ιzzy pнelpѕ-нale
¿Quieres reaccionar a este mensaje? Regístrate en el foro con unos pocos clics o inicia sesión para continuar.

[ # ] Marius Gillenormand

Ir abajo

[ # ] Marius Gillenormand  Empty [ # ] Marius Gillenormand

Mensaje  ιzzy нale Dom Nov 10, 2013 5:22 am

Narcissa Malfoy
Narcissa Jean Malfoy Weasley
16 años Ravenclaw (Sexto) Prefecta Sangre Mestiza
Esta Con: Marius Gillenormand Jardines de la Mansión Malfoy


El fin del curso escolar siempre me hacia sentir bastante nostalgia porque cada vez mas se acercaba el día en el que iba dejar el castillo y el día en el que tenia que decidir que es lo que iba hacer con mi vida lo cual era aterrador aunque a la misma vez emocionante, porque eso iba darme la libertar de hacer lo que quería por lo menos es lo que Marius siempre me decía, y a pesar de querer entender la situación por la que pasaba en su casa jamas había sentido algo parecido mis padres eran mi mundo tal y nuestra relación era una estrecha y profunda. Adoraba a mi madre y la admiraba al mismo tiempo y papa, que podía decir de el? Para mi lo era todo, mi persona consentida aquel súper héroe que siempre rescata la doncella en apuros. Me hacia sentir segura, tal y como lo hacían mis hermanos. Definitivamente era una persona con suerte, porque de cierta forma lo tenia todo y ahí estaba mi gran problema.

Marius merecía estar rodeado de personas que lo querían y no hablaba de su lista interminable de novias, si no de personas que realmente lo conocían como yo por ejemplo. El era mi mejor amigo, conocía absolutamente todo de el; lo que le gustaba, lo que le molestaba era imposible de que el me mintiera o que me ocultara algo. Jamas imagine que después de aquel breve instante durante mi primer curso se tornara en una amistad verdadera y profunda. Todo lo hacíamos juntos desde aquel momento en el cual el me ayudo a encontrar mi sala común durante mi primer curso. Entonces porque ahora venían estas dudas? Acaso era que mi cariño hacia el había cambiado? Era extraño pero últimamente habían momentos en los que estábamos mas cerca de lo establecido y eran en esos momentos donde empezaba a cuestionar lo que el significaba para mi. Porque sentía mariposas en el estomago simplemente al pensar en el, al imaginarme su sonrisa y esos ojos obscuros los cual me hacían sentir como si estuviese en las nubes.  

Incluso me había dado cuenta de como empezaba a celarlo, y como es que me lastimaba verlo tontear con otras chicas que cuando salía con alguien nuevo pasaba varios días sin hablarle pero lo extraño de todo eso era que el también parecía hacerlo y eso me daba miedo no estaba dispuesta a que nuestra amistad cambiara y tampoco quería decirle algo a pesar de que existían momentos en los cual era realmente obvio. Incluso una de sus novias, se lo grito a la cara después de que tuviesen una discusión porque Marius por fin se dio cuenta de como es que ella me trataba. Pero todo eso parecía tan lejano ahora, la noticia de que había dejado su casa logro alarmarme de tal forma que había pasado horas llorando y rogando con papa para que me dejara salir a buscarlo. La visita de la Sra. Gillenormand, me había tomado por sorpresa mucho mas cuando exigió que le dijera donde estaba su hijo, entro a mi casa como una verdadera desquiciada insultando a toda persona que se cruzaba en su camino hasta dar conmigo.

"Donde esta Marius?" fue la gran pregunta aquella noche, pero yo no sabia nada, el no me había dicho nada y por un momento me sentí lastimada y incluso un poco enojada porque había sido una tremenda estupidez. Su madre estaba loca incluso forcejeo conmigo intentando intimidarme para que le hubiese dicho lo que sabia. Si no hubiese sido por papa y Deimos estaba segura que las cosas hubieran terminado mucho peor, pero por fin lograron hacerla salir y en ese mismo instante papa me prometio que buscaría a Marius, y que iba ayudarlo yo por mi cuenta subí a mi habitación tomando la lechuza de la familia y le escribí para informarle de lo que había sucedido pidiendole que no se apareciera por mi casa por temor a que su madre regresara. Por mas que me estuviese muriendo, por mas que quería ser la persona que estaba a su lado en ese momento sabia que no era nada inteligente que el viniera aquí por lo menos no hasta que las cosas se calmaran un poco. Pero lo echaba de menos y mucho a pesar del contacto por cartas y saber que estaba bien tenia una necesidad de verlo y tocarlo lo cual era ilógico pero no me importaba.

Suspire un poco mientras bajaba las escaleras para después dirigirme al jardín porque supuestamente había una sorpresa esperandome lo cual me hizo apresurarme hacia las puertas y al abrirlas me encontré con Marius parado justamente en el centro del jardín, mirandome con esa sonrisa la cual tanto adoraba y sin pensarlo siquiera corrí hacia a el para después tirar mis brazos al rededor de su cuello y abrazarlo fuertemente. "Por fin.." dije en un susurro mientras me sujetaba a el sin ninguna intención de alejarme. "Estaba tan preocupada" volví a decir mientras me separaba un poco para observarlo pero sin bajar mis brazos de su cuello. "Porque no me lo dijiste? Pudo haberte pasado algo, te pudieron haber lastimado, si algo te hubiese pasado..." le dije de forma apresurada era una costumbre que tenia cuando estaba nerviosa. El estaba bien, lo tenia aquí conmigo eso era lo único que debía importarme ahora y eso hacia que estuviese tranquila como si una gran presión hubiese sido eliminada porque ya no sentía el pecho oprimido si no una alegría inmensa, subí una de mis manos hacia su mejilla y la acaricie con cuidado como si tuviese temor de que fuese mi imaginación y tenia que cerciorarme de que era el realmente. Aunque a los pocos segundos de aquel gesto me di cuenta de lo que estaba haciendo y fue como termine por separarme por completo porque estaba sobrepasando los limites y por eso mismo no pude evitar bajar la mirada algo avergonzada y bastante consciente de que mis mejillas estaban completamente encendidas.   
ιzzy нale
ιzzy нale
Admin

Mensajes : 2722
Fecha de inscripción : 23/10/2009
Edad : 33
Localización : ѕleepy нollow,,*

https://izzy.forosactivos.net

Volver arriba Ir abajo

[ # ] Marius Gillenormand  Empty Re: [ # ] Marius Gillenormand

Mensaje  ιzzy нale Mar Nov 12, 2013 5:30 am


Marius Gillenormand
as: Marius Sébastien Gillenormand Thénardier
17 años Miembro de la Casa de Gryffindor Séptimo año
Capitán y Cazador del Equipo de Quidditch Animago Ilegal (Lobo Huargo) Sangre Pura
[ Está con: Narcissa Malfoy ;; En los jardines de la Mansión Malfoy ]

– No eres digno de los seres queridos acabas de traicionar ni del apellido que llevas sobre tus hombros. Lárgate, y no vuelvas a poner un pie en esta casa, Marius. Desde hoy estarás muerto y enterrado para los que algunas vez sintieron afecto hacia ti. Vete, y no vuelvas nunca más. – Esas fueron las últimas palabras de mi padre antes de que abandonara para siempre la mansión Gillenormand.”

A partir de ese día, mi vida tomo un nuevo rumbo; el día en el que finalmente decidí dejar la casa de mis padres, el día en que me libré de las cadenas que me ataban a la familia Gillenormand y Solo yo era dueño de mi vida, de mi destino. De ahora en adelante, tendría la oportunidad de forjar mi propio camino, y nadie absolutamente nadie podría arrebatarme tal privilegio. El haberle dado la espalda a los de mi propia sangre no era algo de lo que me arrepentía. Nunca me consideré parte de nuestra familia, y siempre tuve claro que jamás fui la clase de “hijo” que mis padres deseaban que fuera. Sé muy bien que por el hecho de ser el hijo mayor esperaban que me comportara como ellos. Pero estaba harto de todo y de todos. De mis padres, de Gareth, y de esos malditos ideales puristas sin sentido, de esa manía al tratar de controlar mi vida a su antojo, el que se empeñaran en decidir por mí. Anhelaba mi libertad más que cualquier otra cosa en el mundo, y aunque el precio de poder vivir mi propia vida fue muy alto, no me arrepentía de la decisión… en el fondo, sé que hice lo correcto y nada me haría lamentarme de la decisión que había tomado.

Cuando enfrenté a mis padres les hice saber que no estaba dispuesto a ceder a sus malditas imposiciones ni mucho menos accedería a acatar su voluntad. En ese momento, me dejaron en claro que no querían volver a verme por el resto de sus vidas; la expresión en el rostro de mi padre fue clara, así como sus palabras antes de propinarme una bofetada en la que descargó toda su ira al considerarme la peor de las deshonras. La expresión de mi padre no tenía nada que envidiarle a la de mi madre, que también me miraba con una mezcla de rabia y decepción que se reflejaba en sus ojos al no ser lo que ellos esperaban de su hijo, de su propia sangre. Ni aunque quisiera podría olvidar ese día, los gritos a voz de cuello de mi madre exigiéndome que volviera y suplicara su perdón y el de mi padre de rodillas, el que mi padre me levantara la mano y descargara en aquella bofetada toda su ira por enfrentarlo y me desconocieran como hijo suyo… fueron momentos que me marcaron, pero que aún así no me hicieron dar marcha atrás. Ya no tenía familia, a pesar de que nunca la tuve, y a medida que caminaba sin rumbo por las calles y la oscuridad se acentuaba, no pude evitar preguntarme que se sentiría tener una familia de verdad. La única persona a la siempre he visto y considerado como una hermana dentro de la familia Gillenormand, era Robyn. Reuel y Robyn eran los únicos por quienes realmente lamentaba haber llegado a esto. Reuel era solo un niño, su expresión de angustia al ver como empacaba todas mis cosas, aun me martirizaba, de haber podido lo habría llevado conmigo, pero tampoco podía darme el lujo de ser egoísta con mi propio hermano, a pesar de que el y yo siempre hemos sido muy unidos, Reuel me importaba mas que nadie y no merecía que lo arrastrara en mis decisiones. Y sin importar cuanto me lleve cumpliría la promesa que le hice a mi hermano de volver por el, y ser una familia.

Sin nada más que solo mis ahorros en los bolsillos, pensé que lo mejor seria hospedarme por un tiempo en el Caldero Chorreante, por lo menos hasta que ahorrara el dinero suficiente para rentar un departamento amueblado. Además, aquel era el único sitio en el que mis padres no se atreverían a buscarme. Y aunque hubo un momento en el que pensé en ir a la mansión Malfoy a buscar a Cissy para explicarle detalle a detalle lo que había pasado con mi familia, al final opté por no involucrarla en mis problemas, no por que no confiara en ella… si no para evitar ser una carga. Si no le avisé de lo hice fue para no angustiarla, ella… no solo era mi mejor amiga, era mas que eso... y siempre ha significado mucho mas de lo que puedo expresar. Por ella era capaz de ir hasta los confines del inframundo con tal de traerla de vuelta. El cariño que sentía por Narcissa era tan inmenso y profundo como el propio océano, sin límites. Cuando me encuentro a su lado me siento completo, nada me hace falta teniéndola a mi lado como mi amiga, mi confidente, mi cómplice. Lo que siento por Cissy es tan… confuso y complicado de describir que ni siquiera yo puedo entenderlo, solo se que por ella daría lo que fuera. La necesidad de tenerla por siempre a mi lado era tan indispensable como el aire que respiraba. Por desgracia, tampoco podía ir a casa de mi tío Agravaine por que tenía la plena seguridad de que sería el primer lugar al que mi madre iría a buscarme para exigirme que regresara de rodillas a la mansión. Ir con él implicaría ponerlo en contra mi madre y de toda la familia, y al igual que Robyn y Reuel era uno de los pocos miembros de nuestra familia por el cual sentía un sincero afecto. Conocía bastante bien a mi querida madre, y me atrevía a dar por hecho que no habría perdido el tiempo en borrarme del tapiz genealógico de la familia, tal y como ha llegado a pasar cada vez que un miembro de la familia “deshonra” a la noble casa de los Gillenormand.

Creí que al mantenerme alejado por un tiempo de Wiltshire evitaría que mi madre irrumpiera en la mansión Malfoy; y a pesar de que en los últimos dos días, Cissy y yo hemos estado en contacto por medio de cartas, me sentía inquieto pensando en el escándalo que mi madre seguramente armo esperando encontrarme ahí. Necesitaba ir a ver a Cissy cuanto antes… era tanta la urgencia que tenía por verla que estaba harto de tener esperar a que las cosas se tranquilizaran. Así que me adentre en el callejón adyacente al Caldero Chorreante para poder desaparecerme y segundos después, reaparecer en la entrada de la mansión Malfoy. De inmediato uno de los elfos domésticos apareció en la entrada y gentilmente me permitió pasar diciendo que le alegraba mucho mi presencia. – Gracias, Tyrion, a mi también me da gusto verte. Oh, y por favor, no le vayas a decir a la señorita que estoy aquí, me gustaría sorprenderla. – le pedí amablemente a Tyrion, quien tras una corta reverencia volvió a desaparecer. Minutos después escuché como claramente las puertas se abrieron de par en par, y ahí… justo en el umbral de la entrada principal que daba para el jardín estaba Cissy, y juro que por un momento fue como si el tiempo se hubiese detenido para nosotros en cuanto fui a su encuentro para estrecharla fuertemente entre mis brazos y alzarla unos cuantos palmos del suelo, sonriendo radiante. – Lo sé… y créeme que lamento que esto se haya prolongado más de la cuenta. Se que dijiste que debíamos esperar hasta que las cosas se tranquilizaran, pero ya no me conoces… me gusta afrontar los riesgos. Además, sabes bien que nunca hago caso de lo que me dicen. – Rara vez he tenido que disculparme por las cosas que hago o dejo de hacer, pero con Cissy era distinto – Ya no digas más… mírame, estoy bien… sin un solo rasguño – sosegué su preocupación silenciandola brevemente con un dedo sobre sus labios, para después subir mis manos hasta sus hombros, como si de esa manera pudiera reconfortarla y hacerle olvidar aquel mal momento que paso por culpa mía. – Si no te dije nada fue para no preocuparte, para evitarte un mal momento con mi madre – le hice saber con el semblante intranquilo. – Cissy… no tuve opción. Tenia que hacerlo… yo… ya no podía seguir viviendo en aquella mansión, necesitaba largarme de ahí… vivir mi vida… – desvié momentáneamente la mirada de esos ojos tan profundos como el color mar, para hacer una breve pausa y respirar profundamente. Aun así no pude evitar disfrutar en silencio de esa suave caricia de su mano, la cual me hizo buscar nuevamente su mirada. No era la primera vez que Cissy se sonrojaba enfrente de mí, y confieso que siempre he pensando que aquel tono la hace ver… muy bella. – Siento mucho que hayas tenido que pasar ese mal momento por culpa de mi madre, Cissy… creí que hacia lo correcto al mantenerme alejado por un tiempo de aquí, pero veo que me equivoque… – reconocí, tras un profundo suspiro.
ιzzy нale
ιzzy нale
Admin

Mensajes : 2722
Fecha de inscripción : 23/10/2009
Edad : 33
Localización : ѕleepy нollow,,*

https://izzy.forosactivos.net

Volver arriba Ir abajo

[ # ] Marius Gillenormand  Empty Re: [ # ] Marius Gillenormand

Mensaje  ιzzy нale Sáb Nov 16, 2013 12:23 am

Narcissa Malfoy
Narcissa Jean Malfoy Weasley
16 años Ravenclaw (Sexto) Prefecta Sangre Mestiza
Esta Con: Marius Gillenormand Jardines de la Mansión Malfoy


Una risa alegre se escapo de mis labios cuando le sentí levantarme del suelo, me aferré al con toda intención de sentirlo cerca de mi porque por un breve instante había temido no volverlo a ver. Mucho mas cuando su madre hablo de hacerlo volver a toda costa, no quería ni imaginarme que seria de mi si algo llegaba a pasarle. No me gustaba este sentimiento, el sentimiento de saber que en cualquier momento algo puede arrebatarlo de mi lado. Marius era mi constante, mi persona no imaginaba un día sin el escuchar su risa, o sin verlo correr por un pasillo para después tomar mi mano y hacerme correr con el por haber echo de las suyas. Simplemente era el sentimiento de alegría personificado y por eso no podía imaginarme como es que alguien no iba a quererlo por la persona que era. Como no vas a apreciar una persona que siempre busca hacer felices a los demás?

Era extraño realmente creo que no me había dado cuenta cuanto es que realmente lo había echado de menos hasta ahora que lo tenia parado frente a mi, que podía sentirlo entre mis brazos y ahora que estaba cerca de mi iba ser imposible dejarlo ir. El era una persona de suma importancia en mi vida, y estaba segura de que fue así desde el momento en que nuestras miradas se cruzaron por primera vez fue como una conexión instantánea  algo muy difícil de explicar incluso de asimilar. Mama siempre sonreía de una forma tan peculiar cuando me escuchaba hablar de Marius y en mas de una ocasión hablo de como es que se me iluminaba la mirada al tan solo escuchar su nombre y que estaba segura que pronto iba a entender el significado de ello.

Pero el tiempo había pasado y aun no era capaz de explicar con palabras mis sentimientos por el niño que tenia justamente a mi lado en este momento simplemente sabia que quería tenerlo a mi lado por siempre porque estando el no me hacia falta absolutamente nada. Cuando estábamos juntos era como si no existiera el tiempo me sentía protegida, segura a su lado y el me hacia creer que estando juntos éramos invencibles. Una mirada de Marius podía solucionarlo todo, cualquier cosa que me afectaba solo bastaba encontrarme con su ojos para olvidarlo todo. El me dijo que estaba bien y no pude evitar observarlo de pies a cabeza, simplemente para asegurarme de que sus padres no le hubiesen tocado un solo cabello, porque de haberlo echo creo que era capaz de matarlos yo misma. "Aun así.." le dije suavemente mis ojos aun llenos de preocupación porque sabia lo difícil que era esta situación, y a pesar de no entender mucho de como es que era su familia, papa me había hablado mucho sobre la historia de nuestra familia y como fue que poco a poco empezaron a cambiar. Claro mis abuelos aun tenían sus diferencias pero no era mucho de que preocuparse porque según mama lo habían aceptado.  Negué con la cabeza cuando el hablo. "Si no hubieses venido tu, yo te hubiese ido a buscar" le confesé en un susurro volviendo acercarme a el, quería que estuviese consiente de que me tenia a su lado que a pesar de todo iba estar siempre con el y que jamas iba dejarlo.

"Basta no digas eso" le pedí suavemente mientras me acercaba a el para tomar una de sus manos entre las mías. "Siempre voy a preocuparme por ti" dije mientras buscaba encontrar mis ojos con los suyos. "Y siempre, siempre voy a estar a tu lado" se lo había prometido hace mucho tiempo y estaba dispuesta a cumplir mi palabra pasara lo que pasara siempre íbamos a enfrentarlo juntos de eso no tenia duda. "Todo lo hacemos juntos recuerdas?" le dije con una suave sonrisa mientras ladeaba la cabeza, pero mis ojos se entristecieron al notar su semblante cambiar un poco y eso me llevo a pensar en Reuel, su hermanito sabia que Marius lo adoraba mas que a nadie en el mundo y que dejarlo fue tal vez la decisión mas difícil de su vida. El desvío su mirada y yo simplemente me sentía como una tonta porque no sabia como hacerlo sentir mejor, que decirle para que no se lamentara. "Olvida a tu madre, ella no importa" le dije ferozmente para volver a pasar mis brazos por su cuello y abrazarlo una vez mas, porque algo dentro de mi estaba segura que lo necesitaba. "Lo volvería hacer, si fuera necesario" le susurre al oído dejando que mis manos se enredaran en su cabello con toda intención de briandarle por lo menos un poco de la seguridad que siempre me había brindado a mi. "Haría cualquier cosa por ti" eso era un secreto a voces entre nosotros a pesar de saber que ambos éramos capaz de hacer todo por el otro no era algo que expresáramos seguido.

"Papa y mis hermanos estaban en casa, no estaba sola" una parte de mi se pregunto que es lo que hubiese pasado si me hubiera encontrado sola, solamente rodeada de elfos domésticos sentí como es que un escalofrío recorrió mi espalda porque sabia que de haber sido así tal vez no estuviese parada hablando con el ahora mismo. "Scorpius Malfoy también es alguien de cuidado" le dije intentando aligerar el ambiente un poco "Y mas cuando se trata de defender a su única hija" eso era cierto mi padre y mis hermanos eran un poco excesivos en cuanto a mi se trataba dato que me molestaba un poco pero a la misma vez agradecía ser la pequeña de la casa y la única mujer aparte de mama porque eso quería decir que no tenia que compartir la atención de mis hermanos. "No te atormentes mas, todo paso y yo también estoy bien" estaba un poco asustada eso no era secreto pero estaba bien y era algo que iba superar como el tiempo igual que el. "Lo que importa es que estas a salvo, y que eres libre de hacer de tu vida lo que quieras, tal y como siempre me lo dijiste" suspire un poco mientras volvía a tomar una de sus manos para que caminara conmigo para llegar a una de las orillas del jardín y sentarme bajo la sombra de un árbol. "Tienes todo un futuro por delante" le dije mientras que hacia un gesto para que se sentara conmigo. "Ademas me prometiste que cuando saliera de Hogwarts íbamos a recorrer el mundo juntos, o que acaso lo has olvidado?" le dije mientras que le hacia ojitos para después soltar una risa alegre. "Y mira que no me olvido de ese tipo de promesas fácilmente" agregue con un semblante serio aunque claramente estaba jugado jamas iba poder estar molesta con el eso era un imposible.  
ιzzy нale
ιzzy нale
Admin

Mensajes : 2722
Fecha de inscripción : 23/10/2009
Edad : 33
Localización : ѕleepy нollow,,*

https://izzy.forosactivos.net

Volver arriba Ir abajo

[ # ] Marius Gillenormand  Empty Re: [ # ] Marius Gillenormand

Mensaje  ιzzy нale Vie Dic 13, 2013 1:29 am


Marius Gillenormand
as: Marius Sébastien Gillenormand Thénardier
17 años Miembro de la Casa de Gryffindor Séptimo año
Capitán y Cazador del Equipo de Quidditch Animago Ilegal (Lobo Huargo) Sangre Pura
[ Está con: Narcissa Malfoy ;; En los jardines de la Mansión Malfoy ]

¿Alguna vez me cansaré de escuchar esa melodiosa risa? A decir verdad, no lo creo posible. Nada me produce mayor satisfacción personal que el poder hacerla sonreír y reír cada vez que suelo salirme con la mía en alguna trastada, o, cada vez que me veo en la obligación de influenciarla a salir de la biblioteca para llevarla conmigo a los terrenos con toda la intención de aspirar un poco de aire fresco, y también para enseñarle los placeres simples de la vida: como el arrojar piedras al lago y recostarse en la hierba resguardados bajo la sombra de un árbol. Situación que me ha acarreado uno que otro problema con su prima, Amelia, quien por lo general, acostumbraba a abordarme justo a afuera de la Sala Común de Gryffindor, con su habitual: “tenemos que hablar”, solo para llamarme la atención por desconcentrar a Cissy, lanzándome una mirada cargada de severidad y culpándome por ser una mala influencia  al no permitir que se concentre al momento de estudiar para los exámenes. Es sabido por la mayoría de los hombres que cuando una mujer te dice esas palabras… son un mal augurio, y nada es peor que la ira de una dama si no escuchas lo que tiene que decir.

Narcissa siempre ha estado a mi lado en las buenas y en las malas, hemos pasado demasiadas cosas… extrañamente, ninguna chica me conocía como ella. A menos que se tratase de Robyn, pero el punto es que… ninguna mujer, me ha importado tanto como Narcissa. Por eso a veces sentía que el tiempo a su lado no era suficiente, y eso me orillaba a buscarla para aprovechar cada momento, cada segundo del día, antes de acompañarla hasta la Sala Común de Ravenclaw. ¿Cómo olvidar el día en que nos conocimos? ¿Quién iba a decir que esa pequeña pelirroja que, por poco no llega a su primera clase de Transformaciones, se convertiría en mi mejor amiga? ¿En esa persona por la cual seria capaz de arriesgarlo todo, con el único objeto de protegerla?

¿Tan evidente era el hecho de que arriesgaría mi vida por Narcissa? Si, si lo era, por lo menos para mi, por lo mismo de que nunca he acallado una verdad universal como esa. Incluso mi madre se había dado cuenta de ello, y no me extrañaría asegurar que se valió de las amenazas para sacarle a Narcissa la verdad de donde me encontraba. Según mi madre, los Malfoy, hace mucho tiempo fueron una familia influyente y muy respetada dentro de la sociedad mágica, pero la posición tan envidiada y privilegiada de los Malfoy se enlodo cuando Lucius Malfoy, fue enviado a Azkaban al desenmascararse, en el sentido literal, como Mortifago en las narices del Ministerio después de una batalla que probó el regreso de Lord Voldemort en aquel entonces. Mi madre no hacia otra cosa que lanzar habladurías sobre los Malfoy, a quienes considera acabados y sin indicios de recobrar su antigua gloria. Pero si en algo se diferenciaban los Gillenormand de los Malfoy, era en sus ideales. Mientras mis padres eran unos puristas en todo el sentido de la palabra, los Malfoy eran todo lo contrario.

“Eso prueba que son unos traidores a la sangre, igual que los Weasley. ¿Se imaginan la expresión de Lucius Malfoy al saber que su único nieto contraería nupcias con una mestiza? Ciertamente, dudo mucho que los Malfoy puedan caer mas bajo con todo lo que les cuelga.” solía burlarse cruelmente mi madre al hablar de ellos. El solo recuerdo de sus palabras, me enfurecía. ¿Por qué razón mi madre se regodeaba de los errores y de las desgracias de los demás? ¿Por qué es tan cruel e inhumana al juzgar y sentenciar a los que no son como ella? De haberle advertido a Narcissa de mis planes, probablemente le habría ahorrado el mal rato que pasó en compañía de mi querida madre. Aquí y ahora me sentía el peor de los miserables al abandonar a mi hermano, y dejarlo a merced de mi madre, sabiendo perfectamente que es una mujer sin escrúpulos y sin corazón.

Narcissa no solo era incondicional como amiga, si no que era la persona más noble y leal que he conocido en toda mi vida, estoy seguro de que si se lo pidiera… no dudaría en huir conmigo para empezar una vida lejos de todo y de todos. En cambio yo, a veces era un maldito egoísta que solo pensaba en hacer las cosas a su manera a costa de la opinión de los demás. Pero con Narcissa jamás ha sido así, ni con ella ni con Robyn. Y es en esos momentos cuando siento que no la merezco, a Narcissa, y no a un canalla, sinvergüenza como lo soy yo. Pero estúpidamente, la sola idea de separarme de ella, el pensar que no pueda volver a verla nunca más, es peor pasar el resto tus días en una celda en Azkaban, y rodeado de dementores que no paran de aspirarte la felicidad. – No dudo que habrías salido a buscarme y que no pararías hasta encontrarme, pero yo no me perdonaría si algo malo te pasara por culpa mía… – reconocí, quedamente a su oído, y estrechándola fuertemente para prolongar su contacto el mayor tiempo posible. Sé que solo es mi mejor amiga, mi compañera de aventuras, pero teniéndola a mi lado… sentía que podía escupir fuego, hacer lo imposible… posible, lo irreal… real. Todo es tan extraño y endemoniadamente confuso cuando la siento cerca del corazón, pero al estrecharla, el simple hecho de sentirla, me abruma con una calidez reconfortante, la cual me llenaba de un placer vigorizante, de una inmensa paz que solo se compara cada vez que me subo a la escoba y me siento en plena libertad. Sus palabras me hicieron sonreír casi de forma inevitablemente, en el fondo… eso es lo que mas me remordía… que Cissy se la viviera preocupada por causa de mis acciones. Las cuales… admito, a veces son completamente estúpidas e imprudentes, pero mi amor por el peligro, por correr los riesgos y aventurarme a lo desconocido para experimentarlo y vivirlo en carne propia… era superior a mi, como si se tratara de una fuerza magnética, una maldita tentación.

Por eso… si mi madre la hubiese lastimado, por Merlín juro que nunca habría podido perdonarla. ¿Por qué mi madre buscaría herirme con la única mujer ha tenido significado en mi vida? Narcissa no solo era mi mejor amiga, lo era todo. ¿No es una madre la que se alegra por la felicidad de sus hijos? ¿La que se sacrifica y se desvive por ellos? ¿La que solo busca su felicidad sin importar cual sea su decisión? Mi semblante se ensombreció al pensar en mi madre, pero en menos de lo que hubiera esperado se suavizó al contacto de la mano de Cissy, de manera que mi mano se cerró instintivamente sobre su mano para asegurar su contacto y recuperar el habla. – ¿Cómo olvidarlo? si el culpable de sonsacarte y meterte en problemas a menudo suelo ser yo. – repuse, soltando la carcajada con toda la intención de recuperar mi habitual y clásico tono bromista. – ¿Sabes? A veces pienso que el pasar tanto tiempo conmigo te va a corromper, y de seguir así… no quisiera que te arrebataran el ser nombrada Premio Anual cuando llegues a séptimo. – le comenté, visiblemente divertido con una sonrisa de lado. Nadie en su sano juicio me nombraría Prefecto ni Premio Anual, no cuando suelo pasar la mitad del año castigado por ser nada menos que el responsable de las inofensivas catástrofes que divierten a más de uno. En lo personal, nunca ambicioné el puesto de Prefecto, a pesar de que mis notas eran impecables, yo no tenía madera para el puesto, cuando siempre he creído que las reglas están ahí solo para ser ignoradas. Suspiré profundamente, tratando de hacer a un lado la mar de pensamientos. – Prométeme una cosa. Sin importar lo que pase… conmigo, quiero que me prometas que no vas a arriesgarte por mí. – busqué su mirada con inquieta desesperación. Nunca le habría pedido algo así, pero… no quería que se arriesgara y mucho menos por el cretino de su amigo. – Eres mi mejor amiga en todo el mundo, Narcissa… lo sabes, pero no es justo que sufras las consecuencias de lo que hago. – El precio por haber ganado mi libertad traería serias consecuencias… y estoy seguro que mi madre no descansara hasta obligarme a volver de rodillas a la mansión. Prolongué el contacto de su mirada, como si de alguna manera, deseara perderme en ella. – No quiero que mi madre vuelva a hacerte daño, ¿me entiendes? Lo que menos quiero es que tú y toda tu familia, carguen y sufran el precio de mis actos. – No me atrevía a confesarle abiertamente que no podría vivir sabiendo que mi propia madre hirió a la única mujer que realmente me ha importado, y por la que no dudaría en dar mi vida… si es necesario, pero de alguna manera quería transmitirle que gustosamente me sacrificaría y daría la vida por ella. – Tienes una familia maravillosa que te ama y te adora por sobre todas las cosa, y por ellos… es que tienes que ser fuerte, tienes que vivir… y nunca darte por vencida. – ¿Por qué le estaba diciendo todo esto? Por que no quiero que se preocupe ni sufra por mí en caso de que mi madre se atreva a tomar medidas extremas. Conozco perfectamente a mi madre… y puedo asegurar que no se va a quedar cómodamente cruzada de brazos. Y no puedo permitir que a Narcissa le pase nada malo, no a ella.

Su padre, era un buen hombre, sin duda. El señor Malfoy era un hombre que daría todo por su familia, quienes era su vida entera. Estaba eternamente agradecido con los Malfoy por lo bien que se han portado conmigo. Y nunca encontrare la forma de pagarles todo lo que han hecho por mí. Jamás podría compensar lo amables y generosos que han sido en estos años. – Cissy... quiero que hagas algo… por mí. Sé de buena fe que tú jamás me traicionarías, que eres capaz de mentir, pero si mi madre regresa e intenta amenazarte nuevamente… no dudes en decirle donde estoy. Esa será la única manera de mantenerla alejada de ti… para evitar que te vuelva a poner una mano encima. – a medida que hablaba, lo hacia mirándola a los ojos, de manera directa y sin vacilar. – A veces… la libertad tiende a cobrar un alto precio, Narcissa… y no quisiera que el precio de mi libertad… fueras tú. – confesé, por primera vez con temor de mi madre. Nada me haría desviar la mirada de los bondadosos y hermosos ojos de Narcissa. No quería perderla… quería tenerla por siempre a mi lado, lo único que quiero es protegerla de la ira de mi madre. Silenciosamente, y sin soltar su mano, la seguí hasta el extremo del jardín, donde me senté a su lado. Una vez más… sus palabras me hicieron sonreír ante el recuerdo de la promesa que hicimos, una promesa que… sin importar el tiempo que me lleve, estaba dispuesto a cumplir. – No, no lo he olvidado… y en caso de que tú te hubieses olvidado de nuestra promesa, te la recordaría. – repuse, contagiándome de su singular alegría, la cual quedo implícita en una sonrisa dedicada únicamente a ella. Sabe como soy… y difícilmente acepto un “no” por respuesta.  

Alcé la mirada, y al ver una flor particularmente hermosa en la copa del árbol de cerezo que nos hacia sombra… tuve una brillante idea, la cual me hizo sonreír al instante. – ¿Cuánto apuestas a que llegó a hasta la copa sin hacerme un solo rasguño? – inquirí, como si se tratara de una pregunta capciosa. Me crucé de brazos, para mirarle con una expresión, realmente entretenida.  
ιzzy нale
ιzzy нale
Admin

Mensajes : 2722
Fecha de inscripción : 23/10/2009
Edad : 33
Localización : ѕleepy нollow,,*

https://izzy.forosactivos.net

Volver arriba Ir abajo

[ # ] Marius Gillenormand  Empty Re: [ # ] Marius Gillenormand

Mensaje  Contenido patrocinado


Contenido patrocinado


Volver arriba Ir abajo

Volver arriba

- Temas similares

 
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.