[ # ] Claire Burton
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[ # ] Claire Burton
ιzzy нale Vie Ago 09, 2013 3:40 am
. Claire Burton .
as: Claire Nell Burton Everglot
● 19 años # Primer año de Bellas Artes # Facultad de Arte # Campus # The Misfits
# Consejo de Estudiantes » Esgrima # Trabaja en la Galería de Arte como Restauradora
[ Está con Stefan Archivald ;; Área de Camping ]
● 19 años # Primer año de Bellas Artes # Facultad de Arte # Campus # The Misfits
# Consejo de Estudiantes » Esgrima # Trabaja en la Galería de Arte como Restauradora
[ Está con Stefan Archivald ;; Área de Camping ]
Una estúpida. Eso es lo que era… una estúpida por no ser capaz de olvidarse de todo. ¿Cómo es posible que todavía siga teniendo sentimientos latentes por el chico que me rompió el corazón y que me fue infiel con otra? ¿Por qué? ¿Por qué razón no he podido dejar de pensar en el todo este tiempo? ¿Por qué no he tenido el valor de deshacerme de sus fotos? ¿De todos sus detalles? Fui una tonta… una verdadera tonta al pensar que él era el indicado, por darme el privilegio de soñar, de fantasear como una niña ante la ilusión de haber encontrado al príncipe azul que la rescataría de la torre. Theo Burke no era el chico perfecto, como toda persona estaba llena de defectos, pero eso es algo que nunca me importó. Por que cuando quieres realmente a una persona, la quieres con todo y sus defectos. Theo y yo éramos como el agua y el aceite. Dos polos completamente opuestos. El ying y el yang.
Con frecuencia discutíamos, pero nunca durábamos ni una semana peleados y al final del día tratábamos de arreglar las cosas entre nosotros. Ya que Theo siempre encontraba la forma de contentarme, dejando atrás todos los malententidos entre nosotros. Nuestra relación marchaba bien, poco nos faltaba para cumplir los seis meses, todo era maravilloso, vivía en un cuento de hahdas, cuando entonces pasó. Encontrarlo cómodamente en brazos de otra mató todas mis ilusiones. Su traición me destrozó el corazón, y desde ese día, algo cambió dentro de mí. Ingenuamente había entregado mi corazón para que en la primera oportunidad lo apuñalaran.
Las lágrimas nunca han logrado resolver nada, pero le lloré y mucho… todas las noches, en la soledad de mi habitación, le lloraba hasta quedarme dormida. Desahogarme llorando era la única forma de liberarme de ese maldito dolor en mi pecho, de olvidarme por un momento de lo que me hizo hasta que el sueño y el cansancio me vencieran. ¿Qué fue lo que pasó entre nosotros? ¿Qué fue lo que hicimos mal? ¿Cómo fue capaz de hacerme esto? Hubiera querido saberlo, juro que si. Pero el daño estaba hecho… y nada podría remediarlo. Eso me ganaba por ser una soñadora empedernida y por pensar que Theo podría cambiar… por mí.
Theo era tan popular entre las mujeres que nunca faltó aquella que me faltara el respeto. Evidentemente, él nunca se enteró de esto. No por que no tuviera la confianza para decírselo, si no por que en mis venas nunca ha corrido la sangre problemática, y lo que menos quería era hacer una tormenta en un vaso de agua. La única persona que fue consciente y testigo de todo lo que tuve que pasar fue… Stefan, el mejor amigo de Theo, quien siempre aparecía en el momento oportuno para defenderme y poner un alto a las groserías por parte de las ex novias y las enamoradas de Theo. ¿Cómo era la relación con el mejor amigo de mi antiguo novio? Extrañamente increíble. Entre Stefan y yo… surgió un sincero lazo de amistad que me ha hecho sentir agradecida de haberlo conocido y por formar parte de mi vida. Cada vez que Theo y yo peleábamos por idioteces, Stefan era el primero en reconfortarme con palabras cálidas cuando me encontraba con lágrimas en los ojos, indicio claro de que Theo y yo habíamos vuelto a pelear. Stefan, era quien generalmente me hacía ver lo mucho que a Theo le importaba; haciéndome ver que no debia dejarme llevar por los rumores de pasillos. Y yo le creía, siempre creí sus palabras… por que Theo me importaba y no quería perderlo. Stefan… era un gran amigo, su opinión, era lo más valioso para mí, y cuando estábamos juntos, solíamos divertirnos a lo grande.
Añoraba poder olvidar todo. Pero el dolor de su traición me impedía perdonarlo. Y es que solo una estúpida, como yo, es capaz de seguir queriendo al chico que destrozó sus ilusiones y rompió su corazón en mil pedazos. Había pasado la mayor parte del verano ayudando a Papá en la Galería de Arte, él solo no se daba abasto preparando sus clases, sus conferencias en la universidad de Oxford, atendiendo la cafetería y restaurando las obras de arte que nos llevaban. Y entre las constantes idas a los museos para restaurar algunas que tienen más de mil años. Nuestro tiempo se iba volando. Amaba compartir y pasar tiempo con Papá, y nada me costaba ayudarlo. Es más… amaba nuestra pequeña Galería tanto como él. Una de las cosas que heredé de Papá fue su sincero amor por el arte. Mis mayores influencias eran Monet y Van Gogh, y aún cuando mis padres me apoyaban incondicionalmente en mis sueños y proyectos para el futuro, todavía no me sentía lista para exponer y dar a conocer mi trabajo al mundo entero.
En el cielo londinense pocas veces se vislumbraba el sol entre las nubes grises, las cuales pronosticaban clima lluvioso. Londres siempre se ha caracterizado por su clima lluvioso y cielo nublado. Por lo que cielo azul y soleado, constrataba con mi piel pálida y falta de color. Mamá decía que me faltaba broncearme un poco, y nada me gustaría más que seguir su consejo, solo que en este preciso momento no me apetecía ir a la playa. Tal vez más tarde. Ante todo prefería la tranquilidad del bosque, antes que el bullicio. Leía cómodamente en el sofá-columpio que estaba situado afuera de nuestra cabaña… en mi regazo descansaba nada menos que una de las obras drámaticas más famosas de Shakespeare y de la literatura, El Rey Lear. Sin duda una de mis favoritas. A pesar de que mi mente aún divagaba con las últimas palabras del II acto, súbitamente la imagen de Theo vino a mis pensamientos… lo que ocasino que tocara casi inconscientemente el colgante que me regaló en nuestro primer aniversario, y que todavía llevaba puesto. Odiaba tener que pensar en él… juro que desearía poder olvidarlo, pero… ¿Cómo? ¿Cómo arrancarlo de mis pensamientos? Una lágrima de dolor y tristeza rodó por mi mejilla hasta perderse en la curvatura de mi cuello. Fue en ese preciso instante cuando caí en cuenta de la presencia de Stefan, quien me me miraba fijamente. “Demonios…” pensé apabullada, limpiando todo rastro de humedad en mi rostro. “Que no lo haya notado… que no lo haya notado…” rogaba para mis adentros. – Oh… ¡Hola Stefan! Lo siento mucho… no se… donde tenía la cabeza… me perdí de lleno leyendo. – dije torpemente, removiéndome incómoda en mi lugar. Solo a mí se me ocurren las excusas más tontas… – ¿Qué tal la pasaste anoche? ¿Se divirtieron? – quise saber con una pequeña y sincera sonrisa, para no delatarme delante de él. No quería que Stefan supiera que había vuelto a llorar por causa de Theo, por eso me esforcé en sonreír. El era mi más grande apoyo, mi amigo y lo necesitaba ahora más que nunca para no volver a caer en lo mismo. – ¡Vaya victoria la de ayer! Pero ni crean que nos dejaremos vencer. – le dije toda bromista. Me hubiera gustado estar en el mismo equipo que Stefan, pero una sana competencia siempre era muy divertida. – Lamento mucho no haberlos podido acompañar anoche, pero la verdad es que no me sentía muy bien. – Otro pretexto mas a la lista, pero lo cierto es que no queria estropearles la noche a Stefan y a su novia con mi presencia. Además… me he dado cuenta de que a ella no le agrado, y era mejor así. No quisiera que por mi culpa las cosas entre ellos se estropearan. Por eso fue que le mentí a Stefan diciendo que me sentía mal por algo que comí.
Con frecuencia discutíamos, pero nunca durábamos ni una semana peleados y al final del día tratábamos de arreglar las cosas entre nosotros. Ya que Theo siempre encontraba la forma de contentarme, dejando atrás todos los malententidos entre nosotros. Nuestra relación marchaba bien, poco nos faltaba para cumplir los seis meses, todo era maravilloso, vivía en un cuento de hahdas, cuando entonces pasó. Encontrarlo cómodamente en brazos de otra mató todas mis ilusiones. Su traición me destrozó el corazón, y desde ese día, algo cambió dentro de mí. Ingenuamente había entregado mi corazón para que en la primera oportunidad lo apuñalaran.
Las lágrimas nunca han logrado resolver nada, pero le lloré y mucho… todas las noches, en la soledad de mi habitación, le lloraba hasta quedarme dormida. Desahogarme llorando era la única forma de liberarme de ese maldito dolor en mi pecho, de olvidarme por un momento de lo que me hizo hasta que el sueño y el cansancio me vencieran. ¿Qué fue lo que pasó entre nosotros? ¿Qué fue lo que hicimos mal? ¿Cómo fue capaz de hacerme esto? Hubiera querido saberlo, juro que si. Pero el daño estaba hecho… y nada podría remediarlo. Eso me ganaba por ser una soñadora empedernida y por pensar que Theo podría cambiar… por mí.
Theo era tan popular entre las mujeres que nunca faltó aquella que me faltara el respeto. Evidentemente, él nunca se enteró de esto. No por que no tuviera la confianza para decírselo, si no por que en mis venas nunca ha corrido la sangre problemática, y lo que menos quería era hacer una tormenta en un vaso de agua. La única persona que fue consciente y testigo de todo lo que tuve que pasar fue… Stefan, el mejor amigo de Theo, quien siempre aparecía en el momento oportuno para defenderme y poner un alto a las groserías por parte de las ex novias y las enamoradas de Theo. ¿Cómo era la relación con el mejor amigo de mi antiguo novio? Extrañamente increíble. Entre Stefan y yo… surgió un sincero lazo de amistad que me ha hecho sentir agradecida de haberlo conocido y por formar parte de mi vida. Cada vez que Theo y yo peleábamos por idioteces, Stefan era el primero en reconfortarme con palabras cálidas cuando me encontraba con lágrimas en los ojos, indicio claro de que Theo y yo habíamos vuelto a pelear. Stefan, era quien generalmente me hacía ver lo mucho que a Theo le importaba; haciéndome ver que no debia dejarme llevar por los rumores de pasillos. Y yo le creía, siempre creí sus palabras… por que Theo me importaba y no quería perderlo. Stefan… era un gran amigo, su opinión, era lo más valioso para mí, y cuando estábamos juntos, solíamos divertirnos a lo grande.
Añoraba poder olvidar todo. Pero el dolor de su traición me impedía perdonarlo. Y es que solo una estúpida, como yo, es capaz de seguir queriendo al chico que destrozó sus ilusiones y rompió su corazón en mil pedazos. Había pasado la mayor parte del verano ayudando a Papá en la Galería de Arte, él solo no se daba abasto preparando sus clases, sus conferencias en la universidad de Oxford, atendiendo la cafetería y restaurando las obras de arte que nos llevaban. Y entre las constantes idas a los museos para restaurar algunas que tienen más de mil años. Nuestro tiempo se iba volando. Amaba compartir y pasar tiempo con Papá, y nada me costaba ayudarlo. Es más… amaba nuestra pequeña Galería tanto como él. Una de las cosas que heredé de Papá fue su sincero amor por el arte. Mis mayores influencias eran Monet y Van Gogh, y aún cuando mis padres me apoyaban incondicionalmente en mis sueños y proyectos para el futuro, todavía no me sentía lista para exponer y dar a conocer mi trabajo al mundo entero.
En el cielo londinense pocas veces se vislumbraba el sol entre las nubes grises, las cuales pronosticaban clima lluvioso. Londres siempre se ha caracterizado por su clima lluvioso y cielo nublado. Por lo que cielo azul y soleado, constrataba con mi piel pálida y falta de color. Mamá decía que me faltaba broncearme un poco, y nada me gustaría más que seguir su consejo, solo que en este preciso momento no me apetecía ir a la playa. Tal vez más tarde. Ante todo prefería la tranquilidad del bosque, antes que el bullicio. Leía cómodamente en el sofá-columpio que estaba situado afuera de nuestra cabaña… en mi regazo descansaba nada menos que una de las obras drámaticas más famosas de Shakespeare y de la literatura, El Rey Lear. Sin duda una de mis favoritas. A pesar de que mi mente aún divagaba con las últimas palabras del II acto, súbitamente la imagen de Theo vino a mis pensamientos… lo que ocasino que tocara casi inconscientemente el colgante que me regaló en nuestro primer aniversario, y que todavía llevaba puesto. Odiaba tener que pensar en él… juro que desearía poder olvidarlo, pero… ¿Cómo? ¿Cómo arrancarlo de mis pensamientos? Una lágrima de dolor y tristeza rodó por mi mejilla hasta perderse en la curvatura de mi cuello. Fue en ese preciso instante cuando caí en cuenta de la presencia de Stefan, quien me me miraba fijamente. “Demonios…” pensé apabullada, limpiando todo rastro de humedad en mi rostro. “Que no lo haya notado… que no lo haya notado…” rogaba para mis adentros. – Oh… ¡Hola Stefan! Lo siento mucho… no se… donde tenía la cabeza… me perdí de lleno leyendo. – dije torpemente, removiéndome incómoda en mi lugar. Solo a mí se me ocurren las excusas más tontas… – ¿Qué tal la pasaste anoche? ¿Se divirtieron? – quise saber con una pequeña y sincera sonrisa, para no delatarme delante de él. No quería que Stefan supiera que había vuelto a llorar por causa de Theo, por eso me esforcé en sonreír. El era mi más grande apoyo, mi amigo y lo necesitaba ahora más que nunca para no volver a caer en lo mismo. – ¡Vaya victoria la de ayer! Pero ni crean que nos dejaremos vencer. – le dije toda bromista. Me hubiera gustado estar en el mismo equipo que Stefan, pero una sana competencia siempre era muy divertida. – Lamento mucho no haberlos podido acompañar anoche, pero la verdad es que no me sentía muy bien. – Otro pretexto mas a la lista, pero lo cierto es que no queria estropearles la noche a Stefan y a su novia con mi presencia. Además… me he dado cuenta de que a ella no le agrado, y era mejor así. No quisiera que por mi culpa las cosas entre ellos se estropearan. Por eso fue que le mentí a Stefan diciendo que me sentía mal por algo que comí.
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Re: [ # ] Claire Burton
ιzzy нale Mar Ago 20, 2013 12:02 am
STEFAN ARCHIVALD
✘ Stefan August Archivald Luzzatto
✘22 Años✘ Segundo año de Derecho ✘Esgrima y Natación
✘ Esta con: Claire Burton ✘ En: Vacance Club
Tienes que sacártela de la cabeza. Esa era la frase que mayormente se había repetido en mi cabeza por el verano. Claro que había hecho cosas, me había ido de vacaciones con mi familia, había salido con amigos, y hasta había comenzado a salir con una chica, pero no había podido dejar de pensar en ella .Era como un disco interminable que no terminaba de tocar nunca, siempre la misma canción, en los momentos menos apropiados que me hacían recordar una y otra vez la presencia casi fantasmal de Claire. Era la novia de mi mejor amigo. O bueno hace un par de semanas por lo menos lo había sido hasta que Theo había cometido el peor error de su vida. Engañar a Claire era simplemente estar mal de la cabeza. ¿Cómo podías preferir a alguien más que a ella? Ella claramente era suficiente, era lo que necesitabas si querías ser feliz, pero para Theo no había sido suficiente, cuando para mi si lo seria. Desde aquel día Theo había dejado de ser mi mejor amigo solo para convertirse en la persona que hacia sufrir y llorar a una chica que no se lo merecía. Claire era como un soplo de aire fresco, esa clase de chica con la que nunca te cansabas de pasar tiempo a su lado, que tenía un gusto exquisito en música y arte, y con la cual yo personalmente me podía pasar horas y horas hablando sobre cualquier cosa.
Cuando Theo me había dicho que tenía novia, por un segundo había pensado que estaba bromeando, luego me había presentado a Claire y con mayor razón había pensado que estaba bromeando. ¿Cómo una chica como ella podía salir con alguien como él? Él era mi mejor amigo, yo lo quería y apreciaba, pero no tenía por qué negar que Theo podía ser un verdadero idiota que nunca pensaba en las consecuencias de sus actos. Pero sorprendentemente su relación parecía marchar bien, a pesar de peleas infantiles, y de discusiones que no tenían sentido alguno, me sentía bien al ayudarlos, a hablar con Claire y por sobre todas las cosas formar el lazo de amistad que nos unía hasta ahora. Y de verdad pensaba que mi amigo realmente la quería y lo menos que quería hacer era verla sufrir, pero en ocasiones también pensaba que él no podía evitarlo, que tenía grabado en su adn dejar ir a las cosas importantes de su vida solo por un segundo de diversión. Por eso cuando la relación llego a su fin después de que Theo engañara a Claire, me vi en una encrucijada: Claire o Theo, y la respuesta llego casi sin esperarlo. Claire me necesitaba mucho más.
No es que la amistad con Theo se hubiera acabado rápidamente, incluso lo había visto arrepentido y realmente afectado por el término de la relación con la pelirroja, pero ya nada podía hacer. Claire no era la clase de chica que perdonaba fácilmente una infidelidad por mucho más que yo hubiera incluso intermediado por mi mejor amigo, y que lo hubiera tenido que soportar borracho llorando por el amor que el mismo se había dado el lujo de perder. Pero poco a poco la relación se había desgastado, apenas nos veíamos y la verdad de las cosas es que prefería pasar más tiempo con Claire, que con mi mejor amigo, además, sentía la necesidad de hacerla sentir bien, aunque esto pusiera en peligro mi reciente relación.
Helena era hija de una de las mejores amigas de mi madre. Mama había insistido en varias oportunidades que saliera con ella, que parecía una buena chica y que seguramente sería de mi agrado. Siempre me había negado porque se me hacía algo raro que mi madre me prepara una cita, además no estaba tan desesperado en encontrarme una novia, pero cuando poco a poco había comenzado a sentir que mis sentimientos hacia Claire no tenían nada de fraternos o amistosos, le di una oportunidad. No era bueno pensar en la novia de tu mejor amigo como yo lo hacía con Claire y de alguna manera tenía que sacármela de la cabeza, aunque tampoco era bueno utilizar a Helena de aquella manera, pero poco a poco la había conocido, me había gustado y justo para el tiempo cuando Theo rompía con Claire, Helena se había convertido oficialmente en mi novia, lo cual simplemente había parecido irónico en mi mente.
Me había escapado de Helena por unos cuantos instantes, ya que iba a pasar la mañana con sus amigas tomando un poco de sol, sí, porque justamente ella también estudiaba en la universidad de Konstanz. Por eso me encaminaba hacia la cabaña de Claire, quizás podíamos pasar un tiempo juntos ya que la noche anterior se había inventado que se sentía mal, quizás conocía mucho a Claire, mucho más de lo que ella misma pensaba y sabía que estaba mintiendo. Me quede ahí, de pie, observándola leer en aquel columpio, iba a sonreír y llamar su atención para que se percatara de mi presencia, pero cuando la vi llorar…negué rápidamente con la cabeza. Odiaba a Theo, lo odiaba por hacer sufrir a alguien que no se lo merecía para nada. Cuando ella se percató de mi presencia me acerque a paso lento mientras me sentaba luego a su lado. Estire una de mis manos, para terminar de borrar el rastro de lágrimas que habían quedado en su rostro-No merece la pena Claire-susurre soltando un suspiro, como si ya estuviera cansado de repetirle siempre lo mismo. Pero suponía que no era lo que justamente ella necesitaba oír ahora mismo-¿Te sientes mejor?-pregunte ladeando la cabeza, iba a seguir con la idea de que la noche anterior se sentía mal y que eso justificaba su ausencia a la fiesta-Te extrañe ayer, pensé que te gustaría verme completamente borracho y hablando idioteces-intente bromear ligeramente encogiéndome de hombros, la verdad es que apenas había podido beber demasiado, a Helena no le gustaba el alcohol-Quizás eso te hace falta, emborracharte completamente, besarte con un desconocido y lamentarte la mañana siguiente-agregue sonriéndole de manera casi dándole ánimos. Claire no era ese tipo de chicas de eso estaba más que consiente-¿Cómo ha estado tu verano? ¿Mucho trabajo?-por los mensajes y mail había sabido que estaba ayudando a su padre, lo bueno es que era en algo que a la muchacha le apasionaba.
Cuando Theo me había dicho que tenía novia, por un segundo había pensado que estaba bromeando, luego me había presentado a Claire y con mayor razón había pensado que estaba bromeando. ¿Cómo una chica como ella podía salir con alguien como él? Él era mi mejor amigo, yo lo quería y apreciaba, pero no tenía por qué negar que Theo podía ser un verdadero idiota que nunca pensaba en las consecuencias de sus actos. Pero sorprendentemente su relación parecía marchar bien, a pesar de peleas infantiles, y de discusiones que no tenían sentido alguno, me sentía bien al ayudarlos, a hablar con Claire y por sobre todas las cosas formar el lazo de amistad que nos unía hasta ahora. Y de verdad pensaba que mi amigo realmente la quería y lo menos que quería hacer era verla sufrir, pero en ocasiones también pensaba que él no podía evitarlo, que tenía grabado en su adn dejar ir a las cosas importantes de su vida solo por un segundo de diversión. Por eso cuando la relación llego a su fin después de que Theo engañara a Claire, me vi en una encrucijada: Claire o Theo, y la respuesta llego casi sin esperarlo. Claire me necesitaba mucho más.
No es que la amistad con Theo se hubiera acabado rápidamente, incluso lo había visto arrepentido y realmente afectado por el término de la relación con la pelirroja, pero ya nada podía hacer. Claire no era la clase de chica que perdonaba fácilmente una infidelidad por mucho más que yo hubiera incluso intermediado por mi mejor amigo, y que lo hubiera tenido que soportar borracho llorando por el amor que el mismo se había dado el lujo de perder. Pero poco a poco la relación se había desgastado, apenas nos veíamos y la verdad de las cosas es que prefería pasar más tiempo con Claire, que con mi mejor amigo, además, sentía la necesidad de hacerla sentir bien, aunque esto pusiera en peligro mi reciente relación.
Helena era hija de una de las mejores amigas de mi madre. Mama había insistido en varias oportunidades que saliera con ella, que parecía una buena chica y que seguramente sería de mi agrado. Siempre me había negado porque se me hacía algo raro que mi madre me prepara una cita, además no estaba tan desesperado en encontrarme una novia, pero cuando poco a poco había comenzado a sentir que mis sentimientos hacia Claire no tenían nada de fraternos o amistosos, le di una oportunidad. No era bueno pensar en la novia de tu mejor amigo como yo lo hacía con Claire y de alguna manera tenía que sacármela de la cabeza, aunque tampoco era bueno utilizar a Helena de aquella manera, pero poco a poco la había conocido, me había gustado y justo para el tiempo cuando Theo rompía con Claire, Helena se había convertido oficialmente en mi novia, lo cual simplemente había parecido irónico en mi mente.
Me había escapado de Helena por unos cuantos instantes, ya que iba a pasar la mañana con sus amigas tomando un poco de sol, sí, porque justamente ella también estudiaba en la universidad de Konstanz. Por eso me encaminaba hacia la cabaña de Claire, quizás podíamos pasar un tiempo juntos ya que la noche anterior se había inventado que se sentía mal, quizás conocía mucho a Claire, mucho más de lo que ella misma pensaba y sabía que estaba mintiendo. Me quede ahí, de pie, observándola leer en aquel columpio, iba a sonreír y llamar su atención para que se percatara de mi presencia, pero cuando la vi llorar…negué rápidamente con la cabeza. Odiaba a Theo, lo odiaba por hacer sufrir a alguien que no se lo merecía para nada. Cuando ella se percató de mi presencia me acerque a paso lento mientras me sentaba luego a su lado. Estire una de mis manos, para terminar de borrar el rastro de lágrimas que habían quedado en su rostro-No merece la pena Claire-susurre soltando un suspiro, como si ya estuviera cansado de repetirle siempre lo mismo. Pero suponía que no era lo que justamente ella necesitaba oír ahora mismo-¿Te sientes mejor?-pregunte ladeando la cabeza, iba a seguir con la idea de que la noche anterior se sentía mal y que eso justificaba su ausencia a la fiesta-Te extrañe ayer, pensé que te gustaría verme completamente borracho y hablando idioteces-intente bromear ligeramente encogiéndome de hombros, la verdad es que apenas había podido beber demasiado, a Helena no le gustaba el alcohol-Quizás eso te hace falta, emborracharte completamente, besarte con un desconocido y lamentarte la mañana siguiente-agregue sonriéndole de manera casi dándole ánimos. Claire no era ese tipo de chicas de eso estaba más que consiente-¿Cómo ha estado tu verano? ¿Mucho trabajo?-por los mensajes y mail había sabido que estaba ayudando a su padre, lo bueno es que era en algo que a la muchacha le apasionaba.
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Re: [ # ] Claire Burton
ιzzy нale Jue Sep 26, 2013 2:56 am
. Claire Burton .
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– Lamento mucho no haberlos podido acompañar anoche, pero la verdad es que no me sentía muy bien. – Otro pretexto mas a la lista, pero lo cierto es que no queria estropearles la noche a Stefan y a su novia con mi presencia. Además… me he dado cuenta de que a ella no le agrado, y era mejor así. No quisiera que por mi culpa las cosas entre ellos se estropearan. Por eso fue que le mentí a Stefan diciendo que me sentía mal por algo que comí.
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Re: [ # ] Claire Burton
ιzzy нale Dom Oct 20, 2013 1:01 am
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Re: [ # ] Claire Burton
ιzzy нale Vie Dic 20, 2013 1:30 am
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– ¿No has olvidado lo último que te pedí y te di poco antes de que te marcharas a estudiar a Rumania? – La verdadera Minerva sabría que lo último que le pedí antes de que se fuera a Rumania a estudiar fue que sin importar lo que pasara... me recordara, y para que nunca se olvidara de mí, sabría que momentos antes de partir le obsequie una pequeña cajita musical y una cadena con un dije, que alguna vez pertenecieron a mi madre. El dije era la llave para abrir la pequeña caja de música.
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