ιzzy pнelpѕ-нale
¿Quieres reaccionar a este mensaje? Regístrate en el foro con unos pocos clics o inicia sesión para continuar.

[ # ] Erik Beaumont

Ir abajo

[ # ] Erik Beaumont Empty [ # ] Erik Beaumont

Mensaje  ιzzy нale Mar Nov 12, 2013 5:39 am


Erik Beaumont
as: Erik Doran Beaumont Vane
25 años Ex Miembro de la Casa de Gryffindor Sanador en el Hospital San Mungo
Animago Ilegal (Lobo Estepario) Ejército del Fénix Sangre Mestiza
[ Está con: Lyra McGreevy ;; En Hogsmeade ]

Desde el momento en que la conocí, algo cambio dentro mí en el instante en que nuestras miradas hicieron contacto, como si de alguna manera estuvieran destinadas a encontrarse, aunque fuese solo por unos breves segundos. Al verla por primera vez tuve la sensación de estar en presencia de un hermoso ángel, llegué a pensar que mi visión se trataba del más bello de los sueños. Si era verdad que se trataba de un sueño y no de una realidad, deseé por todos los medios no volver a despertar. Lo que sentí fue algo verdaderamente inexplicable, incluso estoy casi seguro de que me habrían salido raíces contemplándola embelesado a la distancia. Lo cierto es que, desde ese día, sentí esa... desesperante necesidad de saber su nombre, el impulso de cometer la locura de acercarme a esa joven desconocida para poder conocerla, aun cuando la idea de ser abordada por un extraño en mitad de la calle suene tan inadecuada. Raoul, al darse cuenta de mi interés por esa hermosa joven, me dijo que pertenecía a una familia muy renombrada dentro de la sociedad mágica: los McGreevy. En ese entonces, hacia unas pocas semanas acababa de desembarcar en Londres, después de una larga travesía que me llevó ocho años. Decidido a vivir una vida lejos de mi país natal, di paso a convertirme en un aventurero errante y me dediqué a viajar por el mundo, pero el tener la oportunidad conocer y viajar a otros lugares, me hacia añorar algo que nunca he podido tener: un hogar establecido. Añoraba el calor de un hogar, el deseo formar mi propia familia, encontrar a la mujer de mis sueños, esa persona ideal con la cual pasar el resto de mi vida, echar raíces. Mi tripulación era lo más parecido y cercano que tenía a una familia, por ellos era capaz de sacrificarme sin dudarlo, pero a pesar de tenerlos a ellos, me sentía incompleto, algo me faltaba. A pesar de que he conocido y estado con muchas mujeres, ninguna ha causado una fuerte impresión en mí. Lyra había llegado a mi vida como un rayo de luz, como un aire encantado, liberando a mi recluso corazón con su inocencia, su ternura, su sencillez. ¿Quién hubiera dicho que nuestros caminos volverían a encontrarse en la fiesta de navidad del año anterior? Nunca imaginé que el volver a Londres traería un gran cambio a mi vida. Antes de conocerla, mi vida no tenía un rumbo fijo, pero ahora que tenía a Lyra a mi lado... todo era diferente, maravilloso.  

La razón que me trajo de vuelta a Londres hace unos meses, fue la noticia de que mi padre estaba gravemente enfermo y que le quedaba poco tiempo de vida. No esperaba volver a ver a mi padre, para ser franco el tiempo que viví con él no hizo otra cosa que rechazarme y desconocerme como su hijo, dejándome claro que para el jamás signifiqué nada y que si había aceptado hacerse cargo de mi era por lastima, y no por que me guardara afecto. Los recuerdos que tengo sobre mi padre no son nada gratos, a pesar de que pasé con él la mitad de mi vida a su lado, nunca supe lo que era el cariño por un padre, ni comprendí el entero significado de la palabra. Por esa razón, el hecho de que me reconociera legítimamente como su hijo y me diera su apellido en su lecho de muerte me dio que pensar. ¿Por qué lo hacia? ¿Que lo hizo buscarme en sus últimos momentos? Quisiera pensar que mi padre se arrepintió de sus acciones y que antes de partir busco la redención para que su alma pudiera descansar.

La idea de ocupar una posición que por derecho siempre me perteneció, no me hacia nada feliz. En realidad, me incomodaba, me hacia sentir extraño, como si viviera una vida que no me pertenece. Yo no pertenecía a la sociedad mágica, de hecho extrañaba mi antigua vida, cuando era pobre, pero dichoso de lo poco que tenía. Ni siquiera sabia como administrar los bienes ni las propiedades de mi padre, y de no ser por la incondicional ayuda de Raoul, mi mejor amigo y mi mano derecha, no sabría que hacer con tanto oro. Mensualmente me hacia cargo de destinar una fuerte suma al Hospital San Mungo y fundaciones benéficas. Emplearía gran parte de lo que tengo en mi bóveda para ayudar a quienes mas lo necesitan. Sin embargo, hace menos de dos meses, Robert McGreevy, había acudido a mí en busca como amigo en busca de ayuda. La impactante noticia de que los McGreevy estaban en la ruina confieso que me sorprendió bastante. ¿Cómo fue que sucedió? Me pregunte en ese momento. Robert McGreevy no era un hombre con el cual me agradaba tratar, pero al ser el tío de Lyra y de su hermano, Zéphyr, me vi en la necesidad de ayudarlos. Robert McGreevy había confiado en mí como para revelarme que su familia ahora estaba en la ruina, y que si no pagaban sus deudas bancarias, no tendrían más elección que vender su casa y todo lo que poseían. La situación de los McGreevy me preocupaba, más que nada por Lyra, una señorita como ella pasando penurias como las que yo tuve que pasar… no, de ninguna manera. Si accedí a ayudar económicamente a la familia McGreevy fue nada menos que por Lyra, ella era quien me preocupaba. Pero antes entregarle más de lo necesario a Robert McGreevy, le puse como condición que por ningún motivo debía revelarle a su sobrina que les había prestado el dinero para sus deudas. Quería que Lyra me aceptara sin ningún tipo de presión, si no por quien soy. Esperaba ganarme con el tiempo su cariño, su amor, su corazón. Por Lyra estaba dispuesto a esperar el tiempo necesario. Lyra era la mujer de mi vida, cada segundo, cada instante me convencía de que ella era todo mi mundo.  

Día con día el amor que sentía por Lyra crecía y crecía cada vez más. Jamás me había enamorado de esta forma, y juro que cuando me aceptó… fui el hombre más feliz y afortunado del mundo. Saber que dentro de unos meses, Lyra se convertiría en mi esposa me llenaba de ilusión, de una infinita alegría que deseaba gritar a los cuatro vientos. La amaba con todo mi ser, y estaba dispuesto a hacerla feliz todos los días por el resto de mi vida. No soportaba estar lejos de Lyra, deseaba estar a su lado el mayor tiempo posible, si fuera por mi… me habría casado con ella en el mismo instante en que me acepto. Me hubiera encantado proponerle que fuéramos al registro por el juez para que oficiara la ceremonia en el ‘Perla Negra’ y de esa forma llevarla a recorrer el mundo en nuestro barco. Pero tampoco debía apresurar las cosas, sabía que no podía comportarme como un adolescente impulsivo y que tenía que ser paciente. Lyra era una señorita de la alta sociedad, acostumbrada a hacer las cosas bien, y si bien la idea de una boda ostentosa no es lo que a mi me hubiera gustado, quería que todo se adecuara a los gustos de Lyra, cada detalle, las flores, los invitados, el banquete, las invitaciones, todos los preparativos, quería que fuera elegido a su gusto. – Lyra, mi amor… ¿Sucede algo malo? Estas muy callada… – Desde que salimos de su casa no ha dicho una sola palabra, y eso me inquietaba un poco. ¿Habrá pasado algo? La miré con ligera preocupación, pidiéndole en silencio que se detuviera un momento para que pudiéramos conversar tranquilamente. Mis manos acunaron su cintura, al tiempo que mis labios rozaron su frente para besarla con profundo cariño, seguidamente baje hasta sus labios para encontrarme con ellos y besarlos. – Sabes que puedes decirme lo que sea, Lyra… por favor, no te quedes callada. – susurré sobre sus labios con una suave sonrisa, buscando encontrarme con su mirada con la esperanza de hallar cualquier indicio que me dijera que es lo que le pasaba. – Si algo no es de tu agrado… o si piensas que es una exageración por parte de tu tío invitar a quinientas personas a nuestra boda, puedes decírmelo. – me fui por ese lado esperando que su silencio fuese por ese motivo.
ιzzy нale
ιzzy нale
Admin

Mensajes : 2722
Fecha de inscripción : 23/10/2009
Edad : 33
Localización : ѕleepy нollow,,*

https://izzy.forosactivos.net

Volver arriba Ir abajo

[ # ] Erik Beaumont Empty Re: [ # ] Erik Beaumont

Mensaje  ιzzy нale Mar Nov 19, 2013 5:23 am

Lyra McGreevy
Lyra Sophia McGreevy
17 años Hufflepuff (Septimo) Cazadora & Capitana del equipo de Hufflepuff Sangre Pura
Esta Con: Erik Beaumont Hogsmeade


"Lyra, cariño la solución esta en tus manos, tu eres quien puede salvarnos de la vergonzosa situación que estamos afrontando, el legado de tus padres, su buen nombre estará por los suelos si la noticia sobre su fortuna inexistente sale a la luz, es un gran hombre  y va tratarte como te lo mereces y como lo que eres una princesa piensalo"

Aun me acordaba de esas palabras como si fueran ayer, y a pesar de llevarlas grabadas en mi memoria y el de saber que esta boda iba llevarse acabo una parte de mi no dejaba de lamentarse porque lo había dejado todo mis sueños y mis metas todo estaba en la basura porque elegí cumplir con mi deber porque eso fue lo que mi padre hubiese querido. Y porque no me podía negar ante las suplicas de aquel hombre quien me vio crecer, quien a pesar de no ser mi padre, para mi lo era mi Tio Robert y Zephyr eran lo único que tenia en la vida y mi vida estaba atada a ellos. Siempre iba a pensar en ellos antes que en mi, siempre iba a querer velar por ellos muy a pesar de lo que decía mi hermano. "Lyra, no es tu deber, no lo hagas, es mi deber cuidarte,  que de tu novio?" Mi Novio, Balthazar dios decirle a Balth que lo nuestro no tenia futuro fue lo mas difícil que había echo en mi vida porque yo lo amaba, lo quería tanto que dolía y por unos segundos descargue mi amargura con mi tío le dije cosas que no me orgullecen porque le dije que el no era nadie para decidir sobre mi vida que a pesar de todo el no era mi padre y le amenace con largarme y olvidarme de todo, de mi estúpido deber como una McGreevy; le dije que nunca me iba volver a ver que nadie iba a hacerlo.  

Y sin embargo aquí estaba comprometida con un hombre al que apenas conocía, un hombre por el que no sentía absolutamente nada "No puedes negar que es bien parecido" fueron las palabras de Marianne una vieja amiga de mi tío quien también tuvo un matrimonio arreglado y asegura no arrepentirse de ello. "Tal vez te enamores de el, te trata como una princesa, y tendrás el mundo a tus pies" eran frases que había escuchado una y otra vez por parte de Marianne lo cual me hacia sospechar que mi tío le dio la tarea de darme consuelo porque a pesar de ser mi familia el Tio Robert no era alguien que demostrase afecto seguido y tampoco era de tener charlas profundas porque era un hombre de pocas palabras. Incluso Robyn llego a decirme que mi tío era una persona que intimidaba a los demás. Por lo tanto se lo agradecía de todo corazón a Marianne porque en estos últimos días estaba por derrumbarme y solamente lloraba a escondidas porque no iba a preocupar a mi familia y no iba darle mas razones a mi hermano para cuestionar a mi tío.  "Yo puedo hacerme responsable de ti Lyra, tengo un empleo vamos a estar bien" me dijo mas de una vez y estuve tentada en aceptarlo a pesar de haber estado rodeada de lujos y de haber crecido en una mansión nunca había buscado los bienes materiales yo era una persona sencilla, claramente me comportaba como una señorita de mi clase pero jamas compartí los ideales del mundo que me rodeaba y secretamente estaba harta de la aristocracia y la estúpida idea de que éramos un grupo elite.

Quería ser libre, soñaba con el día en el que me atrevería a tomar mi escoba y volar hasta el otro lado del mundo sin mirar atrás, en el que jugase para un equipo de Quidditch porque ese era mi mayor anhelo y mi único talento por lo menos talento natural, a pesar de ser buena estudiante y de tener notas altas me esforzaba por ello y no me gustaba el estudio así como tampoco me gustaban los deberes de casa. Estaba capacitada para hacerlos, para asumir las riendas de un hogar porque mi tío me había obligado a aprenderlo, porque yo era una señorita distinguida y no tenia necesidad de trabajar simplemente era una cara bonita que existía para dar ordenes. Pero eso no era mi vida, por lo menos no la que anhelaba y ahora me encontraba con la idea de ser la esposa trofeo de un tipo quien prácticamente me compro como si fuese una clase de propiedad. Como sentir alguna clase de sentimiento positivo hacia alguien así? Que clase de hombre paga para tenerte a su lado? Que no considero que tenia una vida? Que tenia planes? Metas? Tenia 17 años! Por Merlin, era yo estaba joven estaba en la mejor etapa de mi vida y sin embargo todo eso iba a cambiar, si no es que ya lo había echo. El compromiso aun no se anunciaba públicamente pero yo ya llevaba un anillo, era una joya preciosa con detalles sumamente bellos pero solamente me hacia recordar que estaba condenada a una vida de infelicidad.

Sin embargo tenia que admitir Erik pudo resultar ser un patán pero se mostraba atento conmigo y me respetaba a pesar de tener modales un poco bordes era alguien de buen corazón o por lo menos de eso quería convencerme porque tenia que ver algo bueno en el. Iba pasar el resto de mi vida a su lado, tenia que hacerme a la idea de que lo nuestro iba a cambiar con el tiempo y que tal vez le llegue a tener afecto. Pero era demasiado difícil, porque el recuerdo de Balth no me dejaba hacerlo incluso era como un dolor físico el tener que estar cerca de Erik. Acaso era mucho pedir no verlo hasta el día de la boda?  "El no sabe que lo has aceptado por deber Lyra, tienes que poner de tu parte, enamoralo haz que se de cuenta de lo valiosa que eres tesoro" me decía mi tío una y otra vez y en el fondo sabia que tenia razón pero aun así no sabia como hacerlo, no sabia como hacerle creer que yo estaba feliz por este compromiso. Habíamos echo planes para vernos, porque el quería pasar su día conmigo y por un momento pensé en negarme pero eso no solucionara nada por lo tanto aquí estaba en Hogsmeade con el a mi lado pero no era capaz de decir palabra alguna solamente lo escuchaba hablar y hablar sobre detalles que a mi en este momento no me importaban en lo absoluto.

De pronto me vi rodeada por sus brazos y no pude evitar mas que tensarme un poco. "Okey, relajate Lyra se supone que tiene derecho" intente recordarme para que por lo menos no pareciera que estaba abrazando a una tabla de madera. "Se encantadora" me volví a recordar y al sentir su beso en mi frente no pude evitar cerrar los ojos porque aquel gesto extrañamente me brindo seguridad algo que no esperaba sentir cuando estaba a su lado. Lo que no me esperaba es que sus labios bajaran hasta encontrarse con los míos. "No pienses" una vez mas escuche a mi cabeza decir y era exactamente lo que hice pase mis brazos por su cuello con suma delicadeza, agradeciendo que no hubiese sido un beso demasiado largo. "Estoy un poco abrumada" le dije en un susurro y encogiendome hombros. "No acostumbro a ser afectuosa en publico" no sabia que mas decirle, y de cierta forma no era mentira. "Las muestras de cariño deben de ser privadas, cuando no tengas el ojo de publico sobre ti" solté un suspiro, no es que no fuese una persona empalagosa porque lo era y Balth podía asegurarlo pero a pesar de haber tenido novio por tanto tiempo mi experiencia era limitada porque yo siempre quise esperar hasta estar casada y ahora me encontraba con la posibilidad que ni eso iba a poder disfrutar con el. Reí un poco cuando hablo de las quinientas personas, mi tío tenia planes de invitar a toda la sociedad mágica a formar parte del evento porque quería dar testigo a la grandeza de la familia. "No es algo que me agrada, pero quiero darle gusto, no tiene hijos sabes y Zephyr y yo somos lo mas parecido a eso por lo tanto quiero que las cosas se hagan a su manera" le explique mientras bajaba los brazos de su cuello y me alejaba un poco.

"Es como te explico, en casa no somos afectos a expresar cariño" otra vez estaba hablando de lo mismo pero tal vez eso iba lograr que guardara un poco de distancia o eso era mi intención. "Es curioso, en realidad solo acostumbro a ser de esa forma con mi hermano" mentira también lo había sido con mi novio pero el jamas iba a saberlo. "Supongo que es cosa de tiempo" le explique dedicandole una de mis mejores sonrisas. "Eres sanador cierto?" le pregunte demostrando interés y acordandome de lo que me había dicho mi tío. "Estamos comprometidos pero apenas te conozco" confesé en un susurro y es que era cierto estaba decida a hacer lo mejor de esta situación por lo menos mientras que encontraba la solución, o me armaba de valor para mandar todo al diablo y hacer de mi vida lo que quería. "Me interesa hacerlo" y eso no era mentira porque a pesar de sentir resentimiento hacia el por haberse infiltrado en mi vida una gran parte de mi sentía curiosidad por saber mas sobre el, porque era un misterio y si algo era nato en mi era la curiosidad. "Hablame de ti, de tus gustos, no se cualquier cosa" si vale me estaba esforzando por entablar una conversación con el y esperaba que no se notara porque realmente me había preparado para algo como esto toda mi vida. Me sujete de su brazo como señal de que empezáramos a caminar pero a los pocos segundos tome su mano si iba a convencerlo a el de esto, tenia que convencerme a mi misma y esta era la única forma de hacerlo. 
ιzzy нale
ιzzy нale
Admin

Mensajes : 2722
Fecha de inscripción : 23/10/2009
Edad : 33
Localización : ѕleepy нollow,,*

https://izzy.forosactivos.net

Volver arriba Ir abajo

[ # ] Erik Beaumont Empty Re: [ # ] Erik Beaumont

Mensaje  ιzzy нale Miér Nov 20, 2013 12:22 am


Erik Beaumont
as: Erik Doran Beaumont Vane
25 años Ex Miembro de la Casa de Gryffindor Sanador en el Hospital San Mungo
Animago Ilegal (Lobo Estepario) Ejército del Fénix Sangre Mestiza
[ Está con: Lyra McGreevy ;; En Hogsmeade ]
“¿Estas seguro del paso que vas a dar, viejo amigo? El matrimonio es para toda la vida, una unión que solo la muerte puede romper; ¿estas realmente dispuesto a hacer a un lado tu libertad para pasar el resto de tus días con una mujer a la que apenas conoces y de la que sabes muy poco? ¿No te arrepentirás de esta decisión en el futuro?” Raoul era como mi hermano, crecimos juntos como niños perdidos, solos y sin el cariño de una familia a la cual pertenecer. Conocíamos muy bien la forma de pensar y actuar de cada uno. Confiábamos nuestras vidas el uno al otro sin ninguna clase duda. Siempre fuimos él y yo contra el mundo, dos almas errantes dispuestas a afrontar cara a cara lo que la vida les tenía deparado. Solo nosotros éramos dueños de nuestro destino, de nuestras decisiones, podíamos ir libremente a donde quisiéramos, sin que nada ni nadie nos detuviera. Vivimos fuera de la ley por varios años como unos libertinos, valiéndonos solamente de un código de honor y de nuestras propias reglas. Jamás nos vimos en la obligación de rendir cuentas por nuestras acciones, solo a nosotros mismos.

La vida que tuvimos no fue fácil. Tuvimos que robar para sobrevivir, pero jamás nos valimos de actos indebidos. Robamos y saqueamos todo lo que pudimos, pero todo lo que tomábamos de los aristócratas, lo compartíamos con la gente del pueblo, nuestra verdadera gente. Gente humilde y necesitada que a penas y tiene una banca o el asfalto donde pasar la noche. Gente que con solo robar un trozo de pan ya era buscada y juzgada cruelmente. Los arriba siempre han pisoteado a los de abajo, menospreciándolos y tratándolos peor que basura cuando la verdadera suciedad esta en los corazones de aquellos que se consideran hombres de ley, y que solo por el hecho de pertenecer a la clase alta, creen que tienen el derecho de sobajar a los que no son como ellos. Mi padre fue uno de ellos. Y si se compadeció de pagarme los estudios y darme asilo en su mansión no fue por su buen corazón. De no ser por mi padrino, su propio hermano, estoy seguro que mi padre me habría dejado morir de hambre en la calle. Doran, fue un gran hombre, el mejor de todos. Le estoy eternamente agradecido por todo lo que hizo por mí. Enterarme de su muerte fue un golpe bastante duro, uno al que todavía no he podido resignarme. Por esa razón, nunca podré saber si mi padre en sus últimos momentos trató de redimirse consigo mismo por la forma en que me trato, o si lo que hizo fue como un gesto dadivoso hacia su único hijo. A pesar de vivir libremente, bajo ningún tipo de atadura; Raoul y yo siempre añoramos una familia, lo que se sentiría ser parte de una y poder experimentar vívidamente lo que es ser queridos por unos padres. La idea siempre fue un sueño, una vaga ilusión que jamás pudimos alcanzar y mucho menos ver realizada. Nos reconfortaba saber que nos teníamos el uno al otro, como hermanos, y como fieles e incondicionales compañeros de aventuras en las buenas y en las malas, de esa manera sentimos que no estábamos solos en el mundo. Raoul, tuvo la fortuna de toparse con un buen hombre que le acogió como a un hijo y le dio la oportunidad comenzar una nueva vida, desde cero. Pero aun cuando tomamos caminos separados nunca dejamos de ser hermanos. Nuestra hermandad siempre nos mantuvo unidos.

“Nunca he estado más convencido de dar este paso en toda mi vida, Raoul. Sé que es una locura, una estupidez precipitarse de esta forma, pero la quiero... más de lo que te puedes imaginar. ¿Qué sentido tiene esperar? Lo que siento por ella va mas allá de un capricho pasajero. Es… algo que nunca antes había sentido con nadie más. Hermano, el amor a primera vista no necesita mucho preámbulo. Siento que a su lado encontraré la felicidad y estabilidad que por mucho tiempo he buscado; solo espero no equivocarme con esto que siento”. Recuerdo haberle dicho con toda seguridad. Tiempo, pero por sobretodo, paciencia, era lo que necesitaba para poder ganarme un lugar en su corazón. Deseaba que cuando Lyra me quisiera fuera sinceramente. No quería un matrimonio basado en mentiras, en apariencias, en una simple obligación, anhelaba un sentimiento real entre nosotros, algo único. Siempre he estado en contra de los ideales puristas, y eso es algo que le deje en claro al señor McGreevy desde un principio al revelarle la verdad de mi origen. Creí que confesándole mi origen mestizo se arrepentiría de concederme el permiso de pretender a su sobrina, y a pesar de que su rostro se contrajo a causa de la sorpresa… fingió no darle la menor importancia al hecho de que era hijo bastardo ni a la sangre mestiza que corre por mis venas. No me avergüenzo de ser un mestizo, y jamás he pretendido ser alguien que no soy. Aun cuando le dije a Robert que quería sincerarme con Lyra, él insistió en que mantuviéramos en secreto la verdad de mi origen por un tiempo. Si sus amistades cercanas supieron que dentro de unos meses Lyra McGreevy se convertiría en la esposa de un mestizo, el buen nombre de su familia se vería manchado y deshonrado por permitir mi matrimonio con una señorita de la alta sociedad mágica, y eso era algo que Robert McGreevy quería evitar a toda costa.    
 
Por primera vez en mi vida asumiría un compromiso similar al que tengo con los miembros de mi tripulación. Un compromiso para toda la vida. Uno del que estoy seguro que jamás me arrepentiré. Me esforzaría por merecerla, hacerla feliz cada día de nuestras vidas, nada deseaba más que poder compartir nuestros sueños, metas y esperanzas, como una verdadera familia. Una sonrisa se formó sutilmente en mis labios al sentir que me correspondía nerviosamente de la misma forma al pasar sus brazos alrededor de mi cuello. La calidez de sus labios me hizo atraerla hacia mí, deseando poder sentirla por unos instantes que quise prolongar el mayor tiempo posible antes de separarnos. – Perdona mi atrevimiento… no fue mi intención hacerte sentir incómoda. – acaricié suavemente sus labios con mi pulgar, mirándole como un hombre enamorado, pero a la vez transmitiéndole mis disculpas por haberme dejado llevar por el placer de besarla sin su permiso.

Entiendo que se sienta cohibida, abrumada por las demostraciones de afecto en público, su comportamiento es muy normal entre las señoritas de su clase, pero en el personal… es algo que en verdad me gustaría que cambiáramos. No quería que sintiera pena… y menos conmigo. Quería que me tuviera confianza como para hablar de sus problemas, de sus inquietudes. Deseaba que me abriera las puertas de su corazón sin miedo, sin ninguna duda. – Lyra… dentro de unos meses seremos marido y mujer, estaremos casados por todas las leyes existentes. No hay razón para que te sientas avergonzada de una muestra de afecto muy común entre dos personas que se quieren, mi amor… – la reconforté cariñosamente, besando su frente sin ninguna vergüenza. Quería demostrarle de una y mil formas lo mucho que la amaba, pero sin dejar de comportarme con galantería y respeto. Tampoco había necesidad de apresurar las cosas, el tiempo haría que superáramos estas pequeñas barreras con calma. – Esta bien, mi amor… haremos las cosas a su modo. – sonreí de lado, sin oponerme a la idea de los quinientos invitados a la ceremonia por cortesía de Robert. Aun sigo pensando que la idea es poco ortodoxa y extravagante, pero todo sea por darle gusto al tío de mi futura esposa. ‘Mi esposa’ El significado de la palabra me lleno de júbilo, de una ilusión inimaginable.

Mi mirada la siguió en silencio, para así poder darle su espacio. Sé que no debo presionarla, pero no soportaba estar lejos de ella ni por un instante. Cada minuto, cada segundo a su lado valía mucho para mí. – Significan mucho para él, Lyra… mucho más de lo que puede expresar, me atrevería a decir. – repuse con sinceridad, acercándome lentamente para acortar la estrecha distancia que nos separaba al uno del otro, delineando su cintura con suaves caricias al momento de estrecharla, y besar cálidamente su mejilla. – Espero que con el tiempo me permitas demostrarte que no existe razón para callar el amor que sientes por una persona. No si tu corazón es el que habla. – Mis palabras fueron quedas, un susurro sincero a su oído. No quería que Lyra tuviera miedo de sus sentimientos, si no que tuviera el valor de expresarlos sin temor a nada. – Jamás temas a lo que sientes ni a lo que puedas sentir. – la hice girar suavemente sobre si misma, deseando deleitarme con la dulzura de su mirada, con la fragilidad y delicadeza sus facciones, como las de una muñeca de porcelana. Mi mirada acarició su rostro silenciosamente, seguidamente tomé su mano con delicadeza entre la mía para que mis labios pudieran rozar su piel al depositar un pequeño beso. Tenerla cerca me hace sentir… nervioso, ansioso, como un adolescente enamorado por primera vez. He llegado a sentir cariño por las mujeres que he tenido, pero lo que siento por Lyra no se compara con nada que haya sentido antes. Por primera vez, estaba enamorado... y de una forma única, irrepetible. – Lyra, sé que en estos momentos no significo mucho en tu vida, pero eso es algo que quisiera cambiar, si me lo permites. No quiero que me veas como a un desconocido, quisiera… que no solo me vieras como a tu futuro esposo, si no como a un amigo, alguien en quien puedes confiar sin miedo. Lo único que te pido es la oportunidad de demostrarte el hombre que en realidad soy. – Una vez más deje que la sinceridad de mi corazón se expresara. – Por favor, no desconfíes de mí… ni de mis intenciones. – le pedí con la mirada, antes de responder a sus preguntas. – Así es… – corroboré a su afirmación sobre si era sanador esbozando una cálida sonrisa. – La sanación ha sido una de mis mayores pasiones en la vida, desde niño me sentí fuertemente atraído por esta labor humanitaria. – confesé abiertamente, instintivamente mi mano se cerró alrededor de la suya, afianzando su contacto y la calidez que me producía ese tímido gesto de su parte, antes de comenzar a caminar con ella. – Mi padre… siempre tuvo la mala costumbre de maltratar a sus sirvientes, a los elfos domésticos. Un mínimo error… y eran cruelmente castigados por su falta. – corrí la mirada abrumado brevemente por los recuerdos. – La mayoría de los magos y las brujas ven en los elfos un símbolo de esclavitud, de sometimiento; y mi padre fue uno de ellos. Son criaturas, Lyra… sienten y sufren de la misma manera que nosotros. Por esa y otras razones, elegí este camino para ayudar independientemente a toda criatura o persona. – Ni siquiera se por que le estoy diciendo esto, jamás he hablado de mi pasado, ni de todo lo que viví durante mi niñez a lado de mi padre. No es algo agradable. – ¿Qué me dices de ti? ¿Es verdad que entre tus pasiones se encuentra… la jardinería y el quidditch? – inquirí sonriente, pasando un brazo alrededor de su cintura para estrecharla cariñosamente.
ιzzy нale
ιzzy нale
Admin

Mensajes : 2722
Fecha de inscripción : 23/10/2009
Edad : 33
Localización : ѕleepy нollow,,*

https://izzy.forosactivos.net

Volver arriba Ir abajo

[ # ] Erik Beaumont Empty Re: [ # ] Erik Beaumont

Mensaje  ιzzy нale Mar Dic 03, 2013 4:10 am

Lyra McGreevy
Lyra Sophia McGreevy
17 años Hufflepuff (Septimo) Cazadora & Capitana del equipo de Hufflepuff Sangre Pura
Esta Con: Erik Beaumont Hogsmeade


"Esto es lo que mis padres hubiesen querido" me recordé mentalmente las palabras del Tio Robert habían tenido el efecto deseado en mi había aceptado casarme. Pero no podía evitar preguntarme si lo que mi tío me decía era cierto, si claro mis padres fueron personas influyentes y bastante queridas dentro de la sociedad mágica pero papa jamas fue alguien que se guiaba por ideales puristas por lo menos eso es lo que Zephyr me contó sobre el. Tenia que admitir que aveces envidiaba a mi hermano porque el tuvo la oportunidad de pasar tanto tiempo con Mama y Papa el si los conoció realmente, en cambio yo? Yo solamente tenia un par de fotografías y viejas cartas que no me ayudaban en nada. Mis padres siempre habían sido el misterio mas grande en mi vida, porque aveces juraba acordarme de algo pero no sabia si eran recuerdos que fabrique o si realmente habían pasado.

Lo único que yo tenia para guiarme era lo que todo el mundo decía y según las amistades de mis padres yo era idéntica a mi madre aunque en mi opinión ella fue mucho mas hermosa. Los necesitaba tanto en estos momentos porque no sabia con quien hablar de esto, y una parte de mi sospechaba que si ellos estuviesen presente todo esto no estuviera pasando. La fortuna de la familia estaría bien, yo estaría solamente enfocada en terminar mis estudios y en ganar la copa de quidditch en lugar de estar planeando una boda que no quería. Estaba tan frustrada con toda esta situación que no sabia si gritar o golpear algo. Deseaba tanto ver a Balth, poder abrazarlo y que el me dijese que todo iba a estar bien, que íbamos a encontrar la solución juntos tal y como siempre lo habíamos echo.

El hablo y volvió a besar mi frente a lo que yo suspire pero asentí con la cabeza lo que decía tenia mucho sentido pero no era fácil de olvidarse de lo que te han inculcado toda la vida. "No lo dudo" le dije lo mas educadamente posible. "Tenerle confianza a alguien es primordial y yo también quiero que exista entre nosotros" estaba haciendo las cosas por el lado amable porque a pesar de querer odiarlo por lo que me estaba haciendo una parte de mi sentía pena por el y porque si esta iba ser mi vida no iba a dejar que se convirtiera en un infierno. "Pero eso es algo que solamente se siente, no tienes que demostrarlo todo el tiempo" le explique mientras ladeaba la cabeza un poco y pasaba una mano por mi cabello de forma nerviosa. "Y es como te dije para una señorita no es bien visto que se este besando en publico con su novio o futuro esposo" Si claro mi manera de pensar era algo anticuada y en muchas ocasiones Robyn me lo había dicho pero como sea era mi forma de pensar y me había funcionado bien por mucho tiempo. Seria terriblemente grosero pedirle que me llamase Lyra? "Claro que si, ademas tiene derecho tu misma se lo has dado al haber aceptado casarte con el" volvió a decirme mi cabeza y sabia que tenia razón por lo tanto iba tener que aguantarme y tal vez me llegaría a acostumbrar.  

Por Merlin eso iba ser mi vida? Costumbre? Iba a acostumbrarme a todo? A tener que estar junto a el, a que me besara, a que me abrazara. Yo no quería eso, yo siempre pensé que iba a poder elegir mi camino que iba a estar con la persona que amaba y que todo iba a ser una gran aventura como en todos los cuentos. Y ahora todo era tan irónico que justamente me daba risa pensar en ello. No por nada mi hermano siempre dijo que era demasiado ingenua. Sonreí complacida al escucharlo y después suspire cuando el hablo de mi tío. "No es una persona expresiva y mucho menos de muchas palabras pero se que nos quiere, el  nos vio crecer a mi un poco mas que Zephyr y para mi es mas que mi tío, es mi padre" Eso no era mentira de cierta forma el Tio Robert era mucho mas mi padre que Arthur McGreevy al que solo conocía por historias y viejas memorias. "Gracias" le dije sinceramente complacida por el echo de que accediera a hacer las cosas tal y como mi tío las había pedido. Ademas el que mi tío planeara la boda me iba a quitar esa responsabilidad a mi y me iba dejar seguir negando mi nueva realidad.

Volví a tensarme cuando sentí aquellas caricias en mi cintura, y sin poder evitarlo sentí como es que se erizaba mi piel y como mi respiración se entrecortaba a causa de aquel delicado contacto el cual era bastante placentero. "Pero en que piensas?" demando mi cabeza lo cual logro hacerme reaccionar porque por un momento logre olvidarme de toda preocupación que me abrumaba y solamente estaba enfocada en sentir. "Que es lo que diría tu novio? Como te atreves!" eran palabras que estaban recorriendo mi cabeza, porque sabia que estaba mal y me estaba reclamando a mi misma. No podía dejarme llevar por algo tan simple como eso, Erik Beuamont podía ser el hombre mas guapo en todo el universo entero y de cierta forma no dudaba que eso no fuera cierto y en algún momento llegue a pensar que si no fuese por el amor que le jure a mi novio tal vez hubiese recibido este compromiso con los brazos abiertos o por lo menos lo hubiese tomado de mejor manera. Porque tenia que ser tan demostrativo? Mi impresión de el definitivamente era una confusa porque lo había observado durante la cena que mi tío ofreció en nuestra casa la cual fue como pedir mi mano. Pero eso no era lo importante si no que el parecía estar tan fuera de su elemento a pesar de saber comportarse y fingir bastante bien no se algo en su mirada me decía que todo era nuevo para el como si todo lo experimentara por primera vez. Solté un suspiro cuando escuche sus palabras y una vez mas sentí como es que mi piel reaccionaba porque podía sentir su aliento y estaba tan cerca que era todo un remolino de sensaciones. Abrí la boca para decir algo pero esto se vio interrumpido cuando el logro hacerme girar y mis ojos se encontraron con el azul de los suyos y no pude evitar mas que observarlos porque eran un azul precioso como el color del océano. Siempre había sentido debilidad por ese color de ojos porque para mi eran como un espejo y siempre le había dicho a Balth que me gustaba mucho verme reflejada en ellos tal y como estaba pasando ahora.

Era demasiado sincero y bastante directo y no podía negar que era una cualidad digna de admiración mis ojos aun estaban pegados a los suyos cuando el hablo y yo asentí con la cabeza sin saber realmente que decir porque no tenia idea de que contestarle a lo que me acaba de decir por lo que simplemente hice lo primero que se me vino a la cabeza: Subí una de mis manos para acariciar su rostro y me incline hacia sus labios para besarlos, mi intención era un beso corto y sencillo como diciendo quiero lo mismo sin tener que hablarlo pero sin pretenderlo mis brazos volvieron a encontrar su cuello y lo acerque a mi, disfrutando una vez mas de la extraña sensación que se producía en e mi al tenerlo cerca. No estaba segura de cuanto tiempo es que paso pero al separarnos sentí como es que el calor llenaba mis mejillas por completo y por unos segundos baje la mirada a forma de la vergüenza que ahora sentía. Aunque sospechaba que era mas por sentirme como la peor de las personas por haber disfrutado de aquel beso que por el echo de haberlo besado después de todo había besado a alguien antes. Agradecí en silencio cuando el contesto mi pregunta y empezamos a caminar, mi rostro demostraba interés y es que en el fondo lo sentía quería saber mas de el. Sentí como es que su mano apretaba la mía y no pude evitar mas que observar nuestras manos entrelazadas por un instante. "Te entiendo" le dije suavemente mientras lo observaba con atención. "Jamas eh sentido simpatía por las personas que maltratan a una criatura inocente, y en casa no me gusta darle ordenes a los Elfos mucho menos cuando se equivocan verlos castigarse a si mismos es demasiado" Y era cierto normalmente yo hacia todo lo posible por que los elfos que estaban bajo a nuestro servicio no se lastimaran a si mismos pero no siempre tenia éxito.

"Es muy admirable lo que haces sabes?" le dije sinceramente y arrugando la nariz un poco "Muchos en tu lugar se hubiese dedicado a los negocios familiares y a disfrutar de su fortuna" dije con con sinceridad y lo sabia cierto pero ahora que me decía estas cosas me hacia sentir aun mas mal de lo que ya lo hacia porque parecía ser una persona decente. "Pero te compro Lyra, no lo olvides" escuche a mi cabeza decir y eso era suficiente para regresar al mismo lugar de siempre al resentimiento. El pregunto sobre mis intereses y mi rostro inmediatamente se ilumino cuando menciono al Quidditch. "Estoy en el equipo de mi casa desde mi tercer curso" le conteste con cierto orgullo "En mi opinión aquel deporte es mi único talento natural" le explique sin vergüenza alguna y con mucha emoción. "Podría pasar todo el tiempo volando, es una sensación indescriptible lo mas parecido a lo que siento cuando lo practico es libertad, una libertad infinita porque estando en un estadio puedo olvidarme de todo" volví a decir sabiendo que mi mirada se iluminaba por completo al hablar de aquel juego que tanto me apasionaba. "Es mi mayor ambición convertirme en una jugadora profesional para la desgracia de mi tío" le dije encogiendome de hombros. "Jamas le gusto que pasara todo mi tiempo practicando cuando debía estar sentada en casa aprendiendo pintura y todo lo que hace una señorita respetable pero supongo que se resigno" le comente con cierta diversión aunque las gracias se las debía a mi hermano quien jamas me permitió dejar el deporte a un lado porque el sabia cuando adoraba jugar. "En cuando a la jardinería, me gustan mucho las flores no se el llenar el lugar donde este de flores hace que todo sea mas alegre, bonito y incluso aveces siento que estoy dentro de una historia o algo parecido cuando me pierdo en los jardines de mi casa" le conté con ilusión mientras acariciaba su brazo que ahora estaba alrededor de mi cintura.
ιzzy нale
ιzzy нale
Admin

Mensajes : 2722
Fecha de inscripción : 23/10/2009
Edad : 33
Localización : ѕleepy нollow,,*

https://izzy.forosactivos.net

Volver arriba Ir abajo

[ # ] Erik Beaumont Empty Re: [ # ] Erik Beaumont

Mensaje  ιzzy нale Mar Dic 17, 2013 5:21 am


Erik Beaumont
as: Erik Doran Beaumont Vane
25 años Ex Miembro de la Casa de Gryffindor Sanador en el Hospital San Mungo
Animago Ilegal (Lobo Estepario) Ejército del Fénix Sangre Mestiza
[ Está con: Lyra McGreevy ;; En Hogsmeade ]
– ¿Qué me dices de ti? ¿Es verdad que entre tus pasiones se encuentra… la jardinería y el quidditch? – inquirí sonriente, pasando un brazo alrededor de su cintura para estrecharla cariñosamente.
ιzzy нale
ιzzy нale
Admin

Mensajes : 2722
Fecha de inscripción : 23/10/2009
Edad : 33
Localización : ѕleepy нollow,,*

https://izzy.forosactivos.net

Volver arriba Ir abajo

[ # ] Erik Beaumont Empty Re: [ # ] Erik Beaumont

Mensaje  Contenido patrocinado


Contenido patrocinado


Volver arriba Ir abajo

Volver arriba


 
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.