[ # ] Richard Grosvenor

Charlie van Comp

Duquesa Charlotte Alexandra Van Comp Fisher
21 años - ZBZ ✖ Teatro & Artes Escénicas - segundo año
Animadora & Consejo de Estudiantes ✖ The Pinky Ladies ✖ Modelo & Actriz

está con: Richard Grosveno; en: caminando

“Maldita sea, Charlie” me dije a mí misma mientras soltaba un profundo suspiro. ¿Por qué? ¿Por qué tiene que pasarme algo así? No es justo, no es justo que no pueda dejar de darle vuelta treinta mil veces a la misma situación. ¿Por qué me afecta tanto? Había pasado más de una semana y estar cerca de Kevin jamás me había resultado más complicado en todos los años que llevábamos siendo amigos. Es decir. Conocía a Kevin desde que estábamos en el colegio, y a partir de entonces fue como si él y yo hubiéramos hecho una especie de click a pesar de que él es un año mayor que yo. Y jamás, repito: jamás, me había resultado tan difícil estar cerca de él.

Maldito haya sido el momento en el que Kevin decidió ponerse tan borracho como para no encontrar el camino de su habitación. Maldito haya sido el momento en que abrió su boca y soltó aquellas palabras. Tal vez la que estaba haciendo de algo pequeño en una situación gigante era yo, y no él como le había sugerido al burlarme después de que dudara sobre el beso que le di. Suspiré. Inconscientemente llevé mis dedos a mis labios y los acaricié suavemente mientras sonreía medio de costado. “¿En qué mierda estás pensando, Charlotte van Comp?” me dije a mí misma escandalizada. Dios, estaba comportándome como una idiota. Una verdadera idiota. No tenía sentido nada de lo que estaba haciendo, ni mucho menos tenía sentido que me molestara tanto cada vez que veía a Kevin acercarse a una chica durante la última semana.

En lo único que podía pensar era en lo mucho que me molestaba que Kevin hubiese estado saliendo con chicas durante la última semana, y justamente eso hizo que prácticamente no hubiéramos hablado más que lo normal. Estaba a punto de volverme histérica y creo que ya estaba causándole demasiados problemas a Rebekah y Sarah. En realidad no eran precisamente “problemas” pero con ellas era prácticamente con las únicas personas con las que hablaba de Kevin, y eso era decir demasiado, creo que estaba a punto de traumarlas.

Hice una mueca con mis labios y negué suavemente “concéntrate, Charlie. No puedes dejar que Kevin se entere de nada.” Me recordé a mí misma. Tenía que encontrar un sustituto, alguien con quien pasar el tiempo y olvidarme de lo que sentía (lo que fuera que sea) por él dejara de hacerme sentir tan incómoda cada vez que me hablaba y me sonreía.

Alcé una ceja cuando hacia mi dirección vi a Rick acercándose. Rick y yo habíamos sido novios durante años. Mi padre y su tío se conocían desde hacía tiempos inmemorables y habían hecho muchos negocios juntos, y prácticamente se podía decir que mi relación con Rick estaba predestinada. Incluso recordaba que mi madre estaba más que encantada cuando lo llevé a casa y lo presenté oficialmente como mi novio cuando teníamos dieciocho años; duramos algunos meses, hasta que mi papá y su tío intentaron que nuestra relación tomara otro rumbo: querían que nos comprometiéramos para que uniéramos los intereses de nuestras familias, pero ni él ni yo estábamos preparados para eso. Éramos demasiado jóvenes y resultaba prácticamente estúpido y aterrador el hecho de imaginarme comprometida a él.

Además, eso significaba que iba a tener que dejar de besar por siempre a Kevin y honestamente no estaba lista para eso; generalmente, solía ponerme de novia a la misma par que Kevin tonteaba con cuanta chica se le pasara por delante, y solo lo hacía para tener mi mente ocupada y no porque justamente estuviera enamorada de la persona con la que salía. No obstante, la relación que tuve con Rick fue lo más real a un romance verdadero de lo que jamás había tenido en mi vida. ¿No era eso acaso ridículo?

Después de que rompimos la cosa siguió rara. No era que nos llevásemos mal, pero… no sé. A veces se me hacía raro y confuso estar cerca de él, aunque no tanto como me complicaba la existencia estar cerca de Kevin. – Ey, Rick. – lo saludé mientras hacía un gesto con la cabeza. - ¿Disfrutando del último fin de semana? – pregunté creyendo saber su respuesta. Sacudí la cabeza suavemente y sonreí de forma encantadora mientras me arreglaba el cabello recogiéndolo y formando un rodete que lo enganchaba en mi coleta para descubrirme un poco el cuello. – Por cierto, no viniste a mi fiesta de cumpleaños en Junio. Podrías haberme enviado un whatsapp para avisarme o algo siquiera. – no había hablado mucho con él durante el verano, pero hasta donde yo creía, seguíamos siendo amigos. Amigos raros, pero amigos. - Ya hablando en serio, estuve preocupada por ti. ¿Dónde estuviste todo el verano? - quise saber mirándolo fijamente mientras alzaba una ceja. Solo sabía que las últimas tres semanas estuvo aquí, pero porque era obligatorio, pero después no tenía idea de nada. - Y no te lo pregunto como ex celosa. Sino como amiga. - aclaré rápidamente. Sí, vale. Podía ser celosa y posesiva, pero odiaba que tocaran lo que era mío.