Royal,,* [ Zara + Alex ]

**ιzzy нale** Dom Sep 18, 2011 11:07 pm

Zara Phillips
as: Zara Anne Elizabeth Phillips
Universitaria - Tercer año (Enfermería) >> Equitación ;; Teatro & Música ;; Natación
[ Con Disponible // ???? ]

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Desde el momento en que mis padres tomaron inapelablemente las riendas de mí vida; nada volvió a ser como antes. A raíz de mi compromiso con Nicholas Tyree, todo mi mundo, lo que alguna vez soñé que sería mi vida idealizada en un futuro, fue como tirarla ingenuamente por la borda sin el más mínimo ápice de consideración. Desde hace algún tiempo he tenido la sensación de ver pasar toda mí vida frente a mis ojos… una vida que evidentemente no tuve oportunidad de elegir, al verme obligada y no tener más remedio que aceptar las imposiciones de mí familia. Por otro lado, luego de conocer a Nicholas caí en cuenta del error que cometí al juzgarlo injustamente sin antes tener la oportunidad de conocerlo. Con el paso del tiempo, descubrí que Nicholas era un hombre de buenos sentimientos... con facetas que nunca antes creí imaginarme ni mucho menos descubrir en una persona de su edad; lo que eventualmente me hizo aprender a valorarlo como ser humano. A ciencia cierta no estaba enamorada de Nicholas, mi prometido, pero gracias al trato frecuente desarrollé un cariño muy especial hacia él. Incluso me atreví a pensar que la unió entre nosotros podría llegar a funcionar. Y ahora, con el inesperado fallecimiento de Nicholas… los pedazos del mundo que intentaba reconstruir, se desmoronaron de la misma manera que una ola suele llevarse a su paso un castillo de arena.

La muerte de Nicholas, ha sido una situación y un golpe terrible que he tenido que aprender a sobrellevar en silencio; si hay algo que he aprendido de mi abuela es a anteponer mis obligaciones antes que mis sentimientos. Es por esa razón que he sufrido en silencio ante las circunstancias de haber perdido un amigo, una persona que me demostró su apoyo incondicional y estuvo a mí lado en los momentos de soledad, siempre dispuesto a tenderme una mano y hacerme ver la vida y la realidad desde una perspectiva diferente. Por otro lado, sabía que no podía mandar en mi corazón y lo peor de toda esta situación era que… no era capaz de sacar de mis pensamientos su mirada… ¿Por qué motivo no podía dejar de pensar en él…? Y lo más desconcertante es que por un momento fui capaz de creer que mis padres y Alessandro dejarían de lado la idea del compromiso y en vista de la inesperada partida de Nicholas el compromiso quedaría disuelto. Pero, al parecer ni mis padres ni Alessandro planeaban deshacer la unión que por común acuerdo ya estaba hecha. Cuando mis padres me dieron la noticia de que el compromiso seguía en pie… no podía creerlo; en primer lugar la idea de que alguien ocupara el lugar de Nicholas, lo consideraba un insulto a su memoria. Pero, por otro lado, al saber que se trataba de la misma persona que desde hace tiempo ocupa mis pensamientos… me resultaba absurdo e incluso irónico. Nunca he comprendido la manera de trabajar de la vida… pero, empiezo a creer que está empeñada en hacerme sufrir altibajos, de manera que comparaba mi vida como una montaña rusa de emociones.

Respiré profundamente, dejando que mis pulmones se llenaran del aire puro y de la sensación de paz y tranquilidad que irradiaba a mí alrededor. Hoy, era un día realmente hermoso, ideal para un día de campo o para pasar el resto del día disfrutando de la hermosa vista que brindaba el lago... por lo que opté por aprovecharlo en compañía de Finn, mi fiel cachorro. Agité el frisbee, antes de lanzarlo y observar de manera divertida como Finn corría y posteriormente saltaba ágilmente hasta atraparlo con la boca y lo traía dócilmente para que se lo lanzara nuevamente. Admito que hubo un momento en el que lo lancé demasiado lejos… fuera del alcance de Finn; lo peor de todo es que el frisbee había ido a parar casi a las orillas del lago. Le hice una seña a Finn, en lo que nos echábamos a correr y a medida que nos acercábamos pude percatarme que el frisbee accidentalmente había golpeado a una persona que aparentemente estaba disfrutando del día tanto como nosotros. – Lo siento mucho – me disculpé inmediatamente, agachando la mirada en un gesto sumiso, impidiendo que Finn se abalanzara sobre aquel joven que sostenía el frisbee. – Quieto, Finn… – añadí, colocándole la correa. – No fue nuestra intención… espero que… – La oración quedó a medias, debido a que justo cuando alcé la vista me encontré con su mirada. Extrañamente sentía la boca reseca… y a la vez era incapaz de pensar en algo coherente que decir, era como si… hubiera recibido un balonazo en la cabeza. Me dediqué a mirarlo fijamente a los ojos por varios segundos… tenía la certeza de que los latidos de mi corazón me delatarían en cualquier momento a causa del silencio y propagado que reinaba a nuestro alrededor únicamente roto por el sonido del viento soplando los árboles, el sonido del agua, sonidos única y exclusivamente de la naturaleza. – ¿Tú…? – Aún cuando mi voz sonaba mortecina, trate de no prestarle la más mínima atención. No podía creer que él… justamente él… estuviera aquí.