[ # ] Ethan Windsor
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[ # ] Ethan Windsor
ιzzy нale Sáb Ago 03, 2013 4:42 am
Izzie de Borbón
SAR, la Infanta Isaura Leonor Stephenie de todos los Santos de Borbon Donovan
18 años - Senior ✖ Animadora (capitana) & Equitación ✖ The Pinky Ladies
→ está con: Ethan Windsor, en: vacance club, zona de piscinas.
Pasé las tres primeras semanas de vacaciones en casa. Bueno, no literalmente “en casa” sino que más bien la pasé yendo y viniendo con papá de diferentes lugares de España. Mamá no pudo venir con nosotros, porque pese a que ella era la responsable de haber inaugurado muchos de los centros de salud a los que fuimos para abrir en todo el país, ella tenía un millón de cosas que hacer en el Hospital donde era la directora general del área de pediatría. Y por esa razón, en lugar de mamá, iba yo en su representación acompañada de papá. La verdad era que no podía quejarme, porque estar tanto tiempo viajando, rodeada de niños adorables que necesitaban la contención de las fundaciones que mamá organizaba y de más, era lo que me permitía, en cierta forma, no pensar demasiado en todo lo que había pasado previamente.
Pero no sabía cómo, pero la prensa se enteró de lo que pasó entre Logan, Camilla y yo, y a partir de entonces las cosas empezaron a ir de mal en peor. Aparecieron fotos, y la noticia comenzó a recorrer rápidamente por el país, y de pronto todo se fue a la mierda. Me empezó a resultar imposible la idea de que la prensa estuviese todo el tiempo hostigando en los alrededores del Palacio y cada vez que prendía la televisión en los canales de chimentos hablaban sobre lo que pasó y eso me ponía histérica porque nada de lo que decían era como realmente había sucedido; sí, vale… había encontrado a Logan y a Camilla besándose. Sí, también: estaba enamorada de él y pensaba que él iba a ser diferente a como en verdad se mostraba con las demás personas, pero… no sé, se habían estado inventando tantas cosas que me enfermaba y terminaba gritando de tal forma que ni siquiera papá era capaz de contenerme.
Por esa razón, papá y mamá hablaron conmigo. Yo les conté todo lo que había pasado y mamá en cierta forma sintió pena por mí porque… bueno, yo en realidad pensaba que Logan al final no iba a ser tan idiota y que en el fondo iba a ser una buena persona, algo así como mamá descubrió que papá era un amor de Dios cuando ella decidió acercarse a él, si bien después tuvieron mil problemas para poder estar juntos… pero bueno. La cosa que después de estar como tres días sin querer salir a la calle porque cada vez que intentaba hacerlo había un periodista que quería hacerme preguntas molestas, las cuales no quería responder, mamá me sugirió la idea de pasar el resto del verano en el Vacance Club.
Por suerte no pasé el verano sola, porque sino iba a morirme de aburrimiento, sino que de lo contrario Alexa también estuvo ahí. Así que, básicamente, podía decir que entre las dos hacíamos algo positivo. Los días en el Vacance Club al principio eran muy tranquilos, cada tanto había actividades para que los chicos nuevos pudieran integrarse, en mi curso solo había dos: Hannah Archivald, y Roger Phillips, pero pese que en Senior no había muchos nuevos, en otros cursos estaba el hermano menor de Alexa, Luca, y la hermanita menor de Ethan: Angie, que entraban este año.
Lo malo empezó hacia dos semanas atrás cuando todos los estudiantes volvieron a la Isla para formar parte del Torneo de Verano. Como siempre, yo formaba parte del equipo rojo, pero obviamente me dedicaba más a “animar” que a hacer alguna competencia. No era que no me gustase competir, pero… alguien tenía que animar al equipo ¿no? ¿y quién mejor que la capitana de las animadoras como para hacerlo? Obviamente, en sí lo malo no era la parte de la competencia, sino el hecho de tener que volver a soportar a Logan y a Camilla en el mismo lugar. Malo: Logan estaba en el mismo equipo que yo; bueno: Camilla estaba en el otro equipo. Aún así, mientras más lejos estuviese de ambos, mejor iba a ser para mí. Me negaba a hablar con cualquiera de los dos: con Camilla, porque ella había quebrado la floja cuerda que unía mi confianza hacia ella, y con Logan... porque ni siquiera era capaz de pensar en las palabrotas que sería capaz de decirle si lo tuviera cerca de mí. Mi problema con ambos era que yo odiaba las traiciones, y si bien ya de por sí mi relación con Camilla no era tan buena, no podía perdonarle así como así lo que había hecho; o sea... de todos los chicos que había en el mundo... ¿la muy zorra justo tenía que meterse con mí novio? Bueno... ex novio. Y con Logan tampoco quería hablar porque... bueno, todavía no había superado lo que había pasado. En fin. En conclusión: mientras más lejos estuviese de ambos... mejor para mí.
Hacía dos días atrás fue mi cumpleaños número 18. Pasarlo lejos de papá y mamá no era algo que me gustase mucho, pero ambos se comunicaron conmigo a las 12 en punto para felicitarme por mis cumpleaños y me hicieron el mejor regalo del mundo: un coche nuevo. Me habían comprado un coche a los 16, pero... había salido uno nuevo hacía tiempo y me fascinaba ese modelo, así que estuve meses rogándoles para que me lo compraran y finalmente se me dio. Obvio que ahora no podía conducirlo porque bueno, estaba en el campamento y no daba manejar un auto en la arena, pero no veía la hora de llegar al Instituto y poder manejar el coche por la ciudad. El resto del día lo pasé con Barbie y Alexa, y nos divertimos como todos los años.
A la noche celebramos una fiesta y me quedé hasta la mañana en la playa mirando el amanecer. Allí fue donde apareció Ethan. Mi relación con él era un poco rara: éramos realmente buenos amigos, pero... no sabía realmente como explicar lo que sentía o no sentía por él, porque durante los últimos meses con todo lo que había pasado con Logan, él se había vuelto un gran soporte para mí y me tenía un tanto confundida con todo eso. Pero aún así, pasamos el rato juntos en la playa: la imagen de él detrás de mí abrazándome mientras yo me apoyaba contra su pecho estando de espalda mirando el mar, se me quedó tan metida en mi cabeza que anoche, un día después de aquello, soñé con ese momento. Ni siquiera yo sabía por qué había soñado con él, ni por qué me sonreía cada vez que lo pensaba pero esperaba no hacerme demasiadas bolas a mí misma.
El día iba de maravilla. Todavía no teníamos ninguna actividad programada, aunque me molestaba un poco el hecho de que ayer el equipo verde nos hubiese ganado en fútbol. Vale, vale... yo no tenía IDEA respecto al fútbol: de hecho, ni siquiera sabía qué le veían los chicos a correr una pelota constantemente. Pero bueno, mi espíritu competitivo de todas formas estaba molesto. Yo todavía esperaba que fuese el momento de la actividad dedicada a la coreografía, y estaba convencida de que esa actividad el equipo rojo, es decir: el mío, debía ganar el primer lugar.
En aquellos momentos me encontraba en la zona de la piscina. nunca había sido muy fanática del mar, si bien me gustaba ir a la playa a tomar sol, por el simple hecho de que no sabía nadar, pero para refrescarme perfectamente podía meterme en una piscina y quedarme en la parte baja. Acomodé mis lentes con cuidado mientras sonreía a un grupo de chicos que me silbaban, y caminé con cuidado hacia la piscina por el borde. Pero de pronto resbalé y me fui directo al agua, cayendo en la parte profunda de la misma. Los pulmones se me llenaron de agua, y si bien movía mis brazos continuamente no era capaz de poder agarrarme del borde para sujetarme de él. Naturalmente, no hacía pie y daba patadas tantas como podía. "Oh, Dios..." pensé para mí misma desesperada.
Pero no sabía cómo, pero la prensa se enteró de lo que pasó entre Logan, Camilla y yo, y a partir de entonces las cosas empezaron a ir de mal en peor. Aparecieron fotos, y la noticia comenzó a recorrer rápidamente por el país, y de pronto todo se fue a la mierda. Me empezó a resultar imposible la idea de que la prensa estuviese todo el tiempo hostigando en los alrededores del Palacio y cada vez que prendía la televisión en los canales de chimentos hablaban sobre lo que pasó y eso me ponía histérica porque nada de lo que decían era como realmente había sucedido; sí, vale… había encontrado a Logan y a Camilla besándose. Sí, también: estaba enamorada de él y pensaba que él iba a ser diferente a como en verdad se mostraba con las demás personas, pero… no sé, se habían estado inventando tantas cosas que me enfermaba y terminaba gritando de tal forma que ni siquiera papá era capaz de contenerme.
Por esa razón, papá y mamá hablaron conmigo. Yo les conté todo lo que había pasado y mamá en cierta forma sintió pena por mí porque… bueno, yo en realidad pensaba que Logan al final no iba a ser tan idiota y que en el fondo iba a ser una buena persona, algo así como mamá descubrió que papá era un amor de Dios cuando ella decidió acercarse a él, si bien después tuvieron mil problemas para poder estar juntos… pero bueno. La cosa que después de estar como tres días sin querer salir a la calle porque cada vez que intentaba hacerlo había un periodista que quería hacerme preguntas molestas, las cuales no quería responder, mamá me sugirió la idea de pasar el resto del verano en el Vacance Club.
Por suerte no pasé el verano sola, porque sino iba a morirme de aburrimiento, sino que de lo contrario Alexa también estuvo ahí. Así que, básicamente, podía decir que entre las dos hacíamos algo positivo. Los días en el Vacance Club al principio eran muy tranquilos, cada tanto había actividades para que los chicos nuevos pudieran integrarse, en mi curso solo había dos: Hannah Archivald, y Roger Phillips, pero pese que en Senior no había muchos nuevos, en otros cursos estaba el hermano menor de Alexa, Luca, y la hermanita menor de Ethan: Angie, que entraban este año.
Lo malo empezó hacia dos semanas atrás cuando todos los estudiantes volvieron a la Isla para formar parte del Torneo de Verano. Como siempre, yo formaba parte del equipo rojo, pero obviamente me dedicaba más a “animar” que a hacer alguna competencia. No era que no me gustase competir, pero… alguien tenía que animar al equipo ¿no? ¿y quién mejor que la capitana de las animadoras como para hacerlo? Obviamente, en sí lo malo no era la parte de la competencia, sino el hecho de tener que volver a soportar a Logan y a Camilla en el mismo lugar. Malo: Logan estaba en el mismo equipo que yo; bueno: Camilla estaba en el otro equipo. Aún así, mientras más lejos estuviese de ambos, mejor iba a ser para mí. Me negaba a hablar con cualquiera de los dos: con Camilla, porque ella había quebrado la floja cuerda que unía mi confianza hacia ella, y con Logan... porque ni siquiera era capaz de pensar en las palabrotas que sería capaz de decirle si lo tuviera cerca de mí. Mi problema con ambos era que yo odiaba las traiciones, y si bien ya de por sí mi relación con Camilla no era tan buena, no podía perdonarle así como así lo que había hecho; o sea... de todos los chicos que había en el mundo... ¿la muy zorra justo tenía que meterse con mí novio? Bueno... ex novio. Y con Logan tampoco quería hablar porque... bueno, todavía no había superado lo que había pasado. En fin. En conclusión: mientras más lejos estuviese de ambos... mejor para mí.
Hacía dos días atrás fue mi cumpleaños número 18. Pasarlo lejos de papá y mamá no era algo que me gustase mucho, pero ambos se comunicaron conmigo a las 12 en punto para felicitarme por mis cumpleaños y me hicieron el mejor regalo del mundo: un coche nuevo. Me habían comprado un coche a los 16, pero... había salido uno nuevo hacía tiempo y me fascinaba ese modelo, así que estuve meses rogándoles para que me lo compraran y finalmente se me dio. Obvio que ahora no podía conducirlo porque bueno, estaba en el campamento y no daba manejar un auto en la arena, pero no veía la hora de llegar al Instituto y poder manejar el coche por la ciudad. El resto del día lo pasé con Barbie y Alexa, y nos divertimos como todos los años.
A la noche celebramos una fiesta y me quedé hasta la mañana en la playa mirando el amanecer. Allí fue donde apareció Ethan. Mi relación con él era un poco rara: éramos realmente buenos amigos, pero... no sabía realmente como explicar lo que sentía o no sentía por él, porque durante los últimos meses con todo lo que había pasado con Logan, él se había vuelto un gran soporte para mí y me tenía un tanto confundida con todo eso. Pero aún así, pasamos el rato juntos en la playa: la imagen de él detrás de mí abrazándome mientras yo me apoyaba contra su pecho estando de espalda mirando el mar, se me quedó tan metida en mi cabeza que anoche, un día después de aquello, soñé con ese momento. Ni siquiera yo sabía por qué había soñado con él, ni por qué me sonreía cada vez que lo pensaba pero esperaba no hacerme demasiadas bolas a mí misma.
El día iba de maravilla. Todavía no teníamos ninguna actividad programada, aunque me molestaba un poco el hecho de que ayer el equipo verde nos hubiese ganado en fútbol. Vale, vale... yo no tenía IDEA respecto al fútbol: de hecho, ni siquiera sabía qué le veían los chicos a correr una pelota constantemente. Pero bueno, mi espíritu competitivo de todas formas estaba molesto. Yo todavía esperaba que fuese el momento de la actividad dedicada a la coreografía, y estaba convencida de que esa actividad el equipo rojo, es decir: el mío, debía ganar el primer lugar.
En aquellos momentos me encontraba en la zona de la piscina. nunca había sido muy fanática del mar, si bien me gustaba ir a la playa a tomar sol, por el simple hecho de que no sabía nadar, pero para refrescarme perfectamente podía meterme en una piscina y quedarme en la parte baja. Acomodé mis lentes con cuidado mientras sonreía a un grupo de chicos que me silbaban, y caminé con cuidado hacia la piscina por el borde. Pero de pronto resbalé y me fui directo al agua, cayendo en la parte profunda de la misma. Los pulmones se me llenaron de agua, y si bien movía mis brazos continuamente no era capaz de poder agarrarme del borde para sujetarme de él. Naturalmente, no hacía pie y daba patadas tantas como podía. "Oh, Dios..." pensé para mí misma desesperada.
Última edición por ιzzy нale el Sáb Ago 03, 2013 4:55 am, editado 1 vez
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Re: [ # ] Ethan Windsor
ιzzy нale Mar Ago 06, 2013 1:07 am
. Ethan Windsor .
as: Ethan Joseph Windsor Stronghold
● 18 años # Senior # The Charming Boys # Baloncesto (Capitán) » Esgrima
[ Está con Izzie de Borbón ;; En Vacance Club, Área de Piscinas ]
● 18 años # Senior # The Charming Boys # Baloncesto (Capitán) » Esgrima
[ Está con Izzie de Borbón ;; En Vacance Club, Área de Piscinas ]
Admito que existen mejores formas de pasar el verano, ¿pero quien es capaz de contradecir los deseos de unos padres como los míos? Mamá estaba tan entusiasmada con la idea de que Emma y yo pasáramos las tres últimas semanas del verano en el Vacance Club a lado Clary y Geo que hasta nos confesó que le hubiera encantado que lo inauguráran en la época en que Papá y ella eran estudiantes. Es decir, de eso hace como 30 años. No, mentira… siempre solía hacer bromas con respecto a la edad de mis padres aumentándoles exageradamente el número de años. En especial con Papá, por que en lo que respecta a Mamá, cada año esta más hermosa. Lo único malo de todo esto eran las despedidas. Durante el trayecto hasta el aeropuerto de Londres, tanto Papá como Mamá, no pararon de hablar sobre lo mucho que Emma y yo hemos crecido y que no podían creer que tuviésemos ya la mayoría de edad. Recordar esos momentos cruciales de nuestra infancia hizo que Mamá se soltara a llorar al abrazarnos a Emma y a mí por más de cinco minutos y poco antes de abordar el avión. Las últimas palabras de Mamá antes de partir fueron: Desearía poder estar con ustedes siempre. Por otro lado, Papá me hizo prometerle que cuidaría a mis hermanas y que no me metería problemas. Pero valiéndome de la psicología inversa la pregunta sería… ¿Cuándo en la vida he causado problemas? El punto es que yo mismo conocía el verdadero motivo por el que Papá me dijo esas palabras antes de subir al avión. Después de todo, es mi padre… y sabe que fácilmente pierdo los estribos cuando me provocan. Cualquiera que tuviera un problema con mis hermanas, con mis primos o con mis amigos se las vería conmigo, lo cual he dejado claro en más de una ocasión.
Hasta ahora el verano ha sido realmente placentero y no hay razón para no admitirlo abiertamente. Todas las noches, desde que cumplí 15 años, solía escaparme de la cómoda y pacífica vida campirana en Wiltshire para correr en clandestinamente en las carreras de autos y motocicletas en los barrios bajos de Londres, bajo el alias de ‘Nightwing’. ¿Por qué recurrir a un alias para ocultar mi identidad? Sencillo. Aún cuando mi padre renunció a su título al mismo tiempo que la tía Diana, eso no nos salvaba del acoso de la prensa por ser hijos del ex príncipe Henry y por ser los sobrinos del rey de Inglaterra. Confieso que al principio tuve serias dudas sobre si era correcto o no lo que estaba haciendo; pero al sentir la adrenalina fluyendo por mi cuerpo cada vez que pisaba el acelerador y la velocidad nublando mi pensamiento… hacia que cada escapada valiera pena. Aunque mantener el secreto no ha sido cosa fácil, en especial, con Emma. Ni siquiera Alexa sabía de esto… y si lo supiera, ella sería la primera en decirme que parara con esta locura si no deseaba terminar matándome. Como si no la conociera.
¿Por qué entonces con Emma la situación se complicaba? La pregunta se respondía por si sola sin necesidad de pensarla. Emma era mi hermana melliza, mi otra mitad, esa desquiciante y problemática contraparte que me complementaba, y sin la cual… bueno, no era nada. Entre ella y yo existía un lazo inexplicable, una conexión única, muy similar al de Leia y Luke Skywalker. Y solo era cuestión de tiempo para que me descubriera en la movida. Es por eso que no tuve opción que aceptar en contra de mi voluntad el trato que Emma me ofrecia: Guardarme el secreto a cambio de que le enseñara a andar en moto y que le permitiera acompañarme a las carreras. Nunca quise involucrar a Emma en mis problemas, y me maldecía por ser un irresponsable en ese aspecto. Después de eso, Emma también tuvo que crearse una falsa identidad para que no la descubrieran. Por que si Papá o Mamá llegaban a enterarse de nuestras escapadas a media noche… ya podríamos darnos una idea de cuales serían las consecuencias. Claro… no siempre dejaba que Emma me acompañara, había tipos con los que competía que no eran de fiar, y por ningún motivo me perdonaría si fuera el causante de poner en riesgo la vida de mi hermana.
Una de las tantas cosas que Emma y yo teníamos en común, era nada menos que nuestro espíritu competitivo. Alcanzar nuestras metas y objetivos era la satisfacción más grande que podíamos sentir. Esa sed de triunfo, de superación que nada ni nadie podría arrebatarnos. Mi mayor pasión eran los deportes extremos, pero en si, mi vida, todo mi mundo… giraba entorno al basquetbol, al surfeo y a las carreras. Por lo tanto las palabras: perder o rendirse no estaban dentro de mi vocabulario. Si algo he aprendido de mi padre es a nunca darme por vencido, sin importar cual sea la razón ninguna causa esta perdida si aún queda un pobre diablo dispuesto a luchar. Lo extraño es que últimamente todo mi mundo se ha visto… alterado con la constante presencia de Izzie en el. Desde hace algún tiempo, me he venido sintiendo un tanto… confundido, y desconozco el por qué me estaba pasando todo esto. Izzie y yo nos llevábamos estupendamente, era alegre, divertida, simplemente maravillosa. Y eso que en un principio no comenzamos lo que se dice… bien. Al contrario, empezamos con el pie izquierdo, pero con el paso del tiempo, nuestra relación fue mejorando con sus altas y bajas. Por un lado, no soportaba que Izzie sufriera por culpa del imbécil de Logan, y por otro, estaba la posición de no ir y enfrentarme con él cara a cara por lo que le hizo. No estaba bien que pensara en Izzie… sobre todo después de lo que pasó anoche. Tenía que olvidarme a toda costa de aquel momento tan… íntimo y personal entre nosotros.
No era la clase de tipo que se la pasaba tonteando con chicas, ni mucho menos tenía la costumbre de jugar con sus sentimientos, ante todo optaba por ser sincero con ellas, respetarlas, darles el lugar que merecen como todo un caballero, y admito que en ocasiones me resulta bastante incómodo tener que ser el centro de atención delante de todas y escucharlas una por una aclamándome no solo en los partidos – aunque he aprendido a lidiar con ello – pero no por ello termino por acostumbrarme a recibir toda la atención por parte de las porristas y las chicas que me siguen a todas partes. Justo ahora acababa de librarme de varias de ellas, recurriendo a la única opción que estaba a mi alcance, la de escapándome por la ventana de la cabaña ¿Era mucho pedir un momento de tranquilidad? Exhalé pesadamente, tras sacarme la playera que llevaba encima para quedarme solamente con el bañador. Dejé la maleta encima de una de las sillas playeras para ir a la barra por algo de beber, cuando una pequeña de unos 15 años me abordó asustada. – ¡Una de las infantas acaba de caer a la piscina y no sabe nadar! ¡Quise ayudarla pero no pude! ¡Ven por favor! – Sin pensármelo dos veces bordeé la piscina hasta llegar a la parte que la pequeña me habia indicado, la parte honda, y al ver que se trataba de Izzie, de un clavado me lancé al agua para llegar hasta ella. Sin embargo, rodearla desprevenidamente por la cintura para atraerla hacia mí, recibí tremendo golpe en el pómulo izquierdo que me quejé de dolor. – ¡Auch! ¡Izzie, cálmate! ¡Soy yo! Tranquílizate que ya tengo. – le pedí suavemente para tratar de calmarla y dejara de dar patadas, seguido hice que pasara sus brazos alrededor mi cuello para poder sostenerse, mientras yo la estrechaba de la cintura, de manera que su rostro y el mío quedaron a un palmo del otro. – Vas a estar bien, no temas. – le susurré a su oído. Con cuidado y sin soltarla, nadé hasta la orilla, y ágilmente con un brazo me impulse en el borde para poder sacarla a ella primero, para después poder salir yo. Inhale y exhale profundamente un par de veces para recuperar el aliento, mientras la miraba fijamente a los ojos, estaba tan agitada, que sin decir una sola palabra la tomé una vez más entre mis brazos para llevarla a la silla donde había dejado mi maleta. Y donde con extremo cuidado la ayudé a recostarse, por alguna extraña razón no podía dejar de mirarla con preocupación, ni mi mano podía dejar de acariciar su rostro, pasando por su mejilla y su frente de forma suave y repetitiva. – Tranquila Izzie… ya pasó. – suavemente mis labios se curvaron en una media sonrisa con la intención de reconfortarla. – ¿Te duele algo? ¿No te pasó nada? – Volví a mirarla con ese atisbo de preocupación en el semblante.
Hasta ahora el verano ha sido realmente placentero y no hay razón para no admitirlo abiertamente. Todas las noches, desde que cumplí 15 años, solía escaparme de la cómoda y pacífica vida campirana en Wiltshire para correr en clandestinamente en las carreras de autos y motocicletas en los barrios bajos de Londres, bajo el alias de ‘Nightwing’. ¿Por qué recurrir a un alias para ocultar mi identidad? Sencillo. Aún cuando mi padre renunció a su título al mismo tiempo que la tía Diana, eso no nos salvaba del acoso de la prensa por ser hijos del ex príncipe Henry y por ser los sobrinos del rey de Inglaterra. Confieso que al principio tuve serias dudas sobre si era correcto o no lo que estaba haciendo; pero al sentir la adrenalina fluyendo por mi cuerpo cada vez que pisaba el acelerador y la velocidad nublando mi pensamiento… hacia que cada escapada valiera pena. Aunque mantener el secreto no ha sido cosa fácil, en especial, con Emma. Ni siquiera Alexa sabía de esto… y si lo supiera, ella sería la primera en decirme que parara con esta locura si no deseaba terminar matándome. Como si no la conociera.
¿Por qué entonces con Emma la situación se complicaba? La pregunta se respondía por si sola sin necesidad de pensarla. Emma era mi hermana melliza, mi otra mitad, esa desquiciante y problemática contraparte que me complementaba, y sin la cual… bueno, no era nada. Entre ella y yo existía un lazo inexplicable, una conexión única, muy similar al de Leia y Luke Skywalker. Y solo era cuestión de tiempo para que me descubriera en la movida. Es por eso que no tuve opción que aceptar en contra de mi voluntad el trato que Emma me ofrecia: Guardarme el secreto a cambio de que le enseñara a andar en moto y que le permitiera acompañarme a las carreras. Nunca quise involucrar a Emma en mis problemas, y me maldecía por ser un irresponsable en ese aspecto. Después de eso, Emma también tuvo que crearse una falsa identidad para que no la descubrieran. Por que si Papá o Mamá llegaban a enterarse de nuestras escapadas a media noche… ya podríamos darnos una idea de cuales serían las consecuencias. Claro… no siempre dejaba que Emma me acompañara, había tipos con los que competía que no eran de fiar, y por ningún motivo me perdonaría si fuera el causante de poner en riesgo la vida de mi hermana.
Una de las tantas cosas que Emma y yo teníamos en común, era nada menos que nuestro espíritu competitivo. Alcanzar nuestras metas y objetivos era la satisfacción más grande que podíamos sentir. Esa sed de triunfo, de superación que nada ni nadie podría arrebatarnos. Mi mayor pasión eran los deportes extremos, pero en si, mi vida, todo mi mundo… giraba entorno al basquetbol, al surfeo y a las carreras. Por lo tanto las palabras: perder o rendirse no estaban dentro de mi vocabulario. Si algo he aprendido de mi padre es a nunca darme por vencido, sin importar cual sea la razón ninguna causa esta perdida si aún queda un pobre diablo dispuesto a luchar. Lo extraño es que últimamente todo mi mundo se ha visto… alterado con la constante presencia de Izzie en el. Desde hace algún tiempo, me he venido sintiendo un tanto… confundido, y desconozco el por qué me estaba pasando todo esto. Izzie y yo nos llevábamos estupendamente, era alegre, divertida, simplemente maravillosa. Y eso que en un principio no comenzamos lo que se dice… bien. Al contrario, empezamos con el pie izquierdo, pero con el paso del tiempo, nuestra relación fue mejorando con sus altas y bajas. Por un lado, no soportaba que Izzie sufriera por culpa del imbécil de Logan, y por otro, estaba la posición de no ir y enfrentarme con él cara a cara por lo que le hizo. No estaba bien que pensara en Izzie… sobre todo después de lo que pasó anoche. Tenía que olvidarme a toda costa de aquel momento tan… íntimo y personal entre nosotros.
No era la clase de tipo que se la pasaba tonteando con chicas, ni mucho menos tenía la costumbre de jugar con sus sentimientos, ante todo optaba por ser sincero con ellas, respetarlas, darles el lugar que merecen como todo un caballero, y admito que en ocasiones me resulta bastante incómodo tener que ser el centro de atención delante de todas y escucharlas una por una aclamándome no solo en los partidos – aunque he aprendido a lidiar con ello – pero no por ello termino por acostumbrarme a recibir toda la atención por parte de las porristas y las chicas que me siguen a todas partes. Justo ahora acababa de librarme de varias de ellas, recurriendo a la única opción que estaba a mi alcance, la de escapándome por la ventana de la cabaña ¿Era mucho pedir un momento de tranquilidad? Exhalé pesadamente, tras sacarme la playera que llevaba encima para quedarme solamente con el bañador. Dejé la maleta encima de una de las sillas playeras para ir a la barra por algo de beber, cuando una pequeña de unos 15 años me abordó asustada. – ¡Una de las infantas acaba de caer a la piscina y no sabe nadar! ¡Quise ayudarla pero no pude! ¡Ven por favor! – Sin pensármelo dos veces bordeé la piscina hasta llegar a la parte que la pequeña me habia indicado, la parte honda, y al ver que se trataba de Izzie, de un clavado me lancé al agua para llegar hasta ella. Sin embargo, rodearla desprevenidamente por la cintura para atraerla hacia mí, recibí tremendo golpe en el pómulo izquierdo que me quejé de dolor. – ¡Auch! ¡Izzie, cálmate! ¡Soy yo! Tranquílizate que ya tengo. – le pedí suavemente para tratar de calmarla y dejara de dar patadas, seguido hice que pasara sus brazos alrededor mi cuello para poder sostenerse, mientras yo la estrechaba de la cintura, de manera que su rostro y el mío quedaron a un palmo del otro. – Vas a estar bien, no temas. – le susurré a su oído. Con cuidado y sin soltarla, nadé hasta la orilla, y ágilmente con un brazo me impulse en el borde para poder sacarla a ella primero, para después poder salir yo. Inhale y exhale profundamente un par de veces para recuperar el aliento, mientras la miraba fijamente a los ojos, estaba tan agitada, que sin decir una sola palabra la tomé una vez más entre mis brazos para llevarla a la silla donde había dejado mi maleta. Y donde con extremo cuidado la ayudé a recostarse, por alguna extraña razón no podía dejar de mirarla con preocupación, ni mi mano podía dejar de acariciar su rostro, pasando por su mejilla y su frente de forma suave y repetitiva. – Tranquila Izzie… ya pasó. – suavemente mis labios se curvaron en una media sonrisa con la intención de reconfortarla. – ¿Te duele algo? ¿No te pasó nada? – Volví a mirarla con ese atisbo de preocupación en el semblante.
Última edición por ιzzy нale el Vie Ago 09, 2013 3:45 am, editado 1 vez
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Re: [ # ] Ethan Windsor
ιzzy нale Jue Ago 08, 2013 11:54 pm
Izzie de Borbón
SAR, la Infanta Isaura Leonor Stephenie de todos los Santos de Borbon Donovan
18 años - Senior ✖ Animadora (capitana) & Equitación ✖ The Pinky Ladies
→ está con: Ethan Windsor, en: vacance club, zona de piscinas.
No escuchaba nada. El agua cubría prácticamente todos mis sentidos: desde la respiración, la audición y la vista, que estaban totalmente bloqueados por la enorme cantidad de agua que estaba tragando en mis vanos intentos de poder respirar. Supongo que en estos momentos me arrepentía por no haber tomado clases de natación, pero tenía una buena excusa: me daba pánico estar a tanta altura en relación al suelo, y no soportaba ver la profundidad ya que me mareaba y me hacía sentir náuseas. Por tanto, tan solo sabía lo básico de lo poco que los profesores de natación habían podido hacer conmigo en la parte baja de la piscina. Moví la pierna bruscamente en mi vano intento de seguir consciente y de no derrumbarme. El tiempo pasaba y ni siquiera sabía cuánto tiempo hacía que llevaba ahí dentro. ¿Diez, quince, veinte minutos? No tenía mucho sentido. Escuchaba murmullos y bullicios sin sentido. Hasta que de pronto, algo cambió. Alguien se tiró al agua, y me cogió de la cintura mientras yo me movía desesperaba. “Suéltame, suéltame” pensé desesperada por no saber qué o quién era. Fue entonces cuando pude sacar la cabeza fuera del agua, abrir los ojos y encontrarme con el rostro de Ethan Windsor.
Mi corazón latía de forma acelerada, sintiendo como si fuese a salirse de mi pecho. Me aferré a su cuello y traté de tranquilizarme en vano mientras mi cuerpo temblaba constantemente debido al miedo que tenía en ese momento, aunque ahora me sentía más contenida. Tosí suavemente dejando que Ethan me llevara hacia el borde de la piscina y otra persona junto a él me ayudó a salir del agua. Respiré profundamente, esforzándome por no echarme a llorar como si tuviera dos años, aunque me temblaba la barbilla: me sentía avergonzada y humillada, y odiaba ambas cosas. Ethan me cargó en sus brazos y dejé que me ayudara a ir a un lugar donde las miradas de las personas no me atormentaran; entrecerré suavemente mis ojos, aferrándome a él, y respiré profundamente tratando de tranquilizarme a mí misma. Luego, me recostó en una de las reposeras y me encogí suavemente. Acarició mi rostro y sin poder evitarlo sollocé sintiéndome enormemente avergonzada. – Gra… gracias. – tartamudeé mientras fruncía mis labios y los presionaba suavemente. – Soy una idiota, hice el ridículo. – murmuré apenas audible mientras sentía como mi cuerpo se encogía por los temblores a causa del miedo y además por los sollozos que realizaba continuamente.
Honestamente agradecía el día en el que Ethan y yo habíamos empezado a llevarnos bien, ya que hacía unos años atrás nuestra relación era realmente mala, hasta que nos quedamos “misteriosamente” encerrados en una habitación durante al menos más de dos horas. Para ser sincera, siempre he pensado que Alexa tuvo algo que ver en ese incidente: porque Ethan y yo la volvíamos loca cada vez que nos poníamos a discutir y muchas veces, en mi caso, terminaba comportándome infantilmente. Evidentemente, a partir de entonces la relación entre Ethan y yo fue cambiando con el paso del tiempo, y... bueno, no podía evitarlo, pero me hacía sentir contenta tenerlo de amigo porque sin duda se trataba de alguien especial. No sabía qué pensar exactamente al respecto de toda esta situación, sobre cómo habían cambiado las cosas entre nosotros.
Respiré profundamente, y suspiré. - Estoy bien... creo que tengo un raspón en la rodilla. Pero... no me pasó nada más grave. - le dije tratando de hacerme la fuerte. Aunque seguramente si estuviese papá haría un escándalo terrible pidiendo que se quedara conmigo durante todo el resto de la tarde, consiguiendo así que suspendiese todas las actividades que él tenía. Me mordí el labio inferior, y suspiré. - No sé como me pudo pasar esto... estaba caminando por el borde cuando de pronto resbalé. y entre más patadas que daba más me alejaba del borde... soy un desastre. - mascullé sin poder creérmelo. Suspiré profundamente y torcí el gesto mientras hacía una mueca de costado. - Gracias por haberme ayudado, Ethan. En serio. No sé como haré para agradecértelo. - dije sonriéndole un poco apenada mientras negaba con la cabeza.
Mi corazón latía de forma acelerada, sintiendo como si fuese a salirse de mi pecho. Me aferré a su cuello y traté de tranquilizarme en vano mientras mi cuerpo temblaba constantemente debido al miedo que tenía en ese momento, aunque ahora me sentía más contenida. Tosí suavemente dejando que Ethan me llevara hacia el borde de la piscina y otra persona junto a él me ayudó a salir del agua. Respiré profundamente, esforzándome por no echarme a llorar como si tuviera dos años, aunque me temblaba la barbilla: me sentía avergonzada y humillada, y odiaba ambas cosas. Ethan me cargó en sus brazos y dejé que me ayudara a ir a un lugar donde las miradas de las personas no me atormentaran; entrecerré suavemente mis ojos, aferrándome a él, y respiré profundamente tratando de tranquilizarme a mí misma. Luego, me recostó en una de las reposeras y me encogí suavemente. Acarició mi rostro y sin poder evitarlo sollocé sintiéndome enormemente avergonzada. – Gra… gracias. – tartamudeé mientras fruncía mis labios y los presionaba suavemente. – Soy una idiota, hice el ridículo. – murmuré apenas audible mientras sentía como mi cuerpo se encogía por los temblores a causa del miedo y además por los sollozos que realizaba continuamente.
Honestamente agradecía el día en el que Ethan y yo habíamos empezado a llevarnos bien, ya que hacía unos años atrás nuestra relación era realmente mala, hasta que nos quedamos “misteriosamente” encerrados en una habitación durante al menos más de dos horas. Para ser sincera, siempre he pensado que Alexa tuvo algo que ver en ese incidente: porque Ethan y yo la volvíamos loca cada vez que nos poníamos a discutir y muchas veces, en mi caso, terminaba comportándome infantilmente. Evidentemente, a partir de entonces la relación entre Ethan y yo fue cambiando con el paso del tiempo, y... bueno, no podía evitarlo, pero me hacía sentir contenta tenerlo de amigo porque sin duda se trataba de alguien especial. No sabía qué pensar exactamente al respecto de toda esta situación, sobre cómo habían cambiado las cosas entre nosotros.
Respiré profundamente, y suspiré. - Estoy bien... creo que tengo un raspón en la rodilla. Pero... no me pasó nada más grave. - le dije tratando de hacerme la fuerte. Aunque seguramente si estuviese papá haría un escándalo terrible pidiendo que se quedara conmigo durante todo el resto de la tarde, consiguiendo así que suspendiese todas las actividades que él tenía. Me mordí el labio inferior, y suspiré. - No sé como me pudo pasar esto... estaba caminando por el borde cuando de pronto resbalé. y entre más patadas que daba más me alejaba del borde... soy un desastre. - mascullé sin poder creérmelo. Suspiré profundamente y torcí el gesto mientras hacía una mueca de costado. - Gracias por haberme ayudado, Ethan. En serio. No sé como haré para agradecértelo. - dije sonriéndole un poco apenada mientras negaba con la cabeza.
perdón por la respuesta taaaaaaan fea -.- tengo trauma con las clases y me come el cerebro e.e
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Re: [ # ] Ethan Windsor
ιzzy нale Dom Ago 18, 2013 11:21 pm
. Ethan Windsor .
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● 18 años # Senior # The Charming Boys # Baloncesto (Capitán) » Esgrima
[ Está con Izzie de Borbón ;; En Vacance Club, Área de Piscinas ]
● 18 años # Senior # The Charming Boys # Baloncesto (Capitán) » Esgrima
[ Está con Izzie de Borbón ;; En Vacance Club, Área de Piscinas ]
Ignoré las contanstes punzadas en mi pómulo izquierdo, para fijarle parte de mi atención mientras con la mirada recorría el área de las piscinas, para dar con una de las encargadas de llevar las toallas. Al ver pasar a una de ellas por nuestro lado, me volví para pedirle de favor que me trajera un botiquín de primeros auxilios. En este momento, la única que me interesaba era Izzie. Viendola así… tan frágil, tan indefensa, era imposible que no me preocupara por ella; aunque en un principio no fue así. ¿Quién diría que acabaría siendo amigo de la Infanta Isaura de Borbón? Ninguno de nosotros tenía contacto con las familias reales, ni mucho menos asistíamos a eventos de tal magnitud; para Papá, todo eso terminó cuando él y la tía Diana renunciaron públicamente a sus títulos. Y para ser franco… esta vida que hemos llevado era mucho mejor a la de vivir atado a una vida de reglas y obligaciones.
Por esa razón, mi relación con Izzie no empezó precisamente… bien. La primera impresión que tuve al conocerla fue la de una niña caprichosa y mimada. Acostumbrada a imponer su santa voluntad. Una pesadilla, vaya. Un incesante dolor de cabeza. Alexa y yo estábamos acostumbrados a hacer los trabajos juntos, y el que Izzie llegara como si nada para integrarse con nosotros, y se pusiera como una chiflada a darme órdenes como si fuera mi madre, era una verdadera molestia. Era evidente que entre Izzie y yo nunca podría existir una amistad, mucho menos después de que me burlé con el mayor cinismo de ella al imitarla delante de mis amigos. Por supuesto… nunca imaginé que ella estaría detrás de mí escuchándolo todo. Lo peor fue que a la hora de voltearme, luego de ver las expresiones en los rostros de mis amigos, me encontré cara a cara con una Izzie dolida por los comentarios y las burlas hacia su persona. Quise disculparme… pero en esos instantes las palabras se negaban a salir de mi boca ante la sorpresa de ver hasta donde había llegado.
Todo cambió entre nosotros cuando nos quedamos encerrados en la habitación por más de dos horas. Recordaba claramente cada detalle como si hubiese sido ayer. Nos recuerdo a cada uno con la mirada lejos del otro… y sumidos en un incómodo silencio. Era normal que Izzie estuviese muy molesta y ofendida por lo que dije de ella… pero cuando se puso a aporrear la puerta y a gritar como una loca desquiciada para que nos sacaran de ahí, reafirmó todo lo que pensaba sobre ella. Recuerdo que le dije que era lunática… una cabeza de chorlito… y que sus gritos de nada servirían por que todo el mundo estaba en el campo de fútbol para ver el partido. De un momento a otro, Izzie perdió los estribos y se puso a lanzarme de cosas, todo cuanto estaba a su alcance me tiraba, sin parar de gritarme… por lo que no tuve elección que encerrarme en el baño cuando amenazó con lanzarme la lámpara de la mesa de noche. Cosa que si hizo… pero como fui más rápido tuve tiempo de cerrar la puerta al ver que la lámpara volaba hacia mí y se estrellaba contra la puerta haciéndose pedazos. Dos horas ahí encerrados… y la habitación terminó en un completo desastre, como si una estampida de animales hubiese destrozado todo. Pero a fin de cuentas, valió la pena. Una vez que Izzie se tranquilizó y se desquitó golpeándome con su bolso por amarrarla de las manos y de los pies con unas fundas para almohada y por asustarla cuando me dio con una secadora en la cabeza y fingí desmayarme a causa del golpe… nos sentamos a hablar y me disculpé con ella… por todo lo que le dije.
– Vamos, no digas eso… solo fue un pequeño accidente. A todos nos ha pasado alguna vez, créeme. – dije quedamente con una sonrisa de lado para tratar de calmarla, mientras mi mano subía y bajaba por su espalda tratando de reconfortarla. Con mi cuerpo le hacia sombra para ocultarla de las miradas indiscretas que no paraban de observarnos y que, al parecer, no tenían nada mejor que hacer. Solté un hondo y prolongado suspiro. – Por favor, ya no llores… – le pedí, mirándole fijamente a los ojos, y con cuidado sequé sus lágrimas, acariciando su mejilla con el pulgar, reflejándose en esa acción todo mi preocupación. No me gustaba verla llorar… aún cuando tiempo atrás fui el responsable y el causante de sus lágrimas. – Gracias, eso es todo. – dije al momento de recibir en botiquín de primeros auxilios manos de una de las encargadas que me preguntó si no necesitábamos otra cosa. – Tranquila, ya todo esta bien… recuéstate un momento, ¿si me harías ese favor? – se lo pedí al momento de acomodarme el botiquín para poder abrirlo y rebuscar en el un poco de algodón y agua oxigenada y así atenderle la herida que tenia en la rodilla, y de la cual ya me había percatado en cuanto me lo dijo. – Ey, mírame… y escucha atentamente lo que te voy a decir, Izzie. – Conforme hablaba mi mano acariciaba su rostro suavemente y con la mayor delicadeza, mis ojos miraban directamente los suyos – No eres un desastre y mucho menos una idiota… ¿me has entendido? Lo que pasó no fue tu culpa… solo… pasó… Lo importante es que estas bien. – Y todo gracias a esa pequeña niña que fue corriendo a avisarme. Eso me recuerda que tengo que agradecerlo de alguna forma. Sonreí suavemente, negando un poco. – No me lo agradezcas, rubia… sabes que haría cualquier cosa por ti y por Alexa. – repuse sin ahondar demasiado en sus palabras de agradecimiento, lo que le acababa de decir era cierto y nada me costaba reconocerlo. – Puede que te arda un poco… pero no quiero que se te infecte el raspón, y lo más conveniente en estos casos es desinfectarla antes hacer cualquier otra cosa. – dije mirándola brevemente por el rabillo del ojo, para luego untarle suavemente el algodón en la herida y con movimientos circulares esparcírselo con cuidado para limpiarle las gotitas de sangre. Por Mamá era que sabía estas cosas de primeros auxilios… sus conocimientos me han sido de gran ayuda en estos años, sobre todo a la hora de atenderme por mi propia cuenta cuando llego a salir herido de alguna pelea o en las carreras. – Eres una sirena demasiado ruda, ¿sabes? – dije con aire bromista cuando le recordé el golpe que me propinó momentos atrás para aligerar la tensión, a la hora de aplicarle el spray sobre la herida, el cual le ayudaría para que cicatrizara. Hablarle era la mejor solución que conocía para se olvidara momentáneamente del ardor que el spray le produciría a la hora de hacerle efecto en la herida. – Hablo enserio… con ese brazo que te cargas no te sería nada difícil dejar knock out a cualquiera que trate de meterse contigo. – Lo digo por experiencia… Soplé un poco sobre su herida esperando que el ardor se le pasara en cuestión de segundos. Seguido desprendí la bandita de la envoltura y se la coloqué con cuidado sobre la herida. Con el mismo cuidado, la sostuve de la parte interna de su pierna, es decir de su pantorilla, para depositar un breve beso sobre su herida, ya cubierta por la bandita. – ¿Ya vez que no fue tan malo? – le dije con media sonrisa divertida.
Por esa razón, mi relación con Izzie no empezó precisamente… bien. La primera impresión que tuve al conocerla fue la de una niña caprichosa y mimada. Acostumbrada a imponer su santa voluntad. Una pesadilla, vaya. Un incesante dolor de cabeza. Alexa y yo estábamos acostumbrados a hacer los trabajos juntos, y el que Izzie llegara como si nada para integrarse con nosotros, y se pusiera como una chiflada a darme órdenes como si fuera mi madre, era una verdadera molestia. Era evidente que entre Izzie y yo nunca podría existir una amistad, mucho menos después de que me burlé con el mayor cinismo de ella al imitarla delante de mis amigos. Por supuesto… nunca imaginé que ella estaría detrás de mí escuchándolo todo. Lo peor fue que a la hora de voltearme, luego de ver las expresiones en los rostros de mis amigos, me encontré cara a cara con una Izzie dolida por los comentarios y las burlas hacia su persona. Quise disculparme… pero en esos instantes las palabras se negaban a salir de mi boca ante la sorpresa de ver hasta donde había llegado.
Todo cambió entre nosotros cuando nos quedamos encerrados en la habitación por más de dos horas. Recordaba claramente cada detalle como si hubiese sido ayer. Nos recuerdo a cada uno con la mirada lejos del otro… y sumidos en un incómodo silencio. Era normal que Izzie estuviese muy molesta y ofendida por lo que dije de ella… pero cuando se puso a aporrear la puerta y a gritar como una loca desquiciada para que nos sacaran de ahí, reafirmó todo lo que pensaba sobre ella. Recuerdo que le dije que era lunática… una cabeza de chorlito… y que sus gritos de nada servirían por que todo el mundo estaba en el campo de fútbol para ver el partido. De un momento a otro, Izzie perdió los estribos y se puso a lanzarme de cosas, todo cuanto estaba a su alcance me tiraba, sin parar de gritarme… por lo que no tuve elección que encerrarme en el baño cuando amenazó con lanzarme la lámpara de la mesa de noche. Cosa que si hizo… pero como fui más rápido tuve tiempo de cerrar la puerta al ver que la lámpara volaba hacia mí y se estrellaba contra la puerta haciéndose pedazos. Dos horas ahí encerrados… y la habitación terminó en un completo desastre, como si una estampida de animales hubiese destrozado todo. Pero a fin de cuentas, valió la pena. Una vez que Izzie se tranquilizó y se desquitó golpeándome con su bolso por amarrarla de las manos y de los pies con unas fundas para almohada y por asustarla cuando me dio con una secadora en la cabeza y fingí desmayarme a causa del golpe… nos sentamos a hablar y me disculpé con ella… por todo lo que le dije.
– Vamos, no digas eso… solo fue un pequeño accidente. A todos nos ha pasado alguna vez, créeme. – dije quedamente con una sonrisa de lado para tratar de calmarla, mientras mi mano subía y bajaba por su espalda tratando de reconfortarla. Con mi cuerpo le hacia sombra para ocultarla de las miradas indiscretas que no paraban de observarnos y que, al parecer, no tenían nada mejor que hacer. Solté un hondo y prolongado suspiro. – Por favor, ya no llores… – le pedí, mirándole fijamente a los ojos, y con cuidado sequé sus lágrimas, acariciando su mejilla con el pulgar, reflejándose en esa acción todo mi preocupación. No me gustaba verla llorar… aún cuando tiempo atrás fui el responsable y el causante de sus lágrimas. – Gracias, eso es todo. – dije al momento de recibir en botiquín de primeros auxilios manos de una de las encargadas que me preguntó si no necesitábamos otra cosa. – Tranquila, ya todo esta bien… recuéstate un momento, ¿si me harías ese favor? – se lo pedí al momento de acomodarme el botiquín para poder abrirlo y rebuscar en el un poco de algodón y agua oxigenada y así atenderle la herida que tenia en la rodilla, y de la cual ya me había percatado en cuanto me lo dijo. – Ey, mírame… y escucha atentamente lo que te voy a decir, Izzie. – Conforme hablaba mi mano acariciaba su rostro suavemente y con la mayor delicadeza, mis ojos miraban directamente los suyos – No eres un desastre y mucho menos una idiota… ¿me has entendido? Lo que pasó no fue tu culpa… solo… pasó… Lo importante es que estas bien. – Y todo gracias a esa pequeña niña que fue corriendo a avisarme. Eso me recuerda que tengo que agradecerlo de alguna forma. Sonreí suavemente, negando un poco. – No me lo agradezcas, rubia… sabes que haría cualquier cosa por ti y por Alexa. – repuse sin ahondar demasiado en sus palabras de agradecimiento, lo que le acababa de decir era cierto y nada me costaba reconocerlo. – Puede que te arda un poco… pero no quiero que se te infecte el raspón, y lo más conveniente en estos casos es desinfectarla antes hacer cualquier otra cosa. – dije mirándola brevemente por el rabillo del ojo, para luego untarle suavemente el algodón en la herida y con movimientos circulares esparcírselo con cuidado para limpiarle las gotitas de sangre. Por Mamá era que sabía estas cosas de primeros auxilios… sus conocimientos me han sido de gran ayuda en estos años, sobre todo a la hora de atenderme por mi propia cuenta cuando llego a salir herido de alguna pelea o en las carreras. – Eres una sirena demasiado ruda, ¿sabes? – dije con aire bromista cuando le recordé el golpe que me propinó momentos atrás para aligerar la tensión, a la hora de aplicarle el spray sobre la herida, el cual le ayudaría para que cicatrizara. Hablarle era la mejor solución que conocía para se olvidara momentáneamente del ardor que el spray le produciría a la hora de hacerle efecto en la herida. – Hablo enserio… con ese brazo que te cargas no te sería nada difícil dejar knock out a cualquiera que trate de meterse contigo. – Lo digo por experiencia… Soplé un poco sobre su herida esperando que el ardor se le pasara en cuestión de segundos. Seguido desprendí la bandita de la envoltura y se la coloqué con cuidado sobre la herida. Con el mismo cuidado, la sostuve de la parte interna de su pierna, es decir de su pantorilla, para depositar un breve beso sobre su herida, ya cubierta por la bandita. – ¿Ya vez que no fue tan malo? – le dije con media sonrisa divertida.
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Re: [ # ] Ethan Windsor
ιzzy нale Jue Sep 05, 2013 12:15 am
Izzie de Borbón
SAR, la Infanta Isaura Leonor Stephenie de todos los Santos de Borbon Donovan
18 años - Senior ✖ Animadora (capitana) & Equitación ✖ The Pinky Ladies
→ está con: Ethan Windsor, en: vacance club, zona de piscinas.
Ethan y yo no siempre nos habíamos llevado bien. Hubo un tiempo que la presencia de Ethan Windsor solía demostrarme más de lo que a cualquier persona normal; nuestras discusiones solían ser constantes y por lo general tendía a sacarme de quicio la mayor parte del tiempo. Me fastidiaba tanto que rondara alrededor de Alexa, Barbie y de mí, que incluso en muchas ocasiones le dije que se fuera a buscar un trío de amigos propio y que nos dejara a nosotras en paz porque hacía un mal tercio a nuestro lado. Pero obviamente, pese a todo lo que yo intentaba, él nunca me hacía caso y siempre terminaba haciendo lo que se le daba la gana y fastidiando todos nuestros planes: salir de compras, tener noche de “chicas”, y de más. O sea… si se tratara de Emma no me molestaría tanto… bueno, sí: Emma era un bicho raro que se parecía más a un hombre en el cuerpo de una mujer que una mujer en sí misma, pero bueno, daba igual… el caso que al menos ella en esa época no me molestaba tanto como él.
La cosa fue que todo empeoró cuando un día lo escuché hablando de mí con sus amigos, tratando de “imitar” lo que se suponía ser mi comportamiento, que claramente estaba sobreactuado porque evidentemente yo no era así. “Y mira quién es el maduro de los dos, Windsor” le dije fríamente mirándolo con dolor por lo que había. Seguidamente, salí del lugar sintiendo las risas de sus amigos que se metieron en mi cabeza durante horas. Me sentía tan humillada que me había jurado a mí misma jamás perdonarle. Simplemente cuando Ethan estaba delante de Lexa y de mí me dedicaba a ignorarlo o a responderle con comentarios sarcásticos e hirientes con el único objetivo de hacerlo pedacitos.
Pero luego, “algo” (yo siempre supuse que fue “alguien”) nos encerró en aquella sala. Una mala idea para una persona claustrofóbica como yo, y (como era de esperarse) empecé a echarle la culpa de todo lo que sucedía a Ethan. Para mí él siempre tenía la culpa de todo lo malo que me pasaba, porque siempre que me pasaba algo malo él estaba cerca de mí. Vale, reconozco que no fue buena idea empezar a arrojarle todo lo que tenía cerca de mí, pero seguía tan molesta en aquella noche por lo que había dicho de mí y porque se suponía que yo debía estar guiando a las animadoras… que estaba al borde de un ataque de nervios queriendo salir de allí. Además, entre otras cosas, la falta de aire comenzaba a sofocarme y a impedirme respirar: era algo que tenía desde pequeña y que no podía evitar.
Más o menos después de dos horas de andar arrojándole cosas, finalmente me tranquilicé sentándome en la cama. Posteriormente, Ethan y yo mantuvimos una conversación. Al final resultó ser que no era tan cretino como pensaba que era, y me sentí orgullosa cuando se tragó su orgullo para luego pedirme disculpas; al principio medio que las ignoré, ya que quería hacerme rogar… pero luego, las cosas cambiaron, y terminé aceptándolas pero prometiéndole que la próxima vez iba a darle una patada estilo animadora como siguiera fastidiándome. Desde entonces nuestra relación había ido cambiando. Éramos un poco más tolerante el uno con el otro y tratábamos de no hacernos enfadar. No obstante, él siempre solía hacerme alzar una ceja cuando alguno de sus comentarios tan Ethan no me gustaban.
Y ahora, estaba ahí: aferrándome al cuerpo de Ethan y dejando que me consolara por haber pasado una humillación en la piscina. Qué irónica era la situación, ¿verdad? Suspiré, sintiéndome reconfortada en sus brazos y traté de tranquilizar mi mente que era un completo desastre: “No ha pasado nada, Izzie… a todos nos puede pasar” me dije repitiéndome sus palabras. Pero yo no era todos... era una Princesa: no podían pasarme las cosas que a las demás personas le pasaban, se supone que la gente tenía que cuidarme y… a todo esto, ¿Dónde estaba Andrew? Me sentía tan desprotegida cuando no estaba que era absurdo…
Sollocé suavemente. – A mí no deberían pasarme estas cosas. – murmuré más para mí misma que para él en un tono algo infantil. Me mordí el labio y suspiré encogiéndome mientras me aferraba con cierta pena a su brazo. Me sentía tan… tan… dios, odiaba sentirme de esta forma: humillada delante de los demás, sobretodo odiaba que la gente me viese llorar, nadie podía verme llorar; mi abuelo siempre decía que debía mostrarme siempre con una sonrisa, que eso es lo que espera la gente de mí. Y en estos momentos no estaba haciendo absolutamente nada de lo que me habían enseñado en casa. – Soy un desastre. – repetí con pena mientras me secaba una lágrima que quería caer por mi rostro. Me mordí nuevamente el labio, como una manía, pero esta vez más fuerte. Respiré profundamente, sintiendo sus manos en mi rostro y quitando mis lágrimas de los ojos. “Dios, debo estar horrible, se me debe de haber corrido todo el maquillaje…” pensé mordiéndome el labio.
Parpadeé levemente sorprendida cuando me cogió el rostro y me miró fijamente. “Oh, por Dios… ¿siempre ha tenido esos ojos?” pensé un poco perdida sin escuchar realmente en lo que estaba diciéndome. No obstante, me dejé llevar y terminé recostándome en la reposera. Sonreí medio de costado, aunque segundos después chillé a causa del spray que me echó en la herida. - ¡Maldita sea! – mascullé adolorida conteniendo un gemido de dolor. Volví a la realidad demasiado de golpe, y eso me había dolido ya que no había escuchado que iba a curarme la herida que me habia hecho.- Ya te dije… me tomo mi entrenamiento de animadora muy de enserio… y sé dar buenas patadas también. – susurré orgullosa casi son poder evitarlo. Aunque el orgullo se me fue a la mierda después de poner la cara de dolor a causa de la herida que tenía. “No seas niña” me regañé mentalmente.
Me quedé sin aire cuando Ethan me besó la herida que se me había hecho, por sobre encima de la curita. “¿Qué, se piensan que no soy mujer y que no me mueve el suelo? Bueno… no ‘moverme el suelo’ literalmente, pero… ya saben, en el sentido de que en cierta forma cualquier chica se quedaría estúpida si le pasara algo así… clarmente”, pensé respirando bruscamente y soltando el aire. – Gracias.- sonreí medio de costado, avergonzada. Entonces recordé que yo también le había golpeado y que seguramente le había lastimado. Me mordí el labio. Me incorporé suavemente y luego me acerqué a él… “estás invadiendo demasiado el espacio personal, Izzie” me dijo mi mente algo alarmada. Pero la ignoré y cogí su rostro entre mis manos, examinándolo con cuidado para ver que tan mal había quedado. Pero estaba perfecto. – Eres un mentiroso. – susurré sintiendo como los latidos de mi corazón se aceleraban, demasiado rápido… en cualquier momento iba a salirse de mi pecho como siguieran así. “Demasiado cerca, alerta” me gritó mi mente; no estaba acostumbrada a estar tan cerca de Ethan Windsor, pero ya iban dos veces en menos de una semana ¿Qué rayos estaba pasando aquí? No quería que volviese a pasarme lo que me pasó con Logan, y estaba determinada en no volver a sentir nada por ningún chico hasta estar realmente segura de él… y Ethan todavía seguía siendo… complicado, demasiado complicado para mí como para saber qué era todo esto. “Tal vez estés imaginándolo” me dije a mí misma mordiéndome el labio inferior, de nuevo. “Maldito hábito” pensé alzando una ceja. – No te he hecho absolutamente nada. – apunté media desilusionada mientras me alejaba de él aún sintiendo que mi corazón iba a explotar en cualquier segundo. “Pero… ¿qué rayos es esto?” pensé confundida.
La cosa fue que todo empeoró cuando un día lo escuché hablando de mí con sus amigos, tratando de “imitar” lo que se suponía ser mi comportamiento, que claramente estaba sobreactuado porque evidentemente yo no era así. “Y mira quién es el maduro de los dos, Windsor” le dije fríamente mirándolo con dolor por lo que había. Seguidamente, salí del lugar sintiendo las risas de sus amigos que se metieron en mi cabeza durante horas. Me sentía tan humillada que me había jurado a mí misma jamás perdonarle. Simplemente cuando Ethan estaba delante de Lexa y de mí me dedicaba a ignorarlo o a responderle con comentarios sarcásticos e hirientes con el único objetivo de hacerlo pedacitos.
Pero luego, “algo” (yo siempre supuse que fue “alguien”) nos encerró en aquella sala. Una mala idea para una persona claustrofóbica como yo, y (como era de esperarse) empecé a echarle la culpa de todo lo que sucedía a Ethan. Para mí él siempre tenía la culpa de todo lo malo que me pasaba, porque siempre que me pasaba algo malo él estaba cerca de mí. Vale, reconozco que no fue buena idea empezar a arrojarle todo lo que tenía cerca de mí, pero seguía tan molesta en aquella noche por lo que había dicho de mí y porque se suponía que yo debía estar guiando a las animadoras… que estaba al borde de un ataque de nervios queriendo salir de allí. Además, entre otras cosas, la falta de aire comenzaba a sofocarme y a impedirme respirar: era algo que tenía desde pequeña y que no podía evitar.
Más o menos después de dos horas de andar arrojándole cosas, finalmente me tranquilicé sentándome en la cama. Posteriormente, Ethan y yo mantuvimos una conversación. Al final resultó ser que no era tan cretino como pensaba que era, y me sentí orgullosa cuando se tragó su orgullo para luego pedirme disculpas; al principio medio que las ignoré, ya que quería hacerme rogar… pero luego, las cosas cambiaron, y terminé aceptándolas pero prometiéndole que la próxima vez iba a darle una patada estilo animadora como siguiera fastidiándome. Desde entonces nuestra relación había ido cambiando. Éramos un poco más tolerante el uno con el otro y tratábamos de no hacernos enfadar. No obstante, él siempre solía hacerme alzar una ceja cuando alguno de sus comentarios tan Ethan no me gustaban.
Y ahora, estaba ahí: aferrándome al cuerpo de Ethan y dejando que me consolara por haber pasado una humillación en la piscina. Qué irónica era la situación, ¿verdad? Suspiré, sintiéndome reconfortada en sus brazos y traté de tranquilizar mi mente que era un completo desastre: “No ha pasado nada, Izzie… a todos nos puede pasar” me dije repitiéndome sus palabras. Pero yo no era todos... era una Princesa: no podían pasarme las cosas que a las demás personas le pasaban, se supone que la gente tenía que cuidarme y… a todo esto, ¿Dónde estaba Andrew? Me sentía tan desprotegida cuando no estaba que era absurdo…
Sollocé suavemente. – A mí no deberían pasarme estas cosas. – murmuré más para mí misma que para él en un tono algo infantil. Me mordí el labio y suspiré encogiéndome mientras me aferraba con cierta pena a su brazo. Me sentía tan… tan… dios, odiaba sentirme de esta forma: humillada delante de los demás, sobretodo odiaba que la gente me viese llorar, nadie podía verme llorar; mi abuelo siempre decía que debía mostrarme siempre con una sonrisa, que eso es lo que espera la gente de mí. Y en estos momentos no estaba haciendo absolutamente nada de lo que me habían enseñado en casa. – Soy un desastre. – repetí con pena mientras me secaba una lágrima que quería caer por mi rostro. Me mordí nuevamente el labio, como una manía, pero esta vez más fuerte. Respiré profundamente, sintiendo sus manos en mi rostro y quitando mis lágrimas de los ojos. “Dios, debo estar horrible, se me debe de haber corrido todo el maquillaje…” pensé mordiéndome el labio.
Parpadeé levemente sorprendida cuando me cogió el rostro y me miró fijamente. “Oh, por Dios… ¿siempre ha tenido esos ojos?” pensé un poco perdida sin escuchar realmente en lo que estaba diciéndome. No obstante, me dejé llevar y terminé recostándome en la reposera. Sonreí medio de costado, aunque segundos después chillé a causa del spray que me echó en la herida. - ¡Maldita sea! – mascullé adolorida conteniendo un gemido de dolor. Volví a la realidad demasiado de golpe, y eso me había dolido ya que no había escuchado que iba a curarme la herida que me habia hecho.- Ya te dije… me tomo mi entrenamiento de animadora muy de enserio… y sé dar buenas patadas también. – susurré orgullosa casi son poder evitarlo. Aunque el orgullo se me fue a la mierda después de poner la cara de dolor a causa de la herida que tenía. “No seas niña” me regañé mentalmente.
Me quedé sin aire cuando Ethan me besó la herida que se me había hecho, por sobre encima de la curita. “¿Qué, se piensan que no soy mujer y que no me mueve el suelo? Bueno… no ‘moverme el suelo’ literalmente, pero… ya saben, en el sentido de que en cierta forma cualquier chica se quedaría estúpida si le pasara algo así… clarmente”, pensé respirando bruscamente y soltando el aire. – Gracias.- sonreí medio de costado, avergonzada. Entonces recordé que yo también le había golpeado y que seguramente le había lastimado. Me mordí el labio. Me incorporé suavemente y luego me acerqué a él… “estás invadiendo demasiado el espacio personal, Izzie” me dijo mi mente algo alarmada. Pero la ignoré y cogí su rostro entre mis manos, examinándolo con cuidado para ver que tan mal había quedado. Pero estaba perfecto. – Eres un mentiroso. – susurré sintiendo como los latidos de mi corazón se aceleraban, demasiado rápido… en cualquier momento iba a salirse de mi pecho como siguieran así. “Demasiado cerca, alerta” me gritó mi mente; no estaba acostumbrada a estar tan cerca de Ethan Windsor, pero ya iban dos veces en menos de una semana ¿Qué rayos estaba pasando aquí? No quería que volviese a pasarme lo que me pasó con Logan, y estaba determinada en no volver a sentir nada por ningún chico hasta estar realmente segura de él… y Ethan todavía seguía siendo… complicado, demasiado complicado para mí como para saber qué era todo esto. “Tal vez estés imaginándolo” me dije a mí misma mordiéndome el labio inferior, de nuevo. “Maldito hábito” pensé alzando una ceja. – No te he hecho absolutamente nada. – apunté media desilusionada mientras me alejaba de él aún sintiendo que mi corazón iba a explotar en cualquier segundo. “Pero… ¿qué rayos es esto?” pensé confundida.
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Re: [ # ] Ethan Windsor
ιzzy нale Vie Sep 06, 2013 4:17 am
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Contuve un profundo suspiro, pensando en retrospectiva lo mal que me he portado con ella en estos años. Si alguien me hubiese dicho que acabaría siendo “amigo” de Isaura de Borbón me habría reído a carcajada limpia con el mayor cinismo del universo. Peor hubiera sido si que “pronosticaran anticipadamente” que dentro de un par de años me tiraría al agua para salvarla. Lexie era quien me pedía una y otra vez que hiciera el esfuerzo de llevarme bien con su amiga, pero por más que hubiese querido complacerla… entre nosotros había demasiadas complicaciones como para olvidarlas y dejarlas de lado. La razón por la que la consideraba una niña irritante y una fastidiosa era nada menos que por su costumbre de acapararse a Lexie todo el maldito día. El tener que hacerla de chofer, aguantar las aburridas paradas en cada boutique, pasarse dos, tres horas ahí sentado esperando a que la señorita de Borbon se decidiera por un maldito par de zapatos que convinasen con su vestido, cargar con todos sus jodidos paquetes, ¡¡Dios….!! Era desquiciante, desesperante, ganas no me faltaban de salir corriendo. Nunca me ha gustado compartir… Lex y yo eramos prácticamente como hermanos de toda la vida, nos criamos juntos, aprendimos a gatear juntos, dimos juntos nuestros primeros pasos, ¡incluso nuestras madres nos bañaban juntos! es decir a ella, a Emma y a mí. Una vergüenza al por mayor, pero en fin… el punto es que, en aquel entonces creía que estaba perdiendo a mi mejor amiga, estúpidamente pensaba que se volvería como Izzie y de un momento a otro agitaría pompones en mi rostro. Por supuesto, hice amigos… pero eso no fue motivo para olvidarme de Lex. Ella y Emma eran mi todo, mi familia siempre lo ha sido todo para mí, pero eso era algo que Izzie no sabía y mucho menos entendería. Solo por que Lex pedía que me comportarme delante de su amiga, accedia y me guardaba mis comentarios y mis burlas hacia su persona, pero cuando ya era demasiado, resultaba imposible que me aguantara las ganas de soltarle a Izzie un par de verdades. La falta de tacto era lo que la propia Alexa me reprochaba; y ahora que hemos crecido… admito que me siento avergonzado de mi propio comportamiento.
Si, Izzie podría ser una fastidiosa… la persona más irritante y voluble de todo el Instituto. Un grano en el culo. Pero la juzgue mal y lo reconozco. Si hay algo que me ha enseñado mi padre es a aprender de mis errores, darme cuenta de ellos para tratar de enmendarlos. Y sea quien haya sido la persona que me encerró en aquella habitación con Izzie, le agradezco que lo hiciera. Tengo motivos de sobra para creer y pensar que Lexie tuvo que ver directa o indirectamente con lo que nos paso, y aunque mi primer pensamiento fue: “Alexa, te voy a matar”. Con el paso de las horas, el coraje de haberme perdido el partido por haberme quedado encerrado en la habitación con Isaura se me fue pasando. Resultaba tan fácil hacerla enojar que hasta me divertía con ella. Creo que ambos aprendimos una lección ese día… y lo que obtuvimos fue… para bien. Al menos Izzie y yo ya no pasamos el 90% del tiempo discutiendo por estupideces y por sus desplantes de niña mimada.
Aún cuando yo lo quisiera, no podía sacarme de la mente la imagen de una Izzie dolida, descorazonada por la traición de su imbécil ex novio. Más de una vez ha habido grandes altercados entre Logan y yo, altercados en pleno pasillo que nos han llevado hasta la oficina del Director. El Director Harris era un hombre muy paciente y comprensivo, y siempre nos dejaba ir bajo advertencia de que no se repitiera o se vería en la necesidad de expulsarnos. Logan no era un idiota, un vil idiota que no la merecía... y aunque no debería… “alegrarme” de lo que pasó. Por alguna extraña razón, me alegraba que lo de ellos terminara de una buena vez, aunque no de la mejor manera. Izzie no merecía que la traicionaran de aquella forma, ni que jugaran con sus sentimientos. Ella se merecía algo mejor que un patán como Owens. La razón por la que nunca me involucre en la relación que hubo entre ellos fue por que no tenía ningun derecho para hacerlo. Pero eso no me impedía advertirle a Alexa de Logan. Al ser su mejor amiga, tenía la esperanza de que hiciera caso de sus consejos y que no se fiára de él, que abriera los ojos a la realidad, pero al ver de lejos a Izzie tan feliz y sonriente del brazo del imbécil de Owens, llegué a pensar por un breve instante que el muy idiota había cambiado y que realmente la quería. Pero me equivoqué.
– Lo sé, eres una princesa, y no debes cometer los errores que te hagan quedar en ridículo frente a los demás. – respondí, al tiempo que negaba con una débil mueca. Ahora entiendo por que Papá y la tía Diana decidieron elegir otro camino, lejos de todas esas reglas y obligaciones. Respiré profundamente, buscando la mirada de Izzie para entablar contacto. Sus ojos cristalinos me hicieron atraerla hacia mí, para poderla abrazar y reconfortar al mismo tiempo, de manera que mis labios y mi barbilla acariciasen la punta de su cabeza a la hora de apoyarme un poco en ella. Lo que me permitió aspirar suavemente su aroma floral. – Izzie… ¿no has pensado que dependes mucho de la opinión de los demás? – Ya sé que es un miembro de la realeza y que por lo tanto, debe guardar y preservar una imagen ante la sociedad, pero… ¿acaso no esta cansada de todo eso? ¿De depender de lo que otros digan o piensen de ti, a costa de sus críticas, de sus comentarios? – No por cometer un simple error se te va a querer menos, ni se te va a venir el mundo encima. Todos en esta vida cometemos errores, y por más cueste creerlo… nadie es perfecto. – aseguré lo bastante convencido de mis palabras. – No cometas los errores que otros esperan que vas a cometer. Comete tus propios errores y afróntalos con la cabeza en alto sin detenerte a pensar “en el que dirán”. ¿No crees que ya sea tiempo de labrarte una opinión sobre ti misma sin que se base en lo que otros piensen o digan? – Me aparté un poco, pero sin dejar de abrazarla, para poder mirarla a los ojos a la hora de hacerle esa pregunta.
En ningún momento, la sonrisa medio traviesa y divertida abandonó mi rostro. Cuando mis labios rozaron suavemente su piel por encima de la bandita que cubría su herida, un sentimiento extraño y placentero me invadió. Su piel, al contacto de mis yemas, era suave y tersa, como si se tratara de la piel de un bebé. En ese instante, caí en la cuenta de que algo no estaba bien al darme cuenta por donde iban mis pensamientos, y solo atiné a mantener la sonrisa en mi rostro, cuando mis manos se alejaron de su pierna. Aquello era algo que nunca antes había hecho… no con ella al menos. Al sentir las manos de Izzie sobre mi rostro, instintivamente mis ojos buscaron una vez más los suyos. Nuestros rostros estaban tan cerca el uno del otro que, parecían estar a punto de tocarse en cualquier momento. La delicadeza de sus manos, me hizo desvariar un poco con una idea nada sensata. El recuerdo de la otra noche aún me tenía confundido, y lo peor es que no podía borrarlo de mi mente, ni hacer de cuenta que no pasó. Cada vez que intentaba darlo por olvidado, retornaba a mi mente. Sin embargo, esa idea quedo de lado, al percatarme de que, muy en el fondo… Izzie se preocupaba por mí. Pensamiento que me hizo sonreír interior y exteriormente. – Ahora no se nota, pero seguro que mañana amanezco con el moretón. Una muestra heroica de guerra y un claro recuerdo de que: “Nunca debes meterte con una Borbón”.– respondí jugando con la idea. Tenía la costumbre de exagerar, y tal vez en esto momento lo estaba haciendo, las punzadas en la sien izquierda me dolían, pero no al punto de ser un dolor insoportable. – He tenido peores dolores… – admití sin ninguna pena, algo tan natural y a lo que estoy acostumbrado por mis escapadas clandestinas a media noche. – Te propongo algo… – solté de improvisto, con una media sonrisa, enlazando su mano con la mía conscientemente. – ¿Qué tal si damos un paseo en las motos acuáticas? Podríamos ir al faro para que lo conozcas… ¿no te gustaría una aventura? – le propuse, sin borrar la sonrisa de mis labios. Mi intención con esto era hacerle olvidar el trago amargo que pasó hace unos minutos. Deseaba que lo olvidara y se distrajera.
Si, Izzie podría ser una fastidiosa… la persona más irritante y voluble de todo el Instituto. Un grano en el culo. Pero la juzgue mal y lo reconozco. Si hay algo que me ha enseñado mi padre es a aprender de mis errores, darme cuenta de ellos para tratar de enmendarlos. Y sea quien haya sido la persona que me encerró en aquella habitación con Izzie, le agradezco que lo hiciera. Tengo motivos de sobra para creer y pensar que Lexie tuvo que ver directa o indirectamente con lo que nos paso, y aunque mi primer pensamiento fue: “Alexa, te voy a matar”. Con el paso de las horas, el coraje de haberme perdido el partido por haberme quedado encerrado en la habitación con Isaura se me fue pasando. Resultaba tan fácil hacerla enojar que hasta me divertía con ella. Creo que ambos aprendimos una lección ese día… y lo que obtuvimos fue… para bien. Al menos Izzie y yo ya no pasamos el 90% del tiempo discutiendo por estupideces y por sus desplantes de niña mimada.
Aún cuando yo lo quisiera, no podía sacarme de la mente la imagen de una Izzie dolida, descorazonada por la traición de su imbécil ex novio. Más de una vez ha habido grandes altercados entre Logan y yo, altercados en pleno pasillo que nos han llevado hasta la oficina del Director. El Director Harris era un hombre muy paciente y comprensivo, y siempre nos dejaba ir bajo advertencia de que no se repitiera o se vería en la necesidad de expulsarnos. Logan no era un idiota, un vil idiota que no la merecía... y aunque no debería… “alegrarme” de lo que pasó. Por alguna extraña razón, me alegraba que lo de ellos terminara de una buena vez, aunque no de la mejor manera. Izzie no merecía que la traicionaran de aquella forma, ni que jugaran con sus sentimientos. Ella se merecía algo mejor que un patán como Owens. La razón por la que nunca me involucre en la relación que hubo entre ellos fue por que no tenía ningun derecho para hacerlo. Pero eso no me impedía advertirle a Alexa de Logan. Al ser su mejor amiga, tenía la esperanza de que hiciera caso de sus consejos y que no se fiára de él, que abriera los ojos a la realidad, pero al ver de lejos a Izzie tan feliz y sonriente del brazo del imbécil de Owens, llegué a pensar por un breve instante que el muy idiota había cambiado y que realmente la quería. Pero me equivoqué.
– Lo sé, eres una princesa, y no debes cometer los errores que te hagan quedar en ridículo frente a los demás. – respondí, al tiempo que negaba con una débil mueca. Ahora entiendo por que Papá y la tía Diana decidieron elegir otro camino, lejos de todas esas reglas y obligaciones. Respiré profundamente, buscando la mirada de Izzie para entablar contacto. Sus ojos cristalinos me hicieron atraerla hacia mí, para poderla abrazar y reconfortar al mismo tiempo, de manera que mis labios y mi barbilla acariciasen la punta de su cabeza a la hora de apoyarme un poco en ella. Lo que me permitió aspirar suavemente su aroma floral. – Izzie… ¿no has pensado que dependes mucho de la opinión de los demás? – Ya sé que es un miembro de la realeza y que por lo tanto, debe guardar y preservar una imagen ante la sociedad, pero… ¿acaso no esta cansada de todo eso? ¿De depender de lo que otros digan o piensen de ti, a costa de sus críticas, de sus comentarios? – No por cometer un simple error se te va a querer menos, ni se te va a venir el mundo encima. Todos en esta vida cometemos errores, y por más cueste creerlo… nadie es perfecto. – aseguré lo bastante convencido de mis palabras. – No cometas los errores que otros esperan que vas a cometer. Comete tus propios errores y afróntalos con la cabeza en alto sin detenerte a pensar “en el que dirán”. ¿No crees que ya sea tiempo de labrarte una opinión sobre ti misma sin que se base en lo que otros piensen o digan? – Me aparté un poco, pero sin dejar de abrazarla, para poder mirarla a los ojos a la hora de hacerle esa pregunta.
En ningún momento, la sonrisa medio traviesa y divertida abandonó mi rostro. Cuando mis labios rozaron suavemente su piel por encima de la bandita que cubría su herida, un sentimiento extraño y placentero me invadió. Su piel, al contacto de mis yemas, era suave y tersa, como si se tratara de la piel de un bebé. En ese instante, caí en la cuenta de que algo no estaba bien al darme cuenta por donde iban mis pensamientos, y solo atiné a mantener la sonrisa en mi rostro, cuando mis manos se alejaron de su pierna. Aquello era algo que nunca antes había hecho… no con ella al menos. Al sentir las manos de Izzie sobre mi rostro, instintivamente mis ojos buscaron una vez más los suyos. Nuestros rostros estaban tan cerca el uno del otro que, parecían estar a punto de tocarse en cualquier momento. La delicadeza de sus manos, me hizo desvariar un poco con una idea nada sensata. El recuerdo de la otra noche aún me tenía confundido, y lo peor es que no podía borrarlo de mi mente, ni hacer de cuenta que no pasó. Cada vez que intentaba darlo por olvidado, retornaba a mi mente. Sin embargo, esa idea quedo de lado, al percatarme de que, muy en el fondo… Izzie se preocupaba por mí. Pensamiento que me hizo sonreír interior y exteriormente. – Ahora no se nota, pero seguro que mañana amanezco con el moretón. Una muestra heroica de guerra y un claro recuerdo de que: “Nunca debes meterte con una Borbón”.– respondí jugando con la idea. Tenía la costumbre de exagerar, y tal vez en esto momento lo estaba haciendo, las punzadas en la sien izquierda me dolían, pero no al punto de ser un dolor insoportable. – He tenido peores dolores… – admití sin ninguna pena, algo tan natural y a lo que estoy acostumbrado por mis escapadas clandestinas a media noche. – Te propongo algo… – solté de improvisto, con una media sonrisa, enlazando su mano con la mía conscientemente. – ¿Qué tal si damos un paseo en las motos acuáticas? Podríamos ir al faro para que lo conozcas… ¿no te gustaría una aventura? – le propuse, sin borrar la sonrisa de mis labios. Mi intención con esto era hacerle olvidar el trago amargo que pasó hace unos minutos. Deseaba que lo olvidara y se distrajera.
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Re: [ # ] Ethan Windsor
ιzzy нale Dom Sep 22, 2013 11:58 pm
Carrie Hunter
ღ Carrie Victoria Hunter Conrad
16 años ღ Sophomore ღ The Newbies ღ Animadoras & Periódico Escolar
ღShe's with: Ethan Windsor ღ In: Perdida
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![[ # ] Ethan Windsor Tumblr_inline_mqj6uybma91qz4rgp](https://2img.net/h/media.tumblr.com/751d917e229407ca7ffe52515837cd94/tumblr_inline_mqj6uybma91qz4rgp.gif)
"Carrie a ti te toca ir en busca de la otra bandera, si claro, si ellos creían que yo iba a adentrarme en ese bosque que ademas de sucio, desconocido y con pinta de película de terror donde descuartizan a la rubia primero estaban equivocados, yo simplemente les dije que lo haría pero finalmente solo di unos pasos y me senté al lado de un árbol, por suerte en ese lugar nadie me vería y yo no tendría que moverme ni hacer ningún esfuerzo que hiciera que me ensuciara, según yo todo estaba perfecto hasta que un chico de mi equipo me vio y casi me llevo arrastrada a ayudarles a buscar la tonta bandera, me di por vencida y seguí caminando, cuando viese señales de aquella bandera simplemente iba a gritar para que me escucharan y vinieran por ella sin tener que molestarme en ensuciarme las manos.
Ya había pasado un buen rato mientras iba caminando, estaba cansada y iba a empezar a sudar lo que me causo algo de asco así que ahora si como nadie me estaba viendo se me ocurrió sentarme, no había nadie cerca así que me senté y cuando menos me di cuenta me había quedado dormida, estaba teniendo un sueño espectacular hasta que algo interrumpió mi sueño, era un extraño aullido, cuando abrí los ojos me di cuenta que había oscurecido me levante de un salto sacudí mi falda y arregle mi cabello y comencé a "caminar de regreso" al menos eso era lo que yo creía, pero entonces los arboles parecían ser los mismos y empece a ver mis pisadas una y otra vez, comencé a entrar en pánico y busque mi celular desesperadamente - Genial no tengo señal - dije mientras lo usaba como lamparita para alumbrar mis pasos, me negaba a creer que me había perdido, estaba segura que en cualquier momento encontraría el camino de regreso entonces escuche el crujido de una rama y salte - ¿Quien anda ahí? - dije asustada - Por favor no me hagan daño - dije buscando algo que pudiese ayudarme en mi bolsa mas no tenía ningún objeto que me defendiera, entonces la persona se acerco mas y me di cuenta de que había visto esa cara anteriormente - ¿Ethan? - pregunte confundida - Oh gracias a Dios pensé que eras un asesino o algo así - dije suspirando - Soy la amiga de Angie no se si me recuerdas...¿Sabes como regresar? Es que me he quedado dormida y cuando desperté todo estaba tan oscuro... - dije explicándole lo que había pasado, aunque algo en su mirada me decía que las cosas no estaban mejorando
Ya había pasado un buen rato mientras iba caminando, estaba cansada y iba a empezar a sudar lo que me causo algo de asco así que ahora si como nadie me estaba viendo se me ocurrió sentarme, no había nadie cerca así que me senté y cuando menos me di cuenta me había quedado dormida, estaba teniendo un sueño espectacular hasta que algo interrumpió mi sueño, era un extraño aullido, cuando abrí los ojos me di cuenta que había oscurecido me levante de un salto sacudí mi falda y arregle mi cabello y comencé a "caminar de regreso" al menos eso era lo que yo creía, pero entonces los arboles parecían ser los mismos y empece a ver mis pisadas una y otra vez, comencé a entrar en pánico y busque mi celular desesperadamente - Genial no tengo señal - dije mientras lo usaba como lamparita para alumbrar mis pasos, me negaba a creer que me había perdido, estaba segura que en cualquier momento encontraría el camino de regreso entonces escuche el crujido de una rama y salte - ¿Quien anda ahí? - dije asustada - Por favor no me hagan daño - dije buscando algo que pudiese ayudarme en mi bolsa mas no tenía ningún objeto que me defendiera, entonces la persona se acerco mas y me di cuenta de que había visto esa cara anteriormente - ¿Ethan? - pregunte confundida - Oh gracias a Dios pensé que eras un asesino o algo así - dije suspirando - Soy la amiga de Angie no se si me recuerdas...¿Sabes como regresar? Es que me he quedado dormida y cuando desperté todo estaba tan oscuro... - dije explicándole lo que había pasado, aunque algo en su mirada me decía que las cosas no estaban mejorando
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Re: [ # ] Ethan Windsor
ιzzy нale Miér Sep 25, 2013 1:44 am
. Ethan Windsor .
as: Ethan Joseph Windsor Stronghold
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[ Está con Carrie Hunter ;; En el bosque, Grupo de Perdidos ]
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“Maldición... ¿y ahora por dondé?” pensé frustrado al verme en medio de la nada, sin saber que camino tomar. Todos los caminos eran igual de confusos, prácticamente era como adentrarse en un maldito laberinto que no parecía tener salida. De haber sabido que esto pasaría me habría negado rotundamente a que Clary, Georgia y Lexie participaran en la dichosa competencia, pero ¿quién iba a preveerlo? Nadie aquí era quiromante ni adivino… por lo que no podía culpar a nadie de lo que estaba pasando. Ya no me importaba encontrar la bandera… si en mi búsqueda lograba hallarla significaría una victoria para nuestro equipo, pero en este momento mi mayor prioridad era encontrar a mis hermanas, a Alexa y a mis primos, necesitaba saber que estaban a salvo. No quería imaginarme a Clary sola por ahí en medio de la oscuridad, sin saber a donde ir… a ella siempre le ha aterrado la oscuridad, y estoy convencido de que en este instante debe estar muerta de miedo. Por todos los cielos, solo tiene dieciséis años… - para mí siempre será esa pequeña niña que solía montárseme en la espalda y a la que le encantaba que la llevara de caballito - nunca debí dejarla venir y si hay que señalar culpables, aquí el único culpable era yo por ser un hermano irresponsable.
Guiándome por el instinto de supervivencia, la mejor opción que tenía era seguir, en vez de estancarme en un solo lugar; era hora de poner en práctica los consejos y las enseñanzas aprendidas en los campamentos familiares, ese que hacíamos cada verano antes de que comenzaran las clases con mis padres, la tía Irene y el tío Jared. No podía sentarme a esperar un milagro del cielo, esas cosas nunca suceden… la única alternativa que tenía era seguir adelante, y eso es justamente lo que haría. No descansaría hasta encontrarlos a todos.
A medida que me adentraba en el bosque, una pregunta estúpida y fuera de lugar cruzaba por mi mente, una que por extraño que parezca tenía que ver con Izzie: “¿Lloraría por mí… en caso de que algo malo me sucediera?” instintivamente alcé la vista al cielo nocturno y repleto de nubes de distintas tonalidades grises, imaginándome a Izzie por un breve segundo… tratando de pensar en lo que estaría haciendo en este momento al formular aquella silenciosa pregunta. “¿Estaría preocupada?” Quisiera pensar que si lo estaba, o… al menos un poco, aunque tampoco quisiera ser la causa de la tristeza que pudiese sentir, ya suficiente hice con burlarme de ella en sus propias narices durante nuestros primeros años como estudiantes de instituto. Ni yo mismo entiendo a que viene todo esto… “¿Cómo es posible que piense en ella de esta forma?” Todo aquel lío mental era absurdo... “¿Por qué justamente me pasaba esto ahora?” Isaura no era mi tipo de chica, nunca lo sería…
Convencido de aquello, traté de olvidar lo que ingenuamente pasaba por mi mente, para acto seguido detenerme y girarme con una expresión de desconcierto en el rostro al darme cuenta de que ya había pasado antes por ese mismo lugar… o esa era la impresión que tenía. Pero aun así, seguí andando. Al cabo de un rato, comencé a oír sonidos… muy parecido al de unas pisadas, de manera que agucé mi oído buscando el origen, hasta que una voz se le unió. – ¿Hola? ¿Hay alguien? – Con cuidado, entreví a través de unas ramas que bloqueaban mi vista, las cuales aparté cuando una figura alta y de cabellera rubia salió detrás de un árbol. Conocía muy bien a esa pequeña chica… era Carrie Hunter, una de las amigas de Clary. Una amigable sonrisa se formó en mis labios para indicarle que no había por que temer. – Carrie. Si, claro que te recuerdo, no eres un rostro que olvidaría fácilmente. – Clary tenía la costumbre de hablarme todo el tiempo de sus amigas y presentármelas siempre que las invitaba a la casa con la esperanza de que me fijara en una de ellas; solo que en el caso de Carrie a penas tenía poco de conocerla, y es desde que mi hermana nos presentó al llegar al campamento me pareció una chica muy tierna y divertida. – Descuida, todo esta bien… – le dije tranquilamente, al tiempo que escuchaba su explicación, asentía en señal de “entiendo, no te preocupes”. Por suerte, no parecía tener ningún rasguño y daba gracias por eso. – Me temo que no lo sé… todavía… pero en eso estoy… – fruncí los labios, pensando. Si Carrie estaba aquí… es probable que Clary no este muy lejos. Respiré profundamente, buscando serenarme por dentro. – Carrie, ¿no has visto a mi hermana por casualidad? Esperaba que estuvieran juntas – A lo mejor Carrie sabía algo, no perdía nada con preguntarle… de todas formas, no tenía ninguna intención de dejarla aqui sola… la llevaría conmigo y cuidaría de ella, pero primero necesitaba saber de mis hermanas, de Lex y de mis primos.
Guiándome por el instinto de supervivencia, la mejor opción que tenía era seguir, en vez de estancarme en un solo lugar; era hora de poner en práctica los consejos y las enseñanzas aprendidas en los campamentos familiares, ese que hacíamos cada verano antes de que comenzaran las clases con mis padres, la tía Irene y el tío Jared. No podía sentarme a esperar un milagro del cielo, esas cosas nunca suceden… la única alternativa que tenía era seguir adelante, y eso es justamente lo que haría. No descansaría hasta encontrarlos a todos.
A medida que me adentraba en el bosque, una pregunta estúpida y fuera de lugar cruzaba por mi mente, una que por extraño que parezca tenía que ver con Izzie: “¿Lloraría por mí… en caso de que algo malo me sucediera?” instintivamente alcé la vista al cielo nocturno y repleto de nubes de distintas tonalidades grises, imaginándome a Izzie por un breve segundo… tratando de pensar en lo que estaría haciendo en este momento al formular aquella silenciosa pregunta. “¿Estaría preocupada?” Quisiera pensar que si lo estaba, o… al menos un poco, aunque tampoco quisiera ser la causa de la tristeza que pudiese sentir, ya suficiente hice con burlarme de ella en sus propias narices durante nuestros primeros años como estudiantes de instituto. Ni yo mismo entiendo a que viene todo esto… “¿Cómo es posible que piense en ella de esta forma?” Todo aquel lío mental era absurdo... “¿Por qué justamente me pasaba esto ahora?” Isaura no era mi tipo de chica, nunca lo sería…
Convencido de aquello, traté de olvidar lo que ingenuamente pasaba por mi mente, para acto seguido detenerme y girarme con una expresión de desconcierto en el rostro al darme cuenta de que ya había pasado antes por ese mismo lugar… o esa era la impresión que tenía. Pero aun así, seguí andando. Al cabo de un rato, comencé a oír sonidos… muy parecido al de unas pisadas, de manera que agucé mi oído buscando el origen, hasta que una voz se le unió. – ¿Hola? ¿Hay alguien? – Con cuidado, entreví a través de unas ramas que bloqueaban mi vista, las cuales aparté cuando una figura alta y de cabellera rubia salió detrás de un árbol. Conocía muy bien a esa pequeña chica… era Carrie Hunter, una de las amigas de Clary. Una amigable sonrisa se formó en mis labios para indicarle que no había por que temer. – Carrie. Si, claro que te recuerdo, no eres un rostro que olvidaría fácilmente. – Clary tenía la costumbre de hablarme todo el tiempo de sus amigas y presentármelas siempre que las invitaba a la casa con la esperanza de que me fijara en una de ellas; solo que en el caso de Carrie a penas tenía poco de conocerla, y es desde que mi hermana nos presentó al llegar al campamento me pareció una chica muy tierna y divertida. – Descuida, todo esta bien… – le dije tranquilamente, al tiempo que escuchaba su explicación, asentía en señal de “entiendo, no te preocupes”. Por suerte, no parecía tener ningún rasguño y daba gracias por eso. – Me temo que no lo sé… todavía… pero en eso estoy… – fruncí los labios, pensando. Si Carrie estaba aquí… es probable que Clary no este muy lejos. Respiré profundamente, buscando serenarme por dentro. – Carrie, ¿no has visto a mi hermana por casualidad? Esperaba que estuvieran juntas – A lo mejor Carrie sabía algo, no perdía nada con preguntarle… de todas formas, no tenía ninguna intención de dejarla aqui sola… la llevaría conmigo y cuidaría de ella, pero primero necesitaba saber de mis hermanas, de Lex y de mis primos.
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Re: [ # ] Ethan Windsor
ιzzy нale Dom Sep 29, 2013 12:05 am
Carrie Hunter
ღ Carrie Victoria Hunter Conrad
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Ya había pasado un buen rato mientras iba caminando, estaba cansada y iba a empezar a sudar lo que me causo algo de asco así que ahora si como nadie me estaba viendo se me ocurrió sentarme, no había nadie cerca así que me senté y cuando menos me di cuenta me había quedado dormida, estaba teniendo un sueño espectacular hasta que algo interrumpió mi sueño, era un extraño aullido, cuando abrí los ojos me di cuenta que había oscurecido me levante de un salto sacudí mi falda y arregle mi cabello y comencé a "caminar de regreso" al menos eso era lo que yo creía, pero entonces los arboles parecían ser los mismos y empece a ver mis pisadas una y otra vez, comencé a entrar en pánico y busque mi celular desesperadamente - Genial no tengo señal - dije mientras lo usaba como lamparita para alumbrar mis pasos, me negaba a creer que me había perdido, estaba segura que en cualquier momento encontraría el camino de regreso entonces escuche el crujido de una rama y salte - ¿Quien anda ahí? - dije asustada - Por favor no me hagan daño - dije buscando algo que pudiese ayudarme en mi bolsa mas no tenía ningún objeto que me defendiera, entonces la persona se acerco mas y me di cuenta de que había visto esa cara anteriormente - ¿Ethan? - pregunte confundida - Oh gracias a Dios pensé que eras un asesino o algo así - dije suspirando - Soy la amiga de Angie no se si me recuerdas...¿Sabes como regresar? Es que me he quedado dormida y cuando desperté todo estaba tan oscuro... - dije explicándole lo que había pasado, aunque algo en su mirada me decía que las cosas no estaban mejorando
El dijo que aun no sabía como regresar pero que encontraría la manera - Bueno - dije suspirando, por lo menos ya no estaba sola, y no podía negar que el hermano de Angie era bastante lindo...pero bueno esa no era una "preocupación" en este momento de pronto me pregunto que si no había visto a su hermana y yo baje la cabeza - La verdad es que no, ella se fue por otro lado con su equipo - dije torciendo el labio - solo espero que este bien - dije preocupada - Sabes ella ha sido muy buena conmigo desde que llegue aquí, se que no es "mucho tiempo" pero es una chica agradable - dije con una media sonrisa - Supongo que tendríamos que seguir caminando ¿no? Aunque creo que la ultima media hora estuve caminando en círculos - comente apenada
El dijo que aun no sabía como regresar pero que encontraría la manera - Bueno - dije suspirando, por lo menos ya no estaba sola, y no podía negar que el hermano de Angie era bastante lindo...pero bueno esa no era una "preocupación" en este momento de pronto me pregunto que si no había visto a su hermana y yo baje la cabeza - La verdad es que no, ella se fue por otro lado con su equipo - dije torciendo el labio - solo espero que este bien - dije preocupada - Sabes ella ha sido muy buena conmigo desde que llegue aquí, se que no es "mucho tiempo" pero es una chica agradable - dije con una media sonrisa - Supongo que tendríamos que seguir caminando ¿no? Aunque creo que la ultima media hora estuve caminando en círculos - comente apenada
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Re: [ # ] Ethan Windsor
ιzzy нale Dom Oct 20, 2013 12:17 am
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Esta Con: Ethan Windsor → Cabañas
● 18 años ● (Senior) ● Periódico Escolar & Con. Estudiantil ● The Pinky Ladies
Esta Con: Ethan Windsor → Cabañas
Había pasado una semana desde que Trent y yo nos hicimos novios, acaso podría estar mas contenta que ahora? No lo creía posible las cosas marchaban a la perfección y ambos pasábamos la mayoría de nuestro tiempo juntos citas en la noche y escaparnos después de la hora establecida eran cosas que yo jamas había experimentado en la vida porque jamas me atreví a romper alguna regla por lo menos no hasta ahora. Y no me arrepentía las reacciones de mis amigas eran cosa que no podía olvidar porque justamente pensé que decirles iba ser lo mas difícil aunque fue todo lo contrario simplemente al ver a Izzie lo anuncie prácticamente gritando a los cuatro vientos que Trent Goldmischt era mi novio. Estábamos juntos y aun me divertía mucho con la reacción de mi mejor amiga que simplemente fue un "te lo dije" porque era cierto ella siempre me dijo que negarme a salir con el era cosa de tiempo cuando yo afirmaba que jamas aceptaría una cita o cualquier otra cosa que venia de el.
Y por primera vez en la vida me daba gusto haberme equivocado así como también me emocionaba porque era la primera vez que yo tenia de que platicar cuando salía el tema de chicos con mis amigas. Ya no tenia que limitarme a escuchar como es que todas decían estar enamoradas porque ahora mismo yo era esa chica yo era la que estaba flotando en las nubes y la que tenia la cabeza llena de corazones y miles de mariposas revoloteando en el estomago. Me sentía diferente y no sabia muy bien como explicarlo y lo cierto es que no quería. Porque todo iba tan bien no iba a arruinarlo al ponerme a pensar sobre lo que estaba haciendo. Estaba feliz, muy feliz me gustaba sentirme de esa forma porque todo el tiempo que pasábamos juntos era algo nuevo y encontraba facetas de el que nunca llegue pensar a conocer o ver salir a luz. Pero todo tiene su pero y el mío llevaba nombre propio: Ethan Windsor.
Teníamos tiempo sin hablar, entrando en detalles teníamos desde aquel día que nos perdimos de no hablar porque Ethan fue el primero que me vio tomada de la mano de Trent y cuando intento decirle que se alejara no tuve mas remedio que contarle lo que estaba pasando, y no es que pensaba ocultarlo porque tarde o temprano iba salir a luz si no que simplemente hubiese querido decirle de otra forma en otro lugar y no simplemente anunciarlo de golpe. No me gustaba estar enojada con el, porque sentía como si me faltaba una parte de mi el era mi hermano y a pesar de lo que muchas personas llegaron a pensar aquel lazo era tan fuerte como cuando éramos pequeños y nuestro cariño nunca sobrepaso los limites de una profunda amistad. Lo echaba de menos quería que me celara otra vez y que me alegara que Simba lo quiere mas a el, y simplemente platicar con el porque a el le contaba todo. Muchas veces llegue a decirle que era mi diario en forma de persona a pesar de tener cosas que guardaba para mi Ethan era la persona con la que mas me abría y el no tenerlo me me hacia sentir extraña.
Nuestro equipo había ganado la competencia y yo por mi parte estaba feliz por ello ósea la cara de la amargada de Giuliana no tenia precio juro que quería tomarle una foto cuando anunciaron a el equipo ganador y claramente no dude ni un segundo en presumirlo. Si estaba mal de mi parte hacerlo pero ella me hacia perder todo tipo de cordura y me comportaba como una cría, como lo que uno espera de una chica de mi grupo social. Suspire un poco mientras me acercaba a la cabaña donde se estaba quedando Ethan y al darme cuenta que estaba cerrada me senté en los escalones esperando o mas bien deseando que el se apareciera pronto. Y después de lo que pareció como media hora el llego solté un suspiro mientras bajaba la mirada hacia mis zapatos. "Vas a odiarme por siempre?" le pregunte aun con la mirada pegada en mis zapatos para después elevarla y encontrarme con sus ojos azules. "Ethan no se que esperas que te diga, claramente no voy a disculparme no estoy haciendo nada malo" le dije mientras pasaba una mano por mi cabello. "No pensaba decirtelo así, yo quería hablar contigo a solas y no se explicarte lo que había pasado" me sentía nerviosa lo ultimo que quería era una discusión pero algo dentro de mi decía que eso era inevitable. "Se que estas preocupado, y también se lo que yo dije todos estos años pero yo..." solté un suspiro largo para guardar silencio unos segundos. "Creo que estoy enamorada" si claro tuve que enamorarme justamente de la persona que el creía era el menos indicado pero simplemente me había pasado, y me había pasado hace mucho tiempo es solo que me lo reconocí hasta ahora. "Te echo de menos sabes?" le dije con una sonrisa algo triste. "Eres mi mejor amigo, nos conocemos de toda la vida, dime como soluciono esto?" le pedí casi a forma de suplica porque estaba decidida arreglarlo no iba irme del lugar sin por lo menos hacer que hablara conmigo.
Y por primera vez en la vida me daba gusto haberme equivocado así como también me emocionaba porque era la primera vez que yo tenia de que platicar cuando salía el tema de chicos con mis amigas. Ya no tenia que limitarme a escuchar como es que todas decían estar enamoradas porque ahora mismo yo era esa chica yo era la que estaba flotando en las nubes y la que tenia la cabeza llena de corazones y miles de mariposas revoloteando en el estomago. Me sentía diferente y no sabia muy bien como explicarlo y lo cierto es que no quería. Porque todo iba tan bien no iba a arruinarlo al ponerme a pensar sobre lo que estaba haciendo. Estaba feliz, muy feliz me gustaba sentirme de esa forma porque todo el tiempo que pasábamos juntos era algo nuevo y encontraba facetas de el que nunca llegue pensar a conocer o ver salir a luz. Pero todo tiene su pero y el mío llevaba nombre propio: Ethan Windsor.
Teníamos tiempo sin hablar, entrando en detalles teníamos desde aquel día que nos perdimos de no hablar porque Ethan fue el primero que me vio tomada de la mano de Trent y cuando intento decirle que se alejara no tuve mas remedio que contarle lo que estaba pasando, y no es que pensaba ocultarlo porque tarde o temprano iba salir a luz si no que simplemente hubiese querido decirle de otra forma en otro lugar y no simplemente anunciarlo de golpe. No me gustaba estar enojada con el, porque sentía como si me faltaba una parte de mi el era mi hermano y a pesar de lo que muchas personas llegaron a pensar aquel lazo era tan fuerte como cuando éramos pequeños y nuestro cariño nunca sobrepaso los limites de una profunda amistad. Lo echaba de menos quería que me celara otra vez y que me alegara que Simba lo quiere mas a el, y simplemente platicar con el porque a el le contaba todo. Muchas veces llegue a decirle que era mi diario en forma de persona a pesar de tener cosas que guardaba para mi Ethan era la persona con la que mas me abría y el no tenerlo me me hacia sentir extraña.
Nuestro equipo había ganado la competencia y yo por mi parte estaba feliz por ello ósea la cara de la amargada de Giuliana no tenia precio juro que quería tomarle una foto cuando anunciaron a el equipo ganador y claramente no dude ni un segundo en presumirlo. Si estaba mal de mi parte hacerlo pero ella me hacia perder todo tipo de cordura y me comportaba como una cría, como lo que uno espera de una chica de mi grupo social. Suspire un poco mientras me acercaba a la cabaña donde se estaba quedando Ethan y al darme cuenta que estaba cerrada me senté en los escalones esperando o mas bien deseando que el se apareciera pronto. Y después de lo que pareció como media hora el llego solté un suspiro mientras bajaba la mirada hacia mis zapatos. "Vas a odiarme por siempre?" le pregunte aun con la mirada pegada en mis zapatos para después elevarla y encontrarme con sus ojos azules. "Ethan no se que esperas que te diga, claramente no voy a disculparme no estoy haciendo nada malo" le dije mientras pasaba una mano por mi cabello. "No pensaba decirtelo así, yo quería hablar contigo a solas y no se explicarte lo que había pasado" me sentía nerviosa lo ultimo que quería era una discusión pero algo dentro de mi decía que eso era inevitable. "Se que estas preocupado, y también se lo que yo dije todos estos años pero yo..." solté un suspiro largo para guardar silencio unos segundos. "Creo que estoy enamorada" si claro tuve que enamorarme justamente de la persona que el creía era el menos indicado pero simplemente me había pasado, y me había pasado hace mucho tiempo es solo que me lo reconocí hasta ahora. "Te echo de menos sabes?" le dije con una sonrisa algo triste. "Eres mi mejor amigo, nos conocemos de toda la vida, dime como soluciono esto?" le pedí casi a forma de suplica porque estaba decidida arreglarlo no iba irme del lugar sin por lo menos hacer que hablara conmigo.
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Re: [ # ] Ethan Windsor
ιzzy нale Miér Oct 23, 2013 3:52 am
. Ethan Windsor .
as: Ethan Joseph Windsor Stronghold
● 18 años # Senior # The Charming Boys
# Baloncesto (Capitán) » Esgrima
[ Está con Alexa Mastrianni ;; En las Cabañas ]
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[ Está con Alexa Mastrianni ;; En las Cabañas ]
“– Ethan, ¿no crees que deberías dejar de comportarte como un idiota…? –
– No, no puedo, Izzie. Y ya déjame en paz. –”
– No, no puedo, Izzie. Y ya déjame en paz. –”
Sé que estuvo mal darle el cortón a Izzie de la forma en que lo hice esta mañana ante esa insistencia suya de que tratara de solucionar las cosas con Alexa, pero… ¿qué esperaba que le dijera si no ha hecho otra cosa que repetirme lo mismo durante toda la semana? ¿Acaso no estaba en mi derecho de molestarme? ¿Cómo querían que tomara la noticia? ¿Enserio creen que no me duele estar enfadado con mi mejor amiga por culpa de un imbécil que no la merece? En estos tres años de instituto siempre creí que Alexa odiaba a Goldmischt por sobre todas las cosas, el muy cretino no hacia otra cosa que atosigarla día a día, y cada vez que lo veía molestándola en pleno pasillo salía en su auxilio para llevármela y apartar a Gold a empujones para que la dejara en paz.
No entiendo como pudo pasar. ¿Cómo fue posible que mi mejor amiga cayera rendida a los engaños de Gold? ¿Qué acaso la drogó o la emborrachó para que aceptara tener una cita con el? Todo el mundo estaba consciente de la reputación de Goldmischt, el tipo ni siquiera era capaz de tomar enserio a sus conquistas… ¿Por qué ese maldito afán con ella? ¿Qué es lo que pretendía? Nada de esto me daba buena espina… y sin importar lo que Izzie diga para hacerme entrar en razón y recapacitar, nada me hará aceptar y cavilar el hecho de que Lex es novia del imbécil de Gold. Alexa era como mi hermana, aunque muchos han llegado a pensar que entre nosotros siempre ha existido algo más que una amistad, pero dudo que alguien pueda llegar entender este inmenso cariño que desde niños nos hemos tenido. El sentimiento que nos unía era meramente fraternal. Y si... he llegado a tener serios problemas con ex novias precisamente por esta razón, y cuando algunas me hacen elegir entre ellas o Alexa y Emma, no dudo ni por un instante en responder que siempre elegiré a mi mejor amiga y a mi hermana. ¿Cómo me piden que elija entre dos partes que conforman? Emma y Alexa lo eran todo para mí, y no quería perderlas.
“– Dame una razón, una sola para no romperle la cara aquí mismo –” Recuerdo haberle dicho esas palabras a Alexa aquella noche en el bosque. El verlos tomados de la mano fue… demasiado, no podía creer lo que mis ojos estaban viendo, de no ser por su afirmación jamás lo hubiera creido. ¿En que universo o dimensión Alexa y Trent se unían? Realmente no podía soportar ver a mi mejor amiga de la mano del mayor imbécil que ha pisado la tierra. Estaba molesto, enfadado, odiaba sentirme de esta forma. Quería dar marcha atrás… pero no capaz de fingir una alegría que evidentemente no sentía. Por primera vez en mi vida no estaba feliz por Alexa… y me dolía no compartir esto con ella. No sé que mentiras le habrá dicho Gold para que Lex finalmente creyera en él y le diera la oportunidad, pero nada… me haría confiar en Trent Goldmischt. Haber ganado la competencia era lo único que me alegraba… y ya era un hecho que esta noche celebraríamos el triunfo con el equipo. Estaba decidido a no encontrarme con Alexa… no quería verla de la mano con Gold, ni mucho menos ver esa sonrisilla de satisfacción en su rostro por haber logrado que Lex creyera en sus mentiras; es por esa razón que en toda la semana hice un esfuerzo descomunal para evitarla y alejarme con cualquier excusa antes de que a Izzie se le ocurriera llevarme con ella. Por un lado quería que Lex y yo pusiéramos en claro toda esta situación, quería que nos arregláramos, que volviéramos a ser los de antes, pero no era sencillo hacer un lado la aversión que tenia por ese cretino. Después de estar toda la mañana surfeando, opté por regresar a la cabaña para darme un baño e ir a buscar a Izzie para pedirle una disculpa por lo que le dije esta mañana a la hora del desayuno, no era mi intención hablarle asi. El inconveniente fue que al volver no conté con encontrarme a Alexa esperándome afuera de la cabaña; al sentir su mirada, rehuí de ella para no mirarla… en este instante me costaba trabajo enfrentarla. Quería abrazarla… decirle que no la odiaba por que esa es la realidad, yo jamás podría odiarla por esto, ¿Por qué me costaba tanto hacer de cuenta que nada había pasado?, deseaba con todas no estar molesto… pero ¿Qué puedo hacer? ¿Resignarme a verla con un imbécil que solo busca burlarse de ella en su propia cara? – Lo sé… tú no tienes la culpa de nada. El responsable ni siquiera se ha atrevido a dar la cara – me contuve para no soltar nada mas. Si Gold tuviera aunque fuera una mísera pizca de decencia habría hablado antes conmigo o algo. Esto solo demuestra que es un cobarde y que naturalmente esto no esta bien. – ¿Sabes que es lo que más me duele, Lex? – volví el rostro para encontrarme con su mirada, al cabo de unos segundos de silencio entre nosotros. No estaba enojado, si no decepcionado por enterarme de esa forma. – Que no hayas tenido la confianza para decirme lo que estaba pasando. – Llegando a este punto no iba a andarme con rodeos… de una u otra forma tenia que sacarme esto que llevaba dentro y que tanto me estaba molestando. – ¿Cómo fue que pasó? ¿Por qué, Lex? De entre todos, ¿por que tuviste que fijarte y creer en las mentiras de ese cretino? – Necesitaba saber… necesitaba que me aclarara las cosas por que no logro comprender como es que pudo caer con Gold. – Todos estos años defendiéndote de Gold, evitando que se te acercara… ¿Qué pasó contigo? ¿Por qué ese cambio tan repentino en ti? ¿Qué fue lo que te hizo cambiar de parecer? – Si le decía todo esto era por que me preocupaba… no quería que saliera lastimaba, y algo me dice que Gold solo hace esto para encabronarme.
No, no… ¿enamorada? Esto no puede ser posible… ¿Alexa enamorada de Gold? Esto debe ser una broma. – Lex… no… tu no puedes… no debes… – sosteniendo la tabla de surf, me pase una mano por la cabeza con exasperación, sin poder dar crédito a sus palabras. – ¿Desde cuando estas…? – ni siquiera me atreví a terminar la oración. Estas son cosas que un hombre no debe oír; recargue la tabla de surf en el marco de la entrada para poder sentarme a su lado en las escaleras. – Yo también de te echo de menos, no ha sido fácil estar lejos de ti… pero no puedo aceptarlo, Lex. No me pidas que me quede sentado a ver como ese patán se aprovecha de ti – hablaba sinceramente, y por que la quiero… no quiero verla con un idiota que solo busca aprovecharse de ella. – Lex, entiéndeme… no puedo… no me pidas que crea en Gold, no puedo darle la oportunidad… – Si es verdad que Lex estaba enamorada de ese imbécil… pero es que… no, no puede estarlo.
No entiendo como pudo pasar. ¿Cómo fue posible que mi mejor amiga cayera rendida a los engaños de Gold? ¿Qué acaso la drogó o la emborrachó para que aceptara tener una cita con el? Todo el mundo estaba consciente de la reputación de Goldmischt, el tipo ni siquiera era capaz de tomar enserio a sus conquistas… ¿Por qué ese maldito afán con ella? ¿Qué es lo que pretendía? Nada de esto me daba buena espina… y sin importar lo que Izzie diga para hacerme entrar en razón y recapacitar, nada me hará aceptar y cavilar el hecho de que Lex es novia del imbécil de Gold. Alexa era como mi hermana, aunque muchos han llegado a pensar que entre nosotros siempre ha existido algo más que una amistad, pero dudo que alguien pueda llegar entender este inmenso cariño que desde niños nos hemos tenido. El sentimiento que nos unía era meramente fraternal. Y si... he llegado a tener serios problemas con ex novias precisamente por esta razón, y cuando algunas me hacen elegir entre ellas o Alexa y Emma, no dudo ni por un instante en responder que siempre elegiré a mi mejor amiga y a mi hermana. ¿Cómo me piden que elija entre dos partes que conforman? Emma y Alexa lo eran todo para mí, y no quería perderlas.
“– Dame una razón, una sola para no romperle la cara aquí mismo –” Recuerdo haberle dicho esas palabras a Alexa aquella noche en el bosque. El verlos tomados de la mano fue… demasiado, no podía creer lo que mis ojos estaban viendo, de no ser por su afirmación jamás lo hubiera creido. ¿En que universo o dimensión Alexa y Trent se unían? Realmente no podía soportar ver a mi mejor amiga de la mano del mayor imbécil que ha pisado la tierra. Estaba molesto, enfadado, odiaba sentirme de esta forma. Quería dar marcha atrás… pero no capaz de fingir una alegría que evidentemente no sentía. Por primera vez en mi vida no estaba feliz por Alexa… y me dolía no compartir esto con ella. No sé que mentiras le habrá dicho Gold para que Lex finalmente creyera en él y le diera la oportunidad, pero nada… me haría confiar en Trent Goldmischt. Haber ganado la competencia era lo único que me alegraba… y ya era un hecho que esta noche celebraríamos el triunfo con el equipo. Estaba decidido a no encontrarme con Alexa… no quería verla de la mano con Gold, ni mucho menos ver esa sonrisilla de satisfacción en su rostro por haber logrado que Lex creyera en sus mentiras; es por esa razón que en toda la semana hice un esfuerzo descomunal para evitarla y alejarme con cualquier excusa antes de que a Izzie se le ocurriera llevarme con ella. Por un lado quería que Lex y yo pusiéramos en claro toda esta situación, quería que nos arregláramos, que volviéramos a ser los de antes, pero no era sencillo hacer un lado la aversión que tenia por ese cretino. Después de estar toda la mañana surfeando, opté por regresar a la cabaña para darme un baño e ir a buscar a Izzie para pedirle una disculpa por lo que le dije esta mañana a la hora del desayuno, no era mi intención hablarle asi. El inconveniente fue que al volver no conté con encontrarme a Alexa esperándome afuera de la cabaña; al sentir su mirada, rehuí de ella para no mirarla… en este instante me costaba trabajo enfrentarla. Quería abrazarla… decirle que no la odiaba por que esa es la realidad, yo jamás podría odiarla por esto, ¿Por qué me costaba tanto hacer de cuenta que nada había pasado?, deseaba con todas no estar molesto… pero ¿Qué puedo hacer? ¿Resignarme a verla con un imbécil que solo busca burlarse de ella en su propia cara? – Lo sé… tú no tienes la culpa de nada. El responsable ni siquiera se ha atrevido a dar la cara – me contuve para no soltar nada mas. Si Gold tuviera aunque fuera una mísera pizca de decencia habría hablado antes conmigo o algo. Esto solo demuestra que es un cobarde y que naturalmente esto no esta bien. – ¿Sabes que es lo que más me duele, Lex? – volví el rostro para encontrarme con su mirada, al cabo de unos segundos de silencio entre nosotros. No estaba enojado, si no decepcionado por enterarme de esa forma. – Que no hayas tenido la confianza para decirme lo que estaba pasando. – Llegando a este punto no iba a andarme con rodeos… de una u otra forma tenia que sacarme esto que llevaba dentro y que tanto me estaba molestando. – ¿Cómo fue que pasó? ¿Por qué, Lex? De entre todos, ¿por que tuviste que fijarte y creer en las mentiras de ese cretino? – Necesitaba saber… necesitaba que me aclarara las cosas por que no logro comprender como es que pudo caer con Gold. – Todos estos años defendiéndote de Gold, evitando que se te acercara… ¿Qué pasó contigo? ¿Por qué ese cambio tan repentino en ti? ¿Qué fue lo que te hizo cambiar de parecer? – Si le decía todo esto era por que me preocupaba… no quería que saliera lastimaba, y algo me dice que Gold solo hace esto para encabronarme.
No, no… ¿enamorada? Esto no puede ser posible… ¿Alexa enamorada de Gold? Esto debe ser una broma. – Lex… no… tu no puedes… no debes… – sosteniendo la tabla de surf, me pase una mano por la cabeza con exasperación, sin poder dar crédito a sus palabras. – ¿Desde cuando estas…? – ni siquiera me atreví a terminar la oración. Estas son cosas que un hombre no debe oír; recargue la tabla de surf en el marco de la entrada para poder sentarme a su lado en las escaleras. – Yo también de te echo de menos, no ha sido fácil estar lejos de ti… pero no puedo aceptarlo, Lex. No me pidas que me quede sentado a ver como ese patán se aprovecha de ti – hablaba sinceramente, y por que la quiero… no quiero verla con un idiota que solo busca aprovecharse de ella. – Lex, entiéndeme… no puedo… no me pidas que crea en Gold, no puedo darle la oportunidad… – Si es verdad que Lex estaba enamorada de ese imbécil… pero es que… no, no puede estarlo.
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Re: [ # ] Ethan Windsor
ιzzy нale Sáb Dic 21, 2013 12:04 am
Alexa Mastrianni
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Esta Con: Ethan Windsor → Cabañas
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Volví a bajar la mirada cuando el dijo que estaba dolido y sabia que tenia razón yo también lo estuviera si el me hubiese echo lo mismo. Dios era la peor hermana del mundo. "No.." empece a decir pero simplemente negué con la cabeza porque tenia ganas de llorar y solamente abrazarlo hasta que me perdonara. "Sabes que no es cierto Ethan, confío en ti mas que en cualquier persona el mundo, incluso que Izzie" le dije mientras mis ojos buscaban su mirada azul. "Todo lo hemos echo juntos" dije con un deje de nostalgia mientras me ponía a pensar en todas esas tardes donde aprendimos a nadar, a usar la bicicleta o incluso a patinar el era el que me daba los ánimos para seguir después de haberme caído y eso no había cambiado en todos este tiempo, seguía siendo un pilar muy importante en mi vida. "No lo se, es algo que viene desde hace mucho tiempo" si iba ser honesta con el tenia que serlo por completo "Entiendo que para ti es como si hubiese salido del aire o por arte de magia, pero simplemente fue cosa de admitir sentimientos" estaba haciendo lo mejor por explicar lo que me pasaba pero sospechaba que no me estaba saliendo del todo bien. "Creeme que a mi también me tomo por sorpresa, y no es algo que se explicar demasiado bien porque ni yo misma lo entiendo" me encogí de hombros mientras pasaba una mano por mi cabello.
"El no me esta mintiendo, y tampoco tuvo que decirme nada para convencerme para que saliera con el. Es algo que siento" era pésima para explicar mis sentimientos y por eso mi cabeza y mis pensamientos eran un completo misterio pero a el no podía ocultarle nada. "Es la forma en la que me mira, en la que se me acerca, no se es diferente nadie jamas lo había echo antes" estaba ilusionada eso se notaba fácilmente y tal vez era extraño para mi mejor amigo que yo me dejara llevar por ilusiones ya que siempre fui una persona practica y nunca le di mucha fe a todo eso de los enamoramientos por mas novelas románticas que hubiese leído. Jamas deje que los príncipes y cuentos de hadas consumieran mi cabeza pero esos pensamientos siempre estuvieron presente y por primera vez me había atrevido a escucharlos. "Incluso siento mariposas, y mi corazón se acelera cuando se me acerca" solté una risa un poco avergonzada por lo que estaba diciendo pero tome un suspiro como para recordarme que regresara a la tierra.
Porque no se alegraba por mi? Si entendía las razones por las cual el estaba preocupado y sabia que al final del día el solo quería protegerme pero a la misma vez deseaba que se hubiese comportado como Izzie quien me dio su apoyo muy a pesar de que muchas de mis amigas me advirtieran de lo patán que Trent puede llegar a ser. "No te estoy pidiendo que confíes en Trent, te estoy pidiendo que confíes en mi" le dije mientras me giraba para verlo. "Solamente en mi Ethan" le dije mientras tomaba un largo suspiro "A pesar de no saber como explicarte lo que siento, jamas había estado tan segura de algo como lo estoy de el" volví a explicarme mientras tomaba una de sus manos entre las mías. "No te estoy pidiendo que seas su amigo inseparable, ni que anden por el instituto cantando canciones de amistad como Bob Esponja y Patricio, solamente te estoy pidiendo que no te cierres, que no me hagas a un lado" el miedo y la tristeza que sentía al pensar en algo así era evidente y sabia que el iba darse cuenta. "No dejes de ser mi hermano.." termine con una mirada triste y sospechaba que iba a llorar como tal y como lo hacia cuando algo me lastimaba de pequeña y el tenia que decirme que todo estaba bien, que íbamos a estar bien. Era estúpido aun creer que el tenia el poder de solucionar las cosas pero era como me sentía desde siempre y dudaba poder cambiar eso jamas.
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Re: [ # ] Ethan Windsor
ιzzy нale Sáb Dic 21, 2013 12:06 am
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