncí los labios, negando suavemente… – No es que te mal entienda, es solo que… pienso que no es correcto que te hayas tomado esas atribuciones ¿me explico? – dije incómodamente. El que lo hubiera tratado esa noche con la punta del pie, me hacía sentir… hasta cierto punto mal conmigo misma y, con mayor razón el sentimiento se incrementaba al ver que se había tomado tal atrevimiento. Lo miré brevemente, cuando dijo que odiaba insistir, pero tenía que hacerlo, puesto que era lo único que podía hacer para intentar remediar lo que hizo. ¿Cómo es posible que fuese tan… noble? De verdad, si supiera que estaba a punto de mentirle al director para hacerlo quedar en mal y fuera acreedor a un castigo… le daría un fuerte motivo para odiarme. Inhalé y exhalé profundamente, sintiendo que la boca se me secaba… ¿Por qué tenía que hacerme esto ahora? Si es cuestión de dinero, juro que le pagaré hasta el último centavo de lo que haya gastado… por que no me parece justo que haya malgastado su dinero en detalles que no me merecía. Agaché la mirada al tiempo que me cruzaba de brazos y llevaba una mano hacia mi rostro… en un claro gesto de inconformidad, cuando entonces me dijo que había estado investigando y que se trataba de un set artístico, idéntico al que utilizan en las galerías de arte. Su breve explicación me hizo mirarlo directamente a los ojos y, debo confesar que el que me revelara lo que era no me hizo sentir mejor; teniendo en cuenta que sé lo costosos que son esos sets, no quería imaginarme los sacrificios que habrá echo para comprarlo. Sin embargo, he de admitir que me sorprendió que supiera lo mucho que fascina dibujar. No muchas personas sabían eso… por lo que me extrañaba que estuviera al tanto de una cualidad tan íntima. Las únicas personas que sabían de mi debilidad por el arte y la pintura eran mis padres, mis hermanos, mi tía Sofía y Marisol… pero de ahí en fuera, nadie, ni siquiera los chicos con los que he salido han sido lo suficientemente importantes como para revelarles esa faceta de mí. – Jacob, en verdad te agradezco este gesto tan… lindo – me atreví a decir, mirándole de manera sincera, sintiendo como mis labios se curvaban suavemente dando paso a una débil sonrisa. – Descuida, no es necesario que entiendas… a fin de cuentas, el arte no es algo que se debe entender, si no que se debe apreciar y valorar… – reconocí, en un tono amable y tranquilo, antes de suspirar profundamente cuando me volvió a tender cordialmente los obsequios a la espera de que los aceptara. Tras debatirme internamente con mi propio remordimiento, no me quedó más remedio que aceptar sus obsequios, dedicándole una mirada a modo de agradecimiento. – Gracias, Jacob… – musité, débilmente con gentileza, tratando de sonar lo suficientemente audible como para que me escuchara. – Antes de que digas algo más… necesito confesarte el por qué me es imposible aceptar este gesto de tu parte – dije mirándole con una clara nota de culpa que no me dejaría tranquila hasta que se lo dijera. – Si, después de escuchar lo que te voy a decir, me arrebatas los obsequios, no me molestaré… solo te pido que aceptes lo que voy a hacer, sin peros ni réplicas… ¿me das tu palabra? – Esta vez fue mi turno de pedirle… y aunque esta era la primera vez que me veía una situación así, no descansaría hasta hacer lo correcto.
ιzzy нale
ιzzy нale
Admin

Mensajes : 2722
Fecha de inscripción : 23/10/2009
Edad : 33
Localización : ѕleepy нollow,,*

https://izzy.forosactivos.net

Volver arriba Ir abajo

[ # ] Amy y Jacob Empty Re: [ # ] Amy y Jacob

Mensaje  ιzzy нale Sáb Ago 11, 2012 10:47 pm

Jacob Breeland

Jacob Matthew Breeland
17 años # Junior (Geek) # Natación & Club Glee
está con: Amy de Borbón ; en: pasillos, Instituto


Por supuesto, que lo que yo le había comprado en esta ocasión ella podía obtenerlo con toda la facilidad del mundo, considerando que su padre era el mismísimo Rey de España y que prácticamente podía llegar a usar el dinero hasta para secarse las manos, siendo un poco delicado y todo. Pero ¿quedarme con los brazos cruzados? En realidad era algo que no podía hacer, por el simple hecho de que mi conciencia y yo no íbamos a estar contentos a menos que repusiera lo que había dañado. Tampoco es que estaba muy seguro si el arte era su pasión, pero la forma en la que se había puesto aquella noche, pude darme una pequeña idea de hacia dónde iba metida la cosa. - Te comprendo, realmente. Pero... ¿y si tú te pones en mi lugar? - sugerí cuidadosamente. - Imagina que en ves de ser yo quien ha roto aquello que más valoras, has sido tu... ¿no querrías hacer algo para remediar el error, aunque sea un gesto insignificante, por más que de todas formas sepas que seguiría odiándote el resto de tu vida? le pregunté. Estaba más que claro que ella iba a odiarme hasta el fin de los días... quizás con la mejor de las suertes cuando salgamos de aquí ella puede que se olvide de mí, pero de todas formas siempre terminaría siendo "el chico que le rompió el cuaderno de dibujos".

No sé qué me sorprendió más realmente, si el hecho de que finalmente aceptara el gesto, o si el hecho de que me llamase por mi nombre. Supongo que al fin de cuentas, al menos había conseguido que no me odiase tanto, sino que simplemente me odie y punto. Si me preguntas, sí había diferencia, porque su prima al menos no era capaz de verme sin querer insultarme o algo por el estilo. Ella quería explicarme porqué no quería aceptar mis obsequios y que si después quería quitarselos, lo iba a entender. Sin poder evitarlo, solté una suave risa... totalmente sincera.- No te preocupes. - dije con tranquilidad mientras me encogía de hombros. - Puedo darme una idea de lo a que viene el tema, y no porque sea precisamente adivino o algo parecido - le comenté frunciendo suavemente mi ceño. Luego sonreí. - El año pasado, cuando arruiné la blusa de tu prima Marisol, montó una pequeña escena... no sé si la recuerdas, pero de todas formas media escuela estuvo presente y a partir de ahí empezaron a tacharme como Geek y tal. - No estaba seguro de porqué estaba contándole esto, pero seguramente ella debía saberlo de todas formas. El punto era que podía imaginarme que si era al menos parecida a su prima, me imaginaba que podía llegar a hacer una especie de venganza más o menos similar... no tenía mucho que perder, de todas formas.

Respiré profundamente, mientras tragaba suavemente saliva, ya que sentía que de pronto se me había quedado la garganta seca. - De todas formas, a lo que voy, es que no importa lo que hayas echo... posiblemente me leo tenga merecido por ser tan torpe, y asumo las consecuencias de mis actos. - dije con sinceridad. No es que quisiera hacerme el noble y esas cosas, pero mi padre me había enseñado que si hacía algo incorrecto, debía asumir lo que había echo, aún y con las consecuencias que eso podía llegar a traerme. - Los obsequios son para ti, así que no pretendo quitártelos ni nada de eso de todas formas, tampoco me atrevería. - Pero si deseas contarme la razón por la que no querías aceptarlo, te escucharé... de todas formas, como dije, supongo que me lo merezco. añadí con tranquilidad, mientras le sonreía amablemente.
ιzzy нale
ιzzy нale
Admin

Mensajes : 2722
Fecha de inscripción : 23/10/2009
Edad : 33
Localización : ѕleepy нollow,,*

https://izzy.forosactivos.net

Volver arriba Ir abajo

[ # ] Amy y Jacob Empty Re: [ # ] Amy y Jacob

Mensaje  Contenido patrocinado


Contenido patrocinado


Volver arriba Ir abajo

Volver arriba


 
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.