[ # ] Vittoria Luzzatto

**ιzzy нale** Vie Ene 11, 2013 11:46 pm

Vittoria Luzzatto

as: Vittoria Thérèse Luzzatto Pierce
● 18 años # Senior # The Misfits # Arte » Periódico Escolar
[ Está con Leo Urdangarín ;; En la fogata ]

“¿Qué otra cosa puede ser peor que unos padres a punto de separarse?” fue la pregunta que cruzo por mis pensamientos, y me produjo un amargo sentimiento de tristeza en mi interior. Sé que no soy la primera, ni la única chica sobre la faz de la tierra que se encuentra en esta situación, pero… el que mis padres hayan llegado a este punto sin retorno, me hace pensar que las cosas entre ellos están peor de lo que imagine. Sus constantes discusiones, y el que mi madre enviara a mi padre a dormir al sofá me llevó a la conclusión de que no había razón para preocuparme… puesto que todos los matrimonios atraviesan por crisis… crisis que se superan cuando hay amor y cariño entre ellos. Pero el que mis padres se sentaran a hablar con nosotros y nos comunicaran su decisión una semana antes de venir al campamento… acabó con el poco entusiasmo que llegué albergar. Amaba a mis padres más que a nada en el mundo… y aunque traté de ser fuerte delante de ellos, la situación me tenía bastante mal. Mi mente parecía estar tan ausente de la realidad que, incluso mis amigos se dieron cuenta de que algo malo me estaba pasando… pero para no agobiarlos con mis problemas, les dije que no había razón para preocuparse por mí. La frase: “Estoy bien, no se preocupen…” se ha vuelto tan frecuente que, no sé por cuanto tiempo podré reprimir toda esta mezcla de sentimientos que me está consumiendo. ¿Se supone que el matrimonio es para toda la vida, no es así…? Entonces, ¿Por qué razón las personas tienden a separarse? ¿Acaso es la única solución que tienen? ¿Tanto les cuesta sentarse a hablar como dos personas civilizadas y tratar de remediar sus problemas? ¿Por qué los padres hacen esto? ¿De verdad no se dan cuenta que le hacen a sus hijos tomando este tipo de decisiones?

Inspiré profundamente, tratando de serenarme, y no echarme a llorar con todo lo que llevaba dentro de mí. Sé que hago mal alejándome de mi hermana, pero todo ha sido tan repentino que… honestamente ni tiempo he tenido de procesar todo esto. Me abracé a mi misma en busca de consuelo… y me apoye en el tronco de un árbol, deseando no seguir pensado… ni seguir dándole mil y una vueltas a la decisión de mis padres. Pero si tan solo hubiera algo que pudiera hacer para evitar que se separen… juro que lo haría. Cerré los ojos al sentirme claramente observada, por lo que al abrirlos pude darme cuenta de que un tipo estaba justo enfrente de mi con una expresión que me hizo recordar que debía tener paciencia con este tipo de idiotas. – Ni siquiera lo pienses – le dije con cara de pocos amigos, para dejarle en claro que no estaba interesada en bailar ni en tener ningún tipo de contacto físico con el. Soy de la opinión de que para estar con chico… debes estar completamente segura. Es decir… debe haber amor y cariño de por medio… esa persona tiene que ser especial para estar con el la primera vez. Pero la mayoría de los idiotas que hay en este lugar… parecen no pensar lo mismo.

Negué con desaprobación, y sin esperar a que el tipo respondiera… me aleje lo antes posible, perdiéndome en la oscuridad. El tipo destilaba alcohol… y para ser sincera no me extrañaría pensar que dentro de unas horas despertara en una cabaña que no es la suya y a lado de una chica cuyo nombre no es capaz de recordar. A medida que caminaba, me internaba en los límites del bosque y de esa forma alejarme de todo ese ambiente y de la música que me tenia tan cansada. La tranquilidad que se respiraba en este lugar, era realmente… increíble. Y lo que realmente necesitaba era un poco de paz… para poder poner en orden mis pensamientos. Sin embargo, unos ruidos provenientes de los arbustos… hicieron que me tensara de pies a cabeza, de manera que mi expresión se torno cautelosa. – ¿Hola? – mi voz sonaba extrañada, pero a la vez segura… como si tratara de infundirme seguridad. – ¿Hay alguien allí? – di un paso tratando de ser precavida, mientras me acercaba a los arbustos. –Si esto se trata de una maldita broma, es mejor que pares de una buena vez… – dije claramente, en medio de la oscuridad. Mi corazón latía apresuradamente, y mi respiración cada vez era más lenta y pausada, puesto que con trabajo lograba que mis pulmones se llenaran de aire. No iba a negarlo… tenia miedo, pero no iba a demostrarlo, al menos no hasta no saber que era lo que se escandia allá atrás.

Al abrirme paso entre los arbustos, contuve la respiración momentáneamente cuando una silueta me tomo por sorpresa, provocando que me llevara un buen susto cuando me di cuenta de quien era en realidad. – ¿Eres el mayor imbécil que ha pisado la tierra, sabias eso? – Trate de normalizar las pulsaciones y los latidos de mi corazón, pero realmente era imposible. El susto era lo de menos… comparado con tener a Leonardo Urdangarin enfrente de mi. Me hubiera gustado seguirlo insultando, pero al ver su expresión… me preocupe. – Oye… ¿te encuentras bien – Me acerque con preocupación, puesto que realmente tenia muy mal semblante.