[ # ] Rose Weasley

Muchas veces me esforzaba en ser un completo idiota y en la mayoría de los casos me salía estupendamente bien, es por eso que a veces seguía preguntándome como era que a pesar de todo Rose seguía a mi lado y siempre manteniéndose positiva respecto a mi actitud y respecto a todo ¿Tanto le importaba?, vale sí, con ella todo se volvía más sencillo de llevar porque no tenía que preocuparme por los demás, ella enfocaba toda mi atención en sus cuentos y hacía que el mundo de sociedad y de élite en el que estaba atascado se volviese sólo una burla para después. Con esta mentalidad también ayudaba a Clarissa con toda su situación con su prometido, si Nate la llegaba a lastimar juro que le partiría la cara a ese chico porque con Nott nadie se metía sin antes jugárselas conmigo, estaba sufriendo pero conocía a nuestra familia y si iba contra su padre sólo recibiría unas cuantas maldiciones y castigos de por vida por lo que prefería mantenerla calmada hasta que ambos fuésemos mayores para afrontar mejor todo. Suspiré y escuché a la pequeña Rose hablando, esta chica de seguro no tenía problemas con los ensayos interminables que nos enviaban semanalmente en clase ¿verdad? sus cartas no eran más que testamentos de la descripción da cada uno de sus días y si bien lo apreciaba lo menos que tenía ganas de hacer luego de discutir con mi padre todo el día era leer como su verano estaba siendo inolvidable, me alegraba por ella pero mis ánimos no llegaban a tanto - ya sí las leo Rose, es sólo qué... - suspiré, no le podía inventar nada, este era el caso de mí siendo un completo idiota - luego de lidiar con Draco todo el día y con mi madre diciéndome de sus estúpidos eventos sólo tengo ganas de dormir para no asesinar a alguien y tus cartas, bueno son ... - chasqueé la lengua algo incomodo sin saber que decirle al respecto - tan detalladas que desearía estar allí contigo - finalicé mirándola a los ojos y guiñándole el ojo, las vacaciones de Potter también solían ser un mar de aventuras estúpidas para pasar el tiempo y muy en el fondo yo deseaba eso también, no presenciar mil compromisos y bodas y cosas de magos que ni siquiera conocía.

Alcé una ceja sin poder evitar sonreír cuando se altero con respecto al tema de los chicos, por más que creciéramos Rose siempre sería la misma pelirroja inocente que años atrás me había cautivado - ¿así que no lo discutes con tu supuesta mejor amigo? - le pregunté para molestarla un poco, su confianza era más hacia Albus y no lo podía negar, ya bastante hacíamos siendo amigos los tres - sé que te colocas así porque a la final sabes que tengo razón - le solté sonriéndose para zanjar el asunto, no quería que se fuera enojada y más con lo terca que solía ser cuando se trataba de quién tenía la razón, después de conocer a su madre supe que lo había obtenido de ella porque de Weasley aún no le encontraba ni una pizca excepto su cabello. La escuché bromear con respecto a Albus y no me daba gracia, Potter no podría sacarme de la sala común si el no se hundía conmigo, tomé el pergamino que me tendía y lo abrí sin importarme, explicaba las rondas y cosas así - sólo para que quede claro Albus no me saca de la sala común jamás, por lo general el me dice que me quede - rodeé los ojos, si se andaba con cuidado la noche era la mejor oportunidad para recorrer Hgwarts - y esto que me acabas de dar Rosie es la salida a ¡Todos nuestros problemas! - podríamos salir cuando quisiéramos y teníamos excusa de andar afuera, bueno él la tenía y yo les diría que sólo me estaba acompañando de vuelta a mi lugar, sería sencillo y sabía que Potter estaría de acuerdo.

Nos acercamos al tablero de ajedrez que estaba ahí y las piezas empezaron a luchar ¿Qué clase de cosas se veían con magia? Rose trataba de separarlas entre ellas y me quedé observándola regañar, me la imaginaba cuando tuviese niños y se la pasara como madre anegada siguiéndolos a todos lados, Weasley era la pelirroja más audaz e inteligente de todas y sólo esperaba que eligiera bien a alguien como pareja para ti nadie será lo suficientemente bueno para ella excepto tú ¡Maldita sea! ella y yo no podíamos estar juntos pero terminaría arruinando la única relación que en verdad me importaba y eso no era justo para ella y vale, yo también era un egoísta a la final - mi temperamento es mejor que el de muchos, no deberías hablar así de él - la acusé frunciendo el ceño, últimamente me controlaba más porque sabía que tendría problemas si no lo hacía pero es que habían momentos en donde las personas eran tan idiotas que me era imposible no insultarlas ¿Para qué tenía cerebro si no lo usaban? en serio que era patético. Me habló del deber y de cómo desde pequeña había sido una sabelotodo, nunca alardeó y al contrario siempre me ayudaba con mis deberes cuando terminaba los suyos - Rosie tú mereces cualquier nombramiento que te den - la adulé sin quitarle la mirada de encima, después de todo el verano me gustaba mucho saber que teníamos un año juntos por delante donde no tenía que soportar a su primo para poder cruzar algunas palabras con ella. Empezó a hablar de dragones y la vi con maravilla, a las chicas por lo general no les agradaban esos animales pero a mí me parecían los mejores seres del planeta, podían hacer lo que quisieran porque tenían el poder de volar y de tener fuerza necesaria para romper alguna que otro soporte que los mantenga atados - las fotos si las vi y ¡merlín! tengo que conocer a ese tío tuyo - le sonreí emocionado mientras seguía escuchándola, quería trabajar en el ministerio pero siempre tendría esa atracción hacia los dragones y las personas que los manejan - ¿Hay alguna posibilidad de tenerlo como mascota? - le pregunté curioso, con todo lo que ella sabía no necesitaba la red muggle del internet, Rose era una especie de enciclopedia y la amaba por ello. Respiré profundamente y revolví mi cabello ¿mi verano? nada interesante en realidad - verás Rosie, yo no vi dragones, ni viajé y creo que lo más emocionante que hice fue presenciar el compromiso de Clarissa con Nate - me encogí de hombros, siempre manteniendo apariencias ¿no? y no le podía contar del desahogo de mi prima, ellas jamás se habrán llevado y por más que hubiese puesto mi esfuerzo en ello no había manera que dos de las mujeres que más quería en la vida se llevaran aunque sea de manera cordial conmigo al rededor - jugué quidditch un par de veces con los hijos de los amigos de mi padre que venían pero no salí mucho de casa, mi madre andaba en sus organizaciones y celebraciones todo el tiempo, mi hermana no es precisamente la persona con la cuál andar y mi padre si no andaba en el ministerio sólo buscaba ignorarlo - agregué después ante su pelea de que jamás era detallista con nada pero en este caso lo ameritaba, no quería saber las bodas y las ceremonias que había presenciado gracias a mi familia.