[ # ] Neal McCormack

Amelia Marissa Gallagher
# 16 años ; Estudiante de Instituto ; # Empleada de Gael Borton
Esta Con: Neal McCormack ; Donde: Gael Borton

Era curioso hace mas de un mes que paso el funeral de Alexandra Hammond y ella aun era el único tema del que todo el pueblo estaba hablando. Y lo cierto era que a mi me importaba poco lo que le hubiese pasado a esa pelos de elote. Si, si estaba consciente de que expresarme de aquella manera de una persona que no estaba con vida era una falta de respeto pero yo no podía evitarlo esa cosa no logro nada mas que traer problemas a mi vida pero mas importante en la vida de la persona que mas quería en el mundo. Mi hermano Ethan era tal vez la razón mas fuerte por la que yo sentía cierto odio hacia ella porque nunca me gusto verlo con ella y tampoco me gustaba verlo rodeada de sus tontas amigas mi madre me decía que eran celos de hermana y que debería acostumbrarme al echo de que Ethan pronto iba querer casarse y todas esas cosas que uno hace cuando es adulto pero ese no era el problema. El problema era que Alexandra era un completo monstruo y mientras yo me esforzaba en buscar un lado bueno de toda persona que cruzara camino conmigo a ella jamas logre verle nada.

Realmente podía existir gente así? Tal vez solo era ella un caso especial como los que papa veía en el hospital. Lo cierto es que ver como es que la policía viene a tu casa a hacerle preguntas a tu hermano y que en turno te hicieran preguntas a ti por el simple echo de que el fue novio de Alexandra, o como bien les gusta decir a la gente el ultimo novio. Que se supone que debería decirles? Lo cierto es que ella y yo jamas nos llevamos bien y mas que nada hacia cosas para molestarme cuando Ethan no estaba y aunque el estaba bajo la impresión de que ella y yo teníamos cierto trato cordial era todo lo contrario ella me odiaba y aveces lo único que yo podía hacer era esconderme mas que nada porque yo jamas fui esa persona a la que le gustaba meterse con los demás o querer vengarse de las personas pero ella lograba sacar una parte de mi que me daba miedo reconocer porque yo siempre había sido aquella chica amiga de todos o como mi hermano muchas veces me dijo una persona noble. En fin a la policía no les dije mucho no hasta que empezaron a preguntarme sobre mi hermano y como es que trataba a su "novia" a lo que no pude evitar enfadarme un poco. Que querían dar a entender con tanta pregunta?

El no era capaz de una cosa así! Ahora mismo agradecía no estar en casa mas que nada porque estar en el trabajo y rodeada de lo que mas amaba en el mundo era el mejor sentimiento del mundo me hacia olvidarme de todo. Los problemas en casa, la actitud rara de Caleb y las discusiones de papa con mis hermanos. Estar rodeada de libros era una sensación que no podía explicar realmente y bueno es como decía Caleb yo era un ratón de biblioteca y no me arrepentía de aquello. No me avergonzaba ser una persona inteligente que disfrutaba de el estudio y como bien me habían dicho las cosas aburridas de la vida. Aunque en lo personal nunca lo había entendido como es que encontraban la literatura aburrida? Aveces pensaba que era falta de imaginación porque yo muchas veces había sido residente de lugares como el Distrito 12, el Castillo de Hogwarts, luche contra la bruja blanca en Narnia junto con Lucy, Peter, Susan y Edmund, navegue los mares junto al Principe Caspian. En fin era una interminable lista de aventuras las cuales mientras hubiesen sido parte de mi imaginación era como Dumbledore dijo "Por supuesto que esta pasando dentro de tu cabeza Harry pero porque debería decir que no es real?" los libros para mi tenían lecciones importantes.

Y aveces pensaba que tenían mas que enseñarnos que una persona de carne y hueso. Solo era cosa de abrir el pensamiento y permitirlo Si hablaba como si los libros tuviesen vida propia y aveces pensaba que era así como paso en el Guardian de las Palabras. Una de mis tantas películas favoritas la cual tenia cansado a mi hermano aun recuerdo que de pequeña me quedaba esperando a que alguno de mis libros hablase o se moviera como lo hacían en la película. Ahora mismo me encontraba llevando algunas cajas de algunos pedidos que nos habían llegado ahora por la tarde y mientras que el joven insistió en ayudarme le dije que podía sola que no era problema alguno aunque ahora mismo me arrepentía de no haber aceptado su ayuda porque no sabia donde es que estaba caminando y mas por el echo de estar concentrada en las cajas que llevaba encima aunque de pronto sentí que aquel peso no era tan exagerado como cuando las tome al inicio y fue cuando escuche una voz sumamente familiar y como si fuese un acto reflejo mis mejillas se sonrojaron y no pude evitar soltar una risa un poco nerviosa. "Pulgrarcita" aveces me daba risa escucharlo porque esa era la forma que me llamaba Rosie, y lo cierto era que yo adoraba tanto a esa pequeña y a Lizzie claramente ellas eran dos de mis personas favoritas y sabia perfectamente que Neal lo sabia. "Gracias" fue lo primero que pude contestarle no era una persona sumamente abierta pero gracias al trabajo había logrado perder un poco de aquel miedo de hablar con las personas.

Aunque mucho se lo debía a Desire que se habia tomado el tiempo de ayudarme a darme cuenta que la gente no iba comerme. "Puedes ponerlas por acá" le dije haciendo un gesto con la cabeza para que me siguiese a la caja registradora, normalmente las hubiese llevado a la bodega pero como estábamos teniendo un día algo lento pensaba que ordenar los pedidos no era mala idea. Le dedique una sonrisa a Neal al verlo colocar las cajas a un lado y tome un largo pero merecido suspiro. "Te han ayudado?" le pregunte mientras ladeaba la cabeza "Se que vienes por el pedido que hiciste la semana pasada" empece a decir cuando vi a Carrie salir de la bodega con los libros de Neal, a lo que yo me acerque a ella y los tome en manos dandole las gracias. "Bueno aquí esta" le dije mientras los colocaba en la caja registradora. "Vas a tener mucho que leer" le comente alegremente lo cierto es que muchas cosas de el me intrigaban aunque esperaba no hacerlo demasiado obvio porque me moriría de la vergüenza si llegase a saberse.