[ # ] Roger Phillips

**ιzzy нale** Lun Dic 17, 2012 11:40 pm

Giselle
de Liechtenstein

SAR la princesa Giselle Elizabeth Marie de Liechtenstein Khaudari
18 años || Senior || Glee Club y Animadoras|| Pinky Ladies
Está con Roger Phillips ;; En el campamento ;; textea a Juliette Bass ]

¿Cómo soporte a Alphonse durante el vuelo a Konstanz? Eso había sido todo una proeza, realmente debería ganarme una medalla por ello. Sus absurdas acusaciones de que el ya no estaba en el instituto como para vigilarme o para “ayudarme” como el solía decir, eran exhaustivas, y como este me decía que tenía que comportarme y no hacer berrinches ni nada por el estilo. ¿Cuándo no me he comportado? Ya casi después de 15 minutos de discurso decidí que no quería escucharlo más, y me puse mis audífonos mientras esta me miraba de manera consternada. No me importaba lo que me tenía que decir, después de todo, todo lo que hacía para Alphonse estaba mal, así que ¿Cuál era el punto de escucharlo?. Me concentre en mi música el resto del viaje, pensando en todo lo que había hecho durante el verano. Las largas charlas con mi padre acerca de música y del orfanato. Recordé cuando lleve a Sophie a su primera manicura en el salón de belleza, eso me hizo sonreír, mi hermanita estaba creciendo tanto. Pero sobre todo recordé todas las canciones que había compuesto durante el verano. Estaba ya convenciendo a mi padre de que quería ir Julliard como él lo había hecho, como mi madre lo había hecho. Eso era mi mundo, la música y el arte, las notas altas y los diferentes teatros, eso era lo que siempre me había hecho sentir bien.
Cuando aterrizamos en la mañana en Konstanz estaba muy cansada por lo cual que cuando llegamos al campamento simplemente me dispuse a dormir, por suerte no había nadie cuando yo llegue, así que tuve unas cuantas horas de sueño sin que nadie me molestara. Cuando abrí los ojos era las 3 pm, ¿Cómo el día podía irse tan rápidamente?. Se suponía que iba comer mi almuerzo con Juliette, esperaba que no estuviera enojada. Tomo mi celular y rápidamente le escribí.
“Siento no haber ido a nuestro almuerzo, me acabo de levantar, espero verte pronto. Lo que te traje recompensara mi plantada. Xo. Giselle”
Juliette y yo no éramos mejores amigas pero era lo más parecido a ello que tenía. Nunca he tenido una mejor amiga como tal, ya que simplemente no me gusta estar diciendo mis cosas a todo el mundo, a pesar que fuera una chica súper sociable y con muchos “amigos” , eso no significaba que no fuera una persona realmente privada. Tome mi maleta y la abrí, buscando algo apropiado que ponerme. Luego que elegí, me bañe y finalmente me vestí. Saque mi bolsa y mi gafas de sol, así para acompañar este día tan precioso. Me sonreí a mí misma cuando me vi en el espejo. Tenía una camisa blanca y bajo mi bañador preferido y unos shorts de jean, y por supuesto un sombrero para no quemarme tanto. Salí de mi dormitorio, y el clima estaba completamente caluroso, decidí que necesitaba algo de comer, no había comido desde las 6 am de la mañana. Tal vez luego podía encontrar un lugar donde podía ensayar un rato y luego buscar a Juliette. Caminaba hacia el restaurante y en eso un camarero estaba repartiendo cocteles y tome uno. Estaba segura que el restaurante estaría vacío ya que a esta hora no muchas personas comían. Me puse a mirar mi teléfono cuando de pronto choque con alguien y sentí algo frio y mojado en mi pecho. Cerré los ojos y luego los abrí para encontrar un chico que desconocía frente a mí y luego veía como mi camisa y la de él estaba salpicadas por mi coctel. Mis mejillas se tornaron tan rojas como el color del coctel que aun sostenía- ..Lo siento… que vergüenza… lo siento mucho- dije mirando al chico que no tenía idea de quien era. Y realmente mis músculos estaban en shock aun y no me podía mover para nada. ¡Buena manera de comenzar el curso, Giselle! Escuche decir una voz parecida a la de Alphonse- en serio lo siento mucho- le dije al chico.

**ιzzy нale** Mar Dic 18, 2012 12:20 am

Roger Phillips

as: Roger Kenneth Phillips Kelly
● 18 años # Senior# The Newbies # Fútbol » Natación
[ Está con Giselle de Liechtenstein ;; Summer Club ]

Un campamento de verano, ¿de verdad esa su idea de diversión…? Francamente no se donde habrán aprendido el concepto de diversión, pero la idea de montar un campamento de verano resulta tan estúpidamente infantil que no puedo creer que me haya dejado convencer de venir a estudiar a un lugar como este, a pesar de la beca que me ofrecieron. Maldita sea, ¿qué acaso tengo seis años…? Hasta donde tengo entendido, los campamentos de verano son para aquellos que han tenido oportunidad de acampar al menos una vez en su vida… y para ser honesto, yo no tengo ni la mas puta idea de que hacer en estos casos. El tener que escuchar año con año a mis amigos hablando de lo increíble que es ir de campamento con su padre, no es un sentimiento meramente agradable. Un padre es aquel que te enseña a disfrutar y apreciar de las cosas más simples de la vida, como el ir de pesca, o aventurarse a llegar hasta la cima de una montaña, cosas como esas que los padres normales suelen hacer con sus hijos. Un padre es ese héroe que esta a tu lado en las buenas y en las malas motivándote a lograr todo lo que te propongas en la vida. Pero claro… Peter Philips, no era precisamente el padre del año, ni el más claro ejemplo a seguir. Desgraciadamente, mi padre no es de los que enseñan, si no todo lo contrario… él era la clase de persona que se marcha para en su maldita vida volver a ocuparse de su familia…

En fin… lo único que realmente valió la pena del verano fue haber tenido la oportunidad de conocer Roma, en todo su esplendor. En vista de que mi madre lleva varios años trabajando como auxiliar de vuelo para la misma aerolínea, decidieron compensarla con un viaje a Roma durante toda una semana, para ella y dos acompañantes. Roma, la ciudad Eterna, no tiene diez sitios importantes para ver, sino cien y todos que merecen la pena ver. Desde el Vaticano, hasta la plaza del Quirinal, donde se encuentra la fuente de Trevi, a la que todo el mundo acude, dado su renombre y su fama, así como su leyenda, de que quien tira tres monedas por encima del hombro izquierdo, volverá a visitar la ciudad. Sin duda, Roma era una ciudad llena de historia. Aunque confieso que lo más extraño y curioso de mi viaje a Roma, fue conocer a Marisol de los Santos. Si… hablo de aquella chica rubia, cuya cara de agonía hizo que me apiadara de su situación en ese momento, al no saber en que dirección se hallaba el hotel en el que se encontraba hospedaba. Ninguna chica me ha echo reír tanto como Marisol, y no me arrepentía de haberla ayudado, a pesar de que en un principio me negué hacerlo. Lo que no me esperaba es que al llegar al Grand Hotel Plaza fuéramos recibidos por un “comité de bienvenida”. En cuanto pusimos un pie en la recepción, dos matones se le acercaron llamándola “Excelencia” y se la llevaron del brazo en un abrir y cerrar de ojos. Incluso antes de que pudiera decir algo, uno de los matones me arrebato las bolsas y me echo del hotel como si fuera un delincuente. Enterarme que Marisol pertenecía a la realeza española fue inesperado. Pero si hablamos de encuentros inesperados, nuestro segundo encuentro me dejo bastante claro que todos aquellos que pertenecen a la realeza, miran a los demás por encima del hombro como si fueran porquería, y que son incapaces de dirigirte la palabra. Para ser honesto llegué a creer que ella era diferente, pero me equivoqué. A fin de cuentas, ¿qué podría esperar de una niña rica y malcriada que nació en cuna de oro y que lo ha tenido absolutamente todo? ¿Qué le dirigiera la palabra a un valet parking? vaya estupidez...

Uno de los atractivos de este lugar era la vista hacia el océano desde las extensas colinas. En lo que iba del campamento me había dedicado a recorrer cada rincón de este lugar con el objeto de conocerlo, y a la vez familiarizarme. Todas las mañanas me despertaba a las 6:00 am y salía a correr a la playa a la espera de que amaneciera, para luego regresar al campamento. Los amaneceres en este lugar eran realmente maravillosos, y no podría quejarme de ellos. A penas tomaron mi orden en la barra, me di la vuelta buscando con la mirada alguna mesa disponible, cuando accidentalmente alguien chocó conmigo, y salpicó mi playera de los Stones de cóctel. Ahogue un pequeño gesto al notar la bebida fría en mi pecho, limitándome a negar suavemente, al escuchar una melodiosa voz pidiéndome disculpas, y que extrañamente atrajo mi atención. – Tranquila, no pasa nada – dije en un intento por no echarme a reír a causa de la situación. La mancha en mi playera no se veía tan mal. Además, esta no es la primera vez que alguien derrama su bebida en mí. Alcé la mirada para encontrarme con la dueña de aquella voz, y una vez mas trate de no darle la menor importancia al accidente, al ver lo apenada que estaba. – Lo digo enserio, no tienes de que avergonzarte. Después de todo, los accidentes pasan – dije en un intento por sonar relajado, para aliviar su vergüenza. De acuerdo, esto era incómodo. Miré a mí alrededor, y justo en la mesa más cercana encontré una servilleta escrupulosamente doblaba. – Toma. La necesitas más que yo – bromeé, con una sonrisa de lado, tendiéndole amablemente la servilleta en mi mano a la espera de que la aceptara y la tomara.

**ιzzy нale** Miér Ene 09, 2013 12:12 am

marisol de los santos

S. E, Marisol Fernanda Letizia de los Santos y Borbón Grande de España
# 15 años ; Sophmore - 2ndo ; # Equitación & Animadoras ; # The Pinky Ladies
Esta Con: Roger Phillips ; Donde: En La Fogata

Mi tarde había sido entretenida pero porque me sorprendía? Todas las tardes que pasaba con Ed eran divertidas porque a el le encantaba consentirme y por mas que se negara a mis planes sabia perfectamente bien que tarde o temprano iba terminar uniendose a ellos ya fuese porque tenia miedo a que algo me pasara o simplemente porque se moría de la curiosidad y para que no lo hiciera? Yo era Sol de los Santos pasar tiempo conmigo jamas era aburrido porque siempre tenia algo que hacer o si no simplemente me inventaba cualquier cosa. Si una cosa era notoria es que yo y el aburrimiento jamas nos llevamos bien y nunca seriamos amigos. Aun así estaba contenta que el me prometiera que íbamos a montar juntos cuando regresáramos al colegio y eso me emocionaba porque una vez mas iba tenerlo para mi sola. Odiaba cuando llegábamos al instituto porque no era lo mismo que en casa si estaba consciente de que el era mas grande que yo y que no podía estar conmigo todo el tiempo pero tampoco lo quería cerca a todas esas zorras de su curso la única que tenia permiso de acercarse a el era Izzie y solo porque era mi prima.

"Es un milagro que no se de cuenta de lo que sientes" me dijo una voz muy parecida a la de mi prima y simplemente gire los ojos "Los hombres están completamente ciegos" le contesto mi cabeza y era cierto aunque bueno también era celosa con Alejandro y normalmente conseguía alejar a toda tonta que se le metería la idea de coquetear con mi hermano. No podía evitarlo el era mi hermano, mío solamente mío y no podía permitir que cualquier boba me lo quitara y era lo mismo con Nicolas el era mi bobo consentido y tampoco tenia permiso de tener novia al menos que yo se la consiguiera lo cual si era sincera terminaría por pasar ya que Nico era un poco anti social pero era una completa moneda ósea era un Borbón y nosotros éramos una familia completamente atractiva solamente que el aun no se daba cuenta de aquello. Osea miles de chicas en mi curso me preguntaban sobre el y incluso chicas mas grandes porque quien no va querer saber del Principe de Asturias? Yo siempre le dije que usara aquello a su favor que aprovecharse de su titulo una que otra vez no lo hacia un completo engreído como muchos otros de los príncipes que conocíamos. Empezando con el imbécil de Bernadotte, dios! Enserio no sabia como es que había salido con el si de algo me arrepentía era justamente de eso por mas que fuese guapo y por mas que besara bien nada valía la pena tener que aguantar a un tipo que se creía el ego del universo.

No estaba entusiasmada con la fogata lo cierto es que prefería que hubiesen organizado una fiesta porque de esa forma tendría la oportunidad de estrenar alguno de los vestidos que me había mandado mi abuela. Tenia que admitirlo esa mujer tenia un gusto impecable y lo que mas adoraba es que los vestidos eran únicos porque al momento que le interesaban a alguien como mi primas Izzie y Amy, o yo por ejemplo solían mandarlo sin problema alguno y siempre nos garantizaban que nadie mas tendría el mismo vestido. Sin mencionar que alguna de la ropa que llevaba aun no salía al mercado internacional y eso también se lo agradecía a mi Tia Valeria que con su influencia también conseguía todo. Si cualquiera que me escuchara pensaría que soy pesada pero que tenia de malo aprovecharse de el estatus social? Para eso existe no? Ademas uno no tiene la culpa que la gente nazca sin dinero ósea no es como si uno elige la familia en la que nace no? Aparte los privilegios no eran gratis! Nosotros teníamos que comportarnos todo el tiempo, mantener la imagen positiva todo el tiempo y jamas dejar que la gente se lleve un mal concepto de nosotros. Esa parte era la que pocos conocían y por eso se les hacia muy fácil hablar.

Acomode mi cabello un poco mientras caminaba por la playa de forma bastante distraída llevaba un vaso en manos y hace rato que se me había olvidado lo que estaba tomando. Hmm tal vez no debí tomar demasiado? Reí mientras negaba con la cabeza o vamos yo estaba bien por lo menos aun no me estaba cayendo o caminando de medio lado o bueno es lo que yo pensaba en estos momentos y la verdad que importaba? Seguí caminando mientras que buscaba con la mirada a Serena tenia que hablar con ella y pedirle una explicación quería saber que fue lo que paso con Alejandro y porque Gossip Girl dijo semejante cosa si lo sabia al momento de que Serena se llegase enterar de mis sentimientos hacia su hermano iba a reclamarme por ser una completa hipócrita pero ya me molestaría con eso cuando llegara el tiempo ahora ella y Alejandro me debían muchas explicaciones. Me recargue contra uno de los arboles estaba un poco lejos de la fogata cuando sentí como es que un tipo se me acercaba y me tomaba de la mano. "Ni en tus mejores sueños cariño" le dije de forma coqueta mientras le daba una pequeña palmada en el rostro con una sonrisa un poco engreída. Tenia suerte de que aquel tipo no me hubiese seguido aunque suponía que era de los que quería algo fácil y se dio cuenta que no iba conseguirlo conmigo.

Seguí caminando un poco cuando de pronto me pareció ver alguien conocido a lo que abrí los ojos completamente sorprendida. No podía ser el o si? "Oye! Tu el del de la chaqueta!" grite fuertemente mientras corría hacia a el. "Te han dicho que te pareces demasiado a Roger Phillips?" okey tal vez si estaba borracha porque quien iba conocer a Roger? Osea no era una persona importante ni mucho menos pero aun así tenia que admitir que dejo cierta impresión en mi. "Enserio podrías ser su gemelo" le dije mientras me acercaba y pellizcaba su cachete como asegurdandome que esta persona estaba acá y no era producto de mi imaginación. Pero acaso tan imposible era de que el estuviese aquí? Claro que lo era porque eso seria tener pésima suerte y yo no tenia mala suerte si no todo lo contrario. "Al menos que seas Roger? No pero no puedes, o si se puede ósea existen las becas pero que suerte o es decir que tan poca suerte de que a el le hubiesen otorgado una beca en mi colegio?" hablaba en voz alta pero mas que nada conmigo misma que con el. "Haber contestame una pregunta eres Roger Phillips si o no?" le pregunte mientras me cruzaba de brazos sintiendo como es que me inclinaba para un lado mas que otro.

**ιzzy нale** Miér Ene 09, 2013 12:16 am

Roger Phillips

as: Roger Kenneth Phillips Kelly
● 17 años # Senior # The Newbies # Fútbol » Natación
[ Está con Sol de los Santos ;; En la fogata ]

Toparme con esa chica ha sido lo más extraño que me ha pasado hasta ahora. Bueno… eso si apartamos lo que sucedió en Roma, pero en fin… creo que ya no tiene caso seguir pensando en ello. Por más que me negué y le hice ver que no era necesario que se atribuyera la molestia de mandar mi playera a la tintorería, no me quedo de otra que aceptar que lo hiciera. No sé… pero algo me dice que esa chica tiene un carácter bastante demandante, de manera que una voz dentro de mí me advirtió del peligro, haciéndome ver que no me gustaría conocerla enfadada. El problema es que ni siquiera sabía su nombre… entonces, ¿como diablos la encontraría…? Si, he ahí la pregunta del millón de dólares… Suspiré profundamente, pasándome una mano por la cabeza en un claro intento por hallarla entre el los que se encontraban cerca de la fogata, pero al cabo de unos minutos, desistí en mi intento por encontrarla, pues no había rastro de ella por ningún lado. No es que me interese… pero nada de esto era necesario. ¡Es solo una mancha, por todos los cielos! Solo hace falta jabón y un poco de agua, y con eso asunto arreglado. “Hasta un niño podría hacerlo” me dije mentalmente como si fuera lo más natural del mundo.

La idea al venir a estudiar aquí… era apartarme de todo lo que pudiera ligarme a mis contactos en Quebec, para únicamente enfocarme en los estudios gracias a la beca que me otorgaron, pero todo parece indicar que ni estando lejos podré dejar de hacer esto. El hackear teléfonos celulares y computadoras, surgió como una idea para poder ganar algo de dinero y así ayudar a mi madre con los gastos de la casa y con el pago de las colegiaturas, en un principio, y solo sería hasta que consiguiera un empleo fijo en algún establecimiento de comida rápida, o en una cafetería. Pero no fue así. Hackear teléfonos y computadoras acabó por convertirse en un segundo empleo al cual me dedicaba con la mayor discreción. Ni Savannah ni mucho menos mi madre sabían de esto… si supieran lo que hago a sus espaldas no lo aprobarían y se decepcionarían. Sé que hackear es un delito grave, pero hasta ahora nadie me ha descubierto... y aunque he tratado de alejarme de ello, vuelvo a lo mismo. Mi mundo giraba entorno a una computadora… a lo largo de mi vida he aprendido todo respecto a ellas, varios de mis amigos en Quebec me consideraban un genio de las computadoras, y hasta algunos me apodaban “el pirata” o “Jack Sparrow” por ser un experto a la hora de ingeniármelas para saquear los datos y la información que requerían. Irónicamente, mi sueño era fundar mi propia compañía en un futuro y revolucionar la industria informática, tal y como lo hizo Steve Jobs… un hombre visionario, innovador y comprometido con la industria tecnológica. Eran tantos sueños los que tenía por delante que me impulsaban a dar todo de mí, y no rendirme en el camino. Estaba dispuesto hacer lo que fuera con tal de sacar adelante a mi familia… mi madre y Savannah eran mi mayor motivación en la vida, y por ellas estaba dispuesto a continuar, a dar todo de mí sin importar lo que otros dijeran.

No era nada extraño que se infiltraran bebidas alcohólicas, varios de mis compañeros habían encontrado el modo de introducirlas sin que los coordinadores y los profesores se dieran cuenta de ello. Incluso, había ayudado a dos de mis compañeros de cabaña a introducir varios six de cervezas etiquetándolos como si fueran latas de refresco… de esa forma nadie se enteraría. Confieso que en este lugar se pintaban solos para este tipo de fiestas, aunque para mi no eran ninguna sorpresa… pues en Quebec se organizábamos muy a menudo este tipo de fiestas, ya fuera para celebrar el cumpleaños de algún amigo, o simplemente por que nos apetecía divertirnos un rato. Lo que a cualquiera le va bien, y necesita de vez en cuando. Reí discretamente ante ese pensamiento, llevándome el vaso a los labios, y dándome la media vuelta para empezar a caminar en dirección contrario y en busca de un sitio mas tranquilo, cuando pronto una voz que nunca creí volver a escuchar me detuvo. “Ay, no puede ser… esa voz…” fue lo primero que se me vino a la mente al recordar una cabellera rubia y unos ojos azules que fueron como una especie de delirio mientras estuve de vacaciones en Roma. Jamás he creído en las casualidades… y el hecho de que alucine con esa voz no significa absolutamente nada. Justo cuando creí que no podría volverme loco, apareció justo enfrente de mí con una expresión que no sabia si interpretar como algo bueno o como algo malo. La mayoría de los que estaban aquí son hijos de gente importante, como empresarios, políticos, mandatarios, jefes de estado, personas con dinero, clase y distinción que se creen los dueños del planeta por ser quienes son. Pero… ¿Es posible que de verdad ella este aquí? Cualquiera diría que todo esto no es más que una broma para la televisión… esos programas en los que suelen sorprender a la gente en donde sea con una cámara escondida. ¿Acaso esto es una maldita broma? ¿En donde carajo me vine a meter? Creo que mi rostro no podía expresar más incredulidad… y el que Marisol me viniera con ese tipo de afirmaciones no ayudaban en lo mas mínimo. ¿Estaba ebria? ¿O será que la drogaron con algo desconocido? – ¡Auch! ¡Ey eso duele! – me quejé fuertemente a causa de pellizco, y di un paso hacia atrás alejándome de esas manos no sea que se le ocurra pellizcarme la nariz o jalarme de las orejas para saber si soy quien ella cree o no. Me crucé de brazos, mientras la miraba con ligera extrañeza a la espera de que me saliera con otra de sus brillantes ideas, aunque admito que sus cavilaciones estaban empezando a divertirme. – Humm, bueno eso depende de quien lo busca… – dije sonriendo con la mayor naturalidad, pero a la vez sin negar ni afirmar nada. Con todo esto ya no tenía duda de que tenía frente a mí a la misma Marisol que conocí en aquel viaje a Roma. – ¿Tienes algún problema con Roger Phillips como para creer que soy él? – No tiene nada de malo tomarle un rato el pelo ¿o si…? De acuerdo, admito que este es el momento menos indicado para bromas, pero no puedo evitarlo. No sé… admito que una parte de mi tenia curiosidad por averiguar hasta donde es capaz de llegar su intuición. Digo… no puede ir por la vida confundiendo a la gente de esa forma, seria una locura…

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