Posteos en Rockland,, Chap 5 >> This is Halloween

**ιzzy нale** Lun Abr 04, 2011 2:30 am

Zara Phillips
as: Zara Anne Elizabeth Phillips
+ Universitaria - Segundo año (Enfemería) >> Equitación ;; Teatro & Música ;; Natación
[ Con Zac Santana // Pueblo ]

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Desde el momento que puse un pie en esta isla, las cosas no habían dado paso a mejorar entre la situación por la que estaban atravesando William y Diana, y lo que más me angustiaba era ver a Henry al borde de una crisis nerviosa, por no saber que hacer. Henry, era demasiado impulsivo y la mayoría de las veces actuaba sin pensar en las consecuencias... por otro lado, Diana parecía cada vez más ausente… lejos de la realidad, como si una barrera invisible nos separara de su realidad, y de una realidad que se negaba afrontar y a superar. La muerte de mi abuela, sin duda fue un golpe terrible para todos nosotros… su ausencia había dejado un vacio en cada uno de nosotros, una herida que no sabía si con el tiempo sanaría… aunque al final las heridas lo único que dejan a su paso son solo cicatrices. Han pasado meses, desde que mi abuela nos abandonó y aunque el tiempo lo cura todo, aún no he encontrado la resignación que toda persona necesita para afrontar un golpe tan duro, como el de perder a una de las personas que más has amado en la vida. Por lo que trato de enfocarme en mis estudios, como medio de distracción para no pensar y de alguna manera olvidar todo lo que viví durante el verano y retomar mi vida con la mayor normalidad del mundo… pero, no era nada sencillo. Con todo lo que he estado viviendo las últimas semanas, apenas había tenido tiempo de adaptarme y recorrer las instalaciones de la Universidad… Henry, me acompañaba a mis clases y siempre que podíamos desayunábamos o almorzábamos juntos, incluso me había dibujado un mapa de la Universidad, el cual me ha sido de gran ayuda ahorrándome la vergüenza de tener que preguntar donde quedaba cada lugar en la Universidad, más que nada por que lo que menos deseaba era recibir consideraciones especiales por parte de las personas, solo por ser… nieta de un monarca, aunque en realidad jamás me he considerado especial ni mucho menos diferente al resto de las demás personas… un aspecto que aprendí y sobre todo siempre he admirado en mis padres, quiénes a fin de cuentas decidieron hacer una vida normal sin ninguna clase de complicaciones emocionales, naturalmente la decisión de mamá de vivir una vida tranquila, no le impidió dejar de lado ni mucho menos cumplir con sus obligaciones… Lástima que la felicidad que alguna vez existió entre ellos no fue suficiente como para seguir juntos, sin embargo, viendo el lado positivo de la situación… me alegraba el saber que eran felices, aunque no estuvieran juntos, como a Peter y a mí nos hubiera gustado. Eché ligeramente la cabeza hacia atrás, sacándome el casco de la cabeza y agitando suavemente mi mata de cabello rubio, sintiendo una suave y fresca brisa golpeando mi rostro. Inhalé y exhalé profundamente aspirando el aire, sintiendo como este llenaba mis pulmones. En el pueblo, se respiraba un ambiente de alegría y de expectación por la noche de Halloween… especialmente entre los niños quiénes eran los más entusiasmados con la idea de disfrazarse y salir a pedir dulces. Esbocé una pequeña sonrisa en mi rostro, aparcando la motocicleta afuera de los portales ubicados en la plaza principal. No había tenido oportunidad de conocer el pueblo… por lo que decidí aprovechar la oportunidad de ir al pueblo a buscar un disfraz para la fiesta de disfraces que se llevaría a cabo por la noche. Tras el incidente en la feria de las naciones… tanto mis padres, como Tim, mi Tío Charles, mi Tío Andrew y mi Tío Edward habían tomado sus propias medidas de seguridad… a todos y cada uno de mis primos nos habían asignado un guarura que estuviera con nosotros las 24 hrs del día… y aunque la idea no me agradara, comprendía su preocupación. En fin, Henry, me había echo el favor de prestarme su motocicleta… y a pesar de su insistencia por acompañarme, lo convencí de quedarse en la Universidad, teniendo en cuenta que se había ofrecido para formar parte del Comité de Organización de Eventos no quería que por mi culpa lo regañaran por faltar a sus obligaciones. Suspiré pesadamente, al tiempo que guardaba el casco en el cubículo interno del asiento, donde Henry siempre tenía guardado un casco de repuesto para algún pasajero. Sinceramente, no imaginarme la cara que pondría mamá si supiera que sé conducía esas cosas, como ella las llamaba. Negué suavemente con una sonrisa en mi rostro, mientras guardaba las llaves en mi bolso, para posteriormente echarme a caminar tranquilamente por la acera. No sin antes asegurarme y echar un vistazo por encima de mi hombro, que Reed, mi guarura no me estuviera siguiendo. Respiré aliviada, siguiendo con mi camino, deteniéndome de vez en cuando a observar los escaparates de los almacenes. Justo en ese momento a través de una de las vitrinas, observé al otro lado de la calle la silueta de una persona que me llamó mi atención al resultarme muy familiar. Pardeé varias veces seguidas, asegurándome que mis ojos no me estuvieran jugando una mala jugarreta… ¿qué posibilidades habría de que…? Giré mi rostro con asombro… Si, si… era él… me reafirme dentro de mis pensamientos, sintiendo de pronto una peculiar alegría. Caminé lentamente hasta él, aprovechando que se había detenido a observar un escaparate de la tienda de enfrente. – ¿Zac… Santana? ¿Eres tú? – pregunté con extraña curiosidad, posiblemente lo estaba confundiendo… o quizás no, la curiosidad por saber si era o no el muchacho alegre que había conocido hace tres veranos exactamente durante un viaje a Miami en el cual había acompañado a Henry; era algo que me estaba matando de la curiosidad.

**ιzzy нale** Mar Abr 05, 2011 3:14 am

Henry Windsor
as: Henry Charles Albert David Mountbatten Windsor de Gales
+ Universitario - Primer año (Ciencias Políticas) >> Balocesto (Capitán y Base) ;; Artes ;; Natación
[ Con Diana Windsor & Nate Thompson // Enfermería ]

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El haberme desprendido de la única persona que me ayudó a salir adelante durante todos estos meses de sufrimiento, mi único apoyo, ha sido una de las decisiones más difíciles que he tenido que tomar a lo largo de mi vida… una decisión que a simple vista no era la más acertada, pero, que sin duda era la correcta. El haber puesto punto y final a nuestra relación… me hacía sentir por dentro un extraño vacio, quizás se debía a que en los últimos me había acostumbrado a su compañía y al cariño y la amistad que desde siempre ha existido entre nosotros, lo cual ha sido mi único consuelo en todo este tiempo. Desde aquel día, no había vuelto a hablar con Irene, ni mucho menos había vuelto a buscarla, sin embargo, intentaba mantenerme al pendiente por si necesitaba algo en lo que pudiera ayudarla; a pesar de que las cosas no funcionaron entre nosotros, la amistad y el cariño que siempre nos ha unido, eran dos cosas que jamás cambiarían. No sabía que sería de mi vida a partir de ahora… mi mente estaba hecha un caos, el recuerdo de aquel beso, removió esos malditos sentimientos, sentimientos que intentaba olvidar... el recuerdo de sus labios, me hizo remontar a la época en la que únicamente existíamos solo nosotros dos, sin ningún obstáculo que nos impidiera de alguna manera vivir el momento y ser felices. En realidad… no sabía que hacer… Vicky, era mi vida entera… pero por otro lado, no sabía si algún día podría perdonarle el que hubiera aceptado tener una relación únicamente para olvidarse en esa época de sus sentimientos hacia el imbécil de Iván Noirét. Sabía que debía dejar ir el pasado atrás y olvidarme de todo, pero, mi situación con Vicky, no era lo único que me tenía dándome vueltas en la cabeza. William, mi hermano… llevaba un mes, UN MES en coma… y lo peor de todo es que esta situación me tenía más angustiado que nunca. Hacía un esfuerzo considerable por mantenerme tranquilo… y no perder la calma ante la situación en la que se encontraba mi hermano, por Diana, a quien debía de cuidar y proteger con mí vida, si es necesaria… pero, Diana parecía negarse a afrontar y ver la realidad… cada día se encerraba y se aislaba más en su propio mundo, impidiéndonos entrar. La Diana de hoy en día, no se parecía en nada a la Diana que alguna vez fue… esa pequeña aventurera por naturaleza, ¿Dónde quedó mi hermana? Aquella niña inquieta y dulce que en las noches de tormenta se metía a hurtadillas a mi habitación y que me pedía que la dejara quedarse a dormir conmigo. Pasé ambas manos por mí rostro, intentando relajarme… pero, toda esta situación me tenía más tenso que nunca. Distraerme… era la único que en estos momentos me ayudaba a no pensar, a no estar con esta maldita angustia de ver a mí hermano en una coma y conectado a cientos de aparatos y la preocupación por no saber de que manera ayudar a mí hermana… en el fondo, sabía que todo esto era como un grito de ayuda por parte de Diana… necesitaba hacer ALGO, PERO YA, no podía dejar pasar más tiempo. Doblé en uno de los corredores, pero, justo en ese momento un presentimiento… una angustia por dentro me hizo soltar al instante la caja con los adornos que me había ofrecido a llevar al Gran Salón. Llevé una mano hasta mi pecho, era una sensación que en mi puta vida había sentido… y que me impedía pensar con claridad y mucho menos respirar con normalidad. Diana… fue mi único pensamiento… notando como esa sensación crecía a cada segundo… Algo ha pasado… dije mentalmente, antes de echarme a correr por los corredores hasta su habitación… ¿Qué era esta sensación? No tenía idea… pero, algo… algo no estaba bien… un maldito sentimiento en mí interior me lo decía... como una especie de… sexto sentido que me indicaba que mí hermana se encontraba en peligro. Lo que vi a continuación, en cuestión de segundos cortó mi respiración y bloqueó por completo mis pensamientos, dejándome completamente paralizado. Cada parte de mí cuerpo se estremeció y se paralizó al ver aquella imagen. – ¡DIANA! – de mis labios brotó un grito de horror, un grito de horror que hubiera estremecido a cualquier persona, en este maldito lugar, solo eso basto para hacerme reaccionar y correr desesperadamente hacia Nathan, quien llevaba a Diana entre sus brazos. – Diana… ¿por qué? ¡¿POR QUÉ MALDITA SEA?! ¡¿POR QUÉ?! – mascullaba entre dientes, embargado por la angustia y la desesperación que crecía a cada segundo y que de ser así acabaría matándome. Acaricié su ahora pálido, gélido y demacrado rostro, en un vano intento por hacerla reaccionar. Esto… esto no puede estar pasando… me decía a mí mismo, una y otra vez. Fruncí los labios, esforzándome descomunalmente por contener las lágrimas… lágrimas de culpa y de maldita impotencia. Todo esto era mi culpa… ¡MI CULPA, MALDITA SEA! si… tan solo hubiera actuado a tiempo… nada de esto estaría pasando. Respiré entrecortadamente, inspeccionando meticulosamente la herida de su brazo, todo indicaba que el corte era bastante profundo y lo peor de todo es que parecía estar perdiendo demasiada sangre, la tela que cubría su herida estaba bañada en sangre. Teníamos que actuar rápido, cada segundo, cada minuto contaba. – Tenemos que llevarla a la enfermería… no hay tiempo para trasladarla al hospital del pueblo. – informé con la voz al borde de la desesperación. Intercambié una breve, severa y preocupada mirada con Nathan. – Démonos prisa, no tenemos tiempo que perder… – lo apremié, haciendo un esfuerzo por mantener la calma y la cordura… pero, en estos momentos la desesperación, el miedo y el horror me impedían pensar con claridad. Si algo le sucedía a Diana… mí hermana… JAMÁS en mi maldita vida me lo perdonaría. Besé cariñosamente el rostro de mí hermana, antes de desplazarnos lo más rápido posible por los corredores hasta la Enfermería.

**ιzzy нale** Mar Abr 05, 2011 3:26 am

Henry Windsor
as: Henry Charles Albert David Mountbatten Windsor de Gales
+ Universitario - Primer año (Ciencias Políticas) >> Balocesto (Capitán y Base) ;; Artes ;; Natación
[ Con Diana Windsor & Nate Thompson // Corredores ]

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Reí suavemente e irónicamente por su comentario. Sin duda, la mayoría de las personas traemos un mal hábito arraigado. Además… ¿por qué iba a molestarme con ella? ¿Por algo que simple y sencillamente muchas veces no podemos evitar…?. Vicky era libre de hacer con su vida, lo que mejor le conviniera; incluso no era nadie para juzgarla, ni mucho menos reprocharle por lo que hiciera. Es por esa razón que no iba a inmiscuirme más en su vida… de la misma manera que con Irene, no sería un obstáculo en su vida… y aunque… me parta el alma el no tener el valor suficiente para decirle lo mucho que la amaba, que olvidáramos el pasado, tenía que aprender a vivir sin ella… por el bien de los dos. Ahogué por enésima vez una mueca de dolor, al sentir una punzada de dolor en mí abdomen… por lo que tuve que apoyarme un breve instante en la pared, debido a la mala postura. Me limité a escuchar en silencio sus palabras, cuando se acercó ayudarme a mantenerme en pie. Inhalé y exhalé con ligera dificultad, mirándole con detenimiento. – Me parece que estás pasando por alto un pequeño detalle… ¿no te parece? – dije en un tono de voz claro y tranquilo, dejando de lado el tono de molestia que había empleado hace pocos minutos. Suspiré pesadamente, sintiéndome abrumado por que el hecho de que mostrara preocupación por mí. – He cometido peores idioteces ¿lo olvidaste? – le recordé, esbozando una débil y a duras penas perceptible sonrisa en mí rostro. Fruncí los labios. – Por lo que te aseguro, que esta no será la primera ni la última estupidez que cometa en mí vida… – Una de las mayores estupideces que he cometido, fue el de enamorarme profundamente sin ser correspondido. – No, no es necesario… – señalé tajantemente, con el semblante inexpresivo. Lo que menos deseaba, era su lastima y su compasión. Deslicé suavemente mi mano hasta encontrar la suya, la cual apreté con pequeña ligereza, para después apartarla con delicadeza, sin ninguna intención de despreciarla. El solo hecho de estar a su lado… ahora en este momento, me hacía daño… mi mayor deseo era olvidarla, borrarla por completo de mi corazón y de mis pensamientos… es por eso mismo, que… necesitaba alejarme por completo de Vicky, teniendo en cuenta que era la única manera de arrancarme este maldito sentimiento, que con el tiempo se convertiría en simple y grato recuerdo. – Solo… – “No” dijo una voz rotunda dentro de mis pensamientos, obligándome a callar lo que estaba a punto de decir. Pasé una mano por mi rostro, con la intención de aclarar mis ideas. – Te pido que le digas que necesito hablar con ella, por favor… – le pedí, sin dar más motivos o explicaciones. Lentamente fui acercando mi rostro hasta quedar a escasos milímetros del suyo… de tal manera que viejos recuerdos inundaron mis pensamientos, recuerdos que inconscientemente me hicieron sonreír. Cerré los ojos, suspirando pesadamente, al tiempo que giraba mi rostro, depositando un suave y cálido beso en su mejilla. Lentamente me separé de su rostro, sin poder evitar acariciar suavemente su rostro con premura y con una extrañar dulzura que me era imposible de contener. – Te veo luego… ¿de acuerdo? – musité amargamente, disfrutando de la calidez de su cercanía, antes de besar cariñosamente su frente.

**ιzzy нale** Vie Abr 08, 2011 2:52 am

Zara Phillips
as: Zara Anne Elizabeth Phillips
+ Universitaria - Segundo año (Enfemería) >> Equitación ;; Teatro & Música ;; Natación
[ Con Zac Santana // Pueblo ]

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Desde el momento que puse un pie en esta isla, las cosas no habían dado paso a mejorar entre la situación por la que estaban atravesando William y Diana, y lo que más me angustiaba era ver a Henry al borde de una crisis nerviosa, por no saber que hacer. Henry, era demasiado impulsivo y la mayoría de las veces actuaba sin pensar en las consecuencias... por otro lado, Diana parecía cada vez más ausente… lejos de la realidad, como si una barrera invisible nos separara de su realidad, y de una realidad que se negaba afrontar y a superar. La muerte de mi abuela, sin duda fue un golpe terrible para todos nosotros… su ausencia había dejado un vacio en cada uno de nosotros, una herida que no sabía si con el tiempo sanaría… aunque al final las heridas lo único que dejan a su paso son solo cicatrices. Han pasado meses, desde que mi abuela nos abandonó y aunque el tiempo lo cura todo, aún no he encontrado la resignación que toda persona necesita para afrontar un golpe tan duro, como el de perder a una de las personas que más has amado en la vida. Por lo que trato de enfocarme en mis estudios, como medio de distracción para no pensar y de alguna manera olvidar todo lo que viví durante el verano y retomar mi vida con la mayor normalidad del mundo… pero, no era nada sencillo. Con todo lo que he estado viviendo las últimas semanas, apenas había tenido tiempo de adaptarme y recorrer las instalaciones de la Universidad… Henry, me acompañaba a mis clases y siempre que podíamos desayunábamos o almorzábamos juntos, incluso me había dibujado un mapa de la Universidad, el cual me ha sido de gran ayuda ahorrándome la vergüenza de tener que preguntar donde quedaba cada lugar en la Universidad, más que nada por que lo que menos deseaba era recibir consideraciones especiales por parte de las personas, solo por ser… nieta de un monarca, aunque en realidad jamás me he considerado especial ni mucho menos diferente al resto de las demás personas… un aspecto que aprendí y sobre todo siempre he admirado en mis padres, quiénes a fin de cuentas decidieron hacer una vida normal sin ninguna clase de complicaciones emocionales, naturalmente la decisión de mamá de vivir una vida tranquila, no le impidió dejar de lado ni mucho menos cumplir con sus obligaciones… Lástima que la felicidad que alguna vez existió entre ellos no fue suficiente como para seguir juntos, sin embargo, viendo el lado positivo de la situación… me alegraba el saber que eran felices, aunque no estuvieran juntos, como a Peter y a mí nos hubiera gustado. Eché ligeramente la cabeza hacia atrás, sacándome el casco de la cabeza y agitando suavemente mi mata de cabello rubio, sintiendo una suave y fresca brisa golpeando mi rostro. Inhalé y exhalé profundamente aspirando el aire, sintiendo como este llenaba mis pulmones. En el pueblo, se respiraba un ambiente de alegría y de expectación por la noche de Halloween… especialmente entre los niños quiénes eran los más entusiasmados con la idea de disfrazarse y salir a pedir dulces. Esbocé una pequeña sonrisa en mi rostro, aparcando la motocicleta afuera de los portales ubicados en la plaza principal. No había tenido oportunidad de conocer el pueblo… por lo que decidí aprovechar la oportunidad de ir al pueblo a buscar un disfraz para la fiesta de disfraces que se llevaría a cabo por la noche. Tras el incidente en la feria de las naciones… tanto mis padres, como Tim, mi Tío Charles, mi Tío Andrew y mi Tío Edward habían tomado sus propias medidas de seguridad… a todos y cada uno de mis primos nos habían asignado un guarura que estuviera con nosotros las 24 hrs del día… y aunque la idea no me agradara, comprendía su preocupación. En fin, Henry, me había echo el favor de prestarme su motocicleta… y a pesar de su insistencia por acompañarme, lo convencí de quedarse en la Universidad, teniendo en cuenta que se había ofrecido para formar parte del Comité de Organización de Eventos no quería que por mi culpa lo regañaran por faltar a sus obligaciones. Suspiré pesadamente, al tiempo que guardaba el casco en el cubículo interno del asiento, donde Henry siempre tenía guardado un casco de repuesto para algún pasajero. Sinceramente, no imaginarme la cara que pondría mamá si supiera que sé conducía esas cosas, como ella las llamaba. Negué suavemente con una sonrisa en mi rostro, mientras guardaba las llaves en mi bolso, para posteriormente echarme a caminar tranquilamente por la acera. No sin antes asegurarme y echar un vistazo por encima de mi hombro, que Reed, mi guarura no me estuviera siguiendo. Respiré aliviada, siguiendo con mi camino, deteniéndome de vez en cuando a observar los escaparates de los almacenes. Justo en ese momento a través de una de las vitrinas, observé al otro lado de la calle la silueta de una persona que me llamó mi atención al resultarme muy familiar. Pardeé varias veces seguidas, asegurándome que mis ojos no me estuvieran jugando una mala jugarreta… ¿qué posibilidades habría de que…? Giré mi rostro con asombro… Si, si… era él… me reafirme dentro de mis pensamientos, sintiendo de pronto una peculiar alegría. Caminé lentamente hasta él, aprovechando que se había detenido a observar un escaparate de la tienda de enfrente. – ¿Zac… Santana? ¿Eres tú? – pregunté con extraña curiosidad, posiblemente lo estaba confundiendo… o quizás no, la curiosidad por saber si era o no el muchacho alegre que había conocido hace tres veranos exactamente durante un viaje a Miami en el cual había acompañado a Henry; era algo que me estaba matando de la curiosidad.

**ιzzy нale** Dom Abr 10, 2011 2:44 am

Arwen Everglot
as: Arwen Eileen Everglot
+ Universitaria - Primer año (Criminología) >> Teatro & Música ;; Artes Marciales
[ Con Ron Everglot // Corredores ]

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Tras varios meses de investigación, finalmente había logrado infiltrarme a los archivos ocultos por parte del gobierno australiano, quiénes, pese a la insistencia de Max, se negaban en proporcionarnos la información requerida acerca del paradero de nuestros hermanos. Había logrado ingresar al sistema, pese a las redes de seguridad, y recuperar los archivos confidenciales acerca del paradero de mis hermanos. Sin embargo, al intentar abrir los archivos, estos casualmente se encontraban protegidos con una contraseña… había pasado horas intentando descifrar la contraseña y de esa manera abrir los archivos, pero, los documentos se encontraban altamente protegidos… Por un momento, fui capaz de creer, de tener la esperanza de que lo lograría… pero, todo fue inútil… la necesidad y la preocupación por encontrar a mis hermanos, eran dos sentimientos que cada vez iban en aumento… me desesperaba no poder hacer nada útil por ayudarlos, necesitaba saber que había sido de sus vidas, saber si en realidad eran felices con su nueva familia. Respiré lenta y profundamente, sintiendo dentro de mí esa sensación de vacio y desilusión… dentro de mis pensamientos, aún tenía grabados con exactitud sus rostros de pequeños, de igual manera que todos y cada uno de nuestros recuerdos, algunos vagos y difíciles de recordar. Con el correr del tiempo, temía despertarme una mañana y encontrarme con la decepción de haber olvidado sus rostros… ¿qué sucedería si un día caminando casualmente por las calles me encontraba con alguno de ellos? ¿Y no sea capaz de reconocer a alguno de ellos?. Debo confesar que ese era uno de mis mayores miedos… pero, también… ¿qué sucedería si nuestros hermanos tampoco eran capaces de reconocernos? Cerré fuertemente los ojos, haciendo un esfuerzo por dejar de pensar en todas aquellas preguntas sin respuesta. No, eso no pasará… me dije dentro de mis pensamientos, con la intención de reconfortarme. No me daría tan fácilmente por vencida… encontraría a mis hermanos, aunque me llevara toda una vida hacerlo… Ahogué un débil suspiro, cuando me subí con cuidado a una de las escaleras y me dedicaba a colgar algunos adornos que hacían falta en el Salón. Estaba a punto de bajar de las escaleras, cuando justo en ese momento uno de mis compañeros apareció, me sostuvo con suavidad, ayudándome a bajar. Coloqué distraídamente un mechón de cabello detrás de mi oreja, sonriéndole con amabilidad. Extrañamente… la sensación de ser observada, me hizo girar mi rostro instantáneamente ubicando la mirada en el extremo del Salón, donde casualmente Andrew se encontraba dando las últimas indicaciones a los estudiantes que se habían ofrecido a formar parte del Comité de Organización de Eventos. Esbocé una débil y apenas visible mueva en mi rostro… sintiendo una extraña sensación de mariposeo en mí interior, una sensación que nunca antes había sentido. No seas absurda, Arwen… me dije recriminé, la sola idea de pensar que aquella mirada hubiera podido tratarse de la mirada de Andrew… resulta tan… inverosímil… que ni yo misma era capaz de creerlo, aunque la idea hubiera atravesado mis pensamientos. Hice un esfuerzo por concentrarme en lo que Darien intentaba decirme… las únicas palabras que fui capaz de captar eran baile y gustaría… pero, curiosamente no era capaz de hilarlas. Mordí mi labio inferior con nerviosismo. – Creo… estoy segura de que a… Kelly le encantaría ir contigo… – desvarié con una sonrisa distraída en mi rostro, sin estar muy segura de mis palabras… nuevamente la sensación de que alguien me miraba, me distrajo, pero a pesar de todo, intenté no prestarle la más mínima atención. – Deberías invitarla… anímate tigre. – bromeé, dándole un suave y amistoso golpe en el hombro. No sé por qué… pero, por el rostro de Darien, me daba la ligera impresión de divisar una chispa de decepción y desilusión en su mirada. Abrí los labios, sintiéndome culpable… por no haberle prestado la suficiente atención. Tal vez eso no era precisamente lo que quería decirme. Quise enmendar mi error, pero, en ese instante una extraña corazonada… una emoción… que cortó mi respiración, me invadió de pies a cabeza. Mi corazón empezó a latir de una manera desmesurada… a tal grado que era capaz de escuchar los propios latidos de mi corazón. – Ahora vuelvo, Darien. – le prometí, cuando pasé por su lado, abriéndome paso entre los estudiantes que se encontraban en el Salón. ¿Qué era está sensación? Este sentimiento… era como si… si se tratara del canto de una sirena… necesitaba saberlo… Aproveché colarme cuando la puerta del salón se abrió de par en par y un grupo de chicos entraban cargados con los aparatos de sonido, los cuales faltaban por instalar. Me detuve a escasos metros, en uno de los corredores contiguos, al ver la silueta de aquel chico de cabello azabache, quien se encontraba de espaldas, timando los últimos detalles de al parecer unos adornos. Lentamente fui acercándome, dejándome guiar por este sentimiento difícil de explicar con palabras… esta sensación… que me tenía tan inquieta. Intenté decir algo… cualquier cosa, cualquier frase… pero, tenía la boca reseca… y todo parecía indicar que las palabras se negaban a brotar de mis labios. Lentamente estiré mi mano, para llamar su atención, sintiendo como mi mano temblaba débilmente a causa de los nervios que me invadieron, hasta que finalmente toqué su hombro con suavidad. – Disculpa… yo... solo quería preguntarte si has term… – ahogué las últimas palabras, cuando aquel chico se dio la media vuelta, de modo que quedamos frente a frente. Esos ojos… ese rostro… De un momento a otro, las lágrimas empañaron mis ojos… por lo que tuve que hacer un esfuerzo descomunal por que impedir que brotaran. Esto… esto es imposible… me dije a mí misma, como si todo esto se tratara de un sueño, de una fantasía. – ¿R-Ron? – aquel nombre brotó de mis labios de una manera inesperada… al mismo tiempo que no una, si no miles de emociones brotaron en mí interior.

**ιzzy нale** Lun Abr 11, 2011 11:52 pm

Posteos en Rockland,, Chap 5 >> This is Halloween Naten

With? Diana Windsor y Henry Windsor Where? Enfermeria

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Corría por los terrenos a toda velocidad, día a día me volvía más deportista, el doctor había dicho que mantener un buen estado físico me ayudaría a mantener mi Diabetes a margen, lo cual me agradaba ya que el deporte siempre me había gustado, y ahora mismo me ayudaba no sólo con mi enfermedad sino que también con mi mente. No sé si sólo era yo, pero sentía que en este lugar había un ambiente distinto, la mayoría andaba sumido en sus problemas, deprimidos o estresados y sin saber cómo ni por qué a mi me afectaba todo esto. La psicóloga había dicho que era por el hecho de que andaba más sensible y que era normal, que pronto se me pasaría pero no me gustaba sentirme así, digo.. yo nunca había sido tan dinámico y despreocupado como Jake, pero al menos era feliz.. tranquilo y más callado, pero feliz. En estos momentos lamentablemente no podía decir lo mismo, y el hecho de ver a mis amigos sufrir no ayudaba, por un lado estaba Tory la que estaba bastante enferma últimamente y faltaba mucho a clases, y por el otro estaba Diana.. esa persona que sin saber cómo ni cuándo se había vuelto tan importante para mí, digo siempre me había sentido atraído hacía ella, y aún después de nuestra relación de hace unos años, el cariño nunca se había esfumado, pero ahora, en este momento de mi vida y al verla mal, me daba cuenta de que en realidad era más importante de lo que yo mismo alguna vez me había imaginado y era increíble la frustración que sentía cada vez que en clases la observaba desde lejos, cada vez que la veía caminar por los pasillos como una zombie y cada vez que con pesar descubría que su sonrisa.. su hermosa sonrisa aún no regresaba. Para peor su hermano William aún no despertaba del coma y sabía que eso la tenía peor aún, si de solo recordar cómo se había puesto cuando se enteró de lo ocurrido en el pueblo, se me hacía un nudo en la garganta, sobre todo al saber que no había mucho que yo pudiera hacer, en realidad.. no había mucho que nadie pudiese hacer, si hasta podía ver como Sofía lo intentaba día tras día sin conseguir nada más que frustración.
Dí las últimas zancadas antes de entrar en uno de los pasillos de Rockland y pasé mi brazo por la frente para secar el sudor que en ella estaba al tiempo que giraba en un pasillo, observé hacía mi derecha vislumbrando a lo lejos las habitaciones de las chicas y sin pensármelo me encaminé hacía allá, mis pies se movían solos hacía esa puerta que ya tantas veces me había encaminado antes, al llegar golpee la puerta y esperé.. pero nadie abrió, volví a golpear y nuevamente ocurrió lo mismo por lo que me giré para alejarme, quizás no había nadie, pero antes de dar un paso mi cuerpo por si sólo se giró y sin saber cómo me encontraba con la mano puesta sobre el picaporte, dude.. no sería bueno entrar así como así, pero sólo quería asegurarme de que no hubiese nadie.. si estuviese alguna chica me habría abierto la puerta.. así que giré la manilla y empuje entrando. Tal como pensaba no se veía a nadie y la habitación se veía vacía.. me adentré cerrando la puerta tras de mi y caminé hasta su cama, me sentía como los hombres psicópatas de las películas, pero mi cuerpo parecía tener vida propia, entonces bajo la esquina de la cama pude ver un block de dibujos que se asomaba ligeramente, la curiosidad pudo más en mí y lo recogí. Al abrirlo la impresión llenó mi ser, estaba lleno de dibujos oscuros que reflejaban soledad.. abandono e incluso podía ver la muerte en ellos, me quede pasmado observando hoja tras hoja lo que Diana dibujaba y no pude evitar sentir temor, entonces un ruido proveniente del baño de la habitación llamó mi atención, fue un ruido seco, cómo de algo golpeando sobre el suelo. Inmediatamente el block resbaló de mis manos y me apresuré a golpear la puerta del baño- hay alguien? Diana? –mi corazón latía rápidamente y mi estómago se apretó, no era por haber corrido, era de miedo, algo dentro de mi me avisaba que las cosas no estaban bien- Diana!! Abre.. soy yo.. soy Nate –grité pero no obtuve respuesta, empujé la puerta pero estaba cerrada- Diana por favor.. abre –exclamé jadeando y volví a golpear, me alejé y tomando vuelo impacté mi hombro contra la puerta, una.. dos.. tres veces hasta que el seguro cedió.. La imagen que vi me dejó helado, de pies a cabeza, era como si la sangre ya no corriera por mis venas, como si me hubiese muerto- mierda.. Diana.. –me lancé al suelo al ver su cuerpo, su pequeño y frágil cuerpo tirado sobre el frío piso del baño y tomé su cabeza entre mis manos- Diana respóndeme.. –susurré con desesperación al sentirla helada, entonces mi vista recorrió su cuerpo haciendo que me encontrara con cientos de cicatrices que cruzaban sus brazos y más cerca de la muñeca un corte, un profundo corte reciente que sangraba a borbotones- DIANA.. –grité sintiendo las lágrimas inundar mis ojos y caer por mi rostro descontroladamente- que mierda haz hecho Diana? –pregunté entre sollozos- AYUDA!!!! –grite volteando mi rostro rogando porque alguien me escuchara- Diana.. Diana.. –rajé mi polera y amarré el trozo de tela firmemente a su muñeca, esperando que fuera suficiente para detener el sangrado- Por qué? Por qué?? Por que haz hecho esto Diana –sollocé con desesperación y limpié las lagrimas que me impedían ver- mierda.. AYUDAAA!! –volví a gritar esperanzado de que alguien pudiera oírme- quédate conmigo.. Diana por favor quédate conmigo mi amor.. –le imploré, le rogué con desesperación pasando bajo sus rodillas y bajo su espalda mis brazos para elevarla y salir del baño en busca de ayuda, no me podía dejar, no se podía ir, no ella, si se iba mi vida ya no volvería a tener sentido, nada lo tendría sin ella, si cada vez que yo me sentía mal la imagen de su rostro en mi mente me hacía tener fuerzas, ella lo era todo, increíblemente se había convertido en todo sin que yo me diera cuenta- ¡DIANA! –un leve sentimiento de alivio y a la vez de nervio invadió mi cuerpo al ver a Henry acercarse, pude ver el dolor en su expresión- Diana… ¿por qué? ¡¿POR QUÉ MALDITA SEA?! ¡¿POR QUÉ?! -no sabía que decir, sólo quería que ella despertará y me dijera que todo era una broma, de esas bromas pesadas y cargadas de ironía que muchas veces me hizo y que me provocaron ganas de golpearla, pero que al final terminé riéndome de mi mismo. Pero eso no ocurría- Tenemos que llevarla a la enfermería… no hay tiempo para trasladarla al hospital del pueblo. –asentí con la cabeza, intercambiando una mirada con Henry- Démonos prisa, no tenemos tiempo que perder… -volví a asentir sintiendo una solitaria lágrima rodar por mi rostro y comencé a caminar junto a Henry, aún cargando a Diana entre mis brazos, no quería soltarla, ni aunque él me hubiese pedido llevarla no hubiese accedido, quería quedarme con ella, siempre, para siempre.. no estaba dispuesto a separarme ni un segundo de ella, a menos que me lo pidiera- ella va a estar bien Henry.. –susurré con la voz quebrada- ella es fuerte, va a estar bien –asegure en un tono que parecía que más que convencerlo a él, pretendía convencerme a mi mismo. Entramos en la enfermería y la deposité sobre una camilla con delicadeza- Ayuda, rápido.. –dije alzando la voz ya que la enfermería se veía vacía, puse mi mano sobre la muñeca de Diana que tenía el corte, presionando con fuerza para que no saliera más sangre, a la espera de que alguien apareciera a ayudar.

**ιzzy нale** Mar Abr 12, 2011 1:42 am

Zara Phillips
as: Zara Anne Elizabeth Phillips
+ Universitaria - Segundo año (Enfemería) >> Equitación ;; Teatro & Música ;; Natación
[ Con Zac Santana // Pueblo ]

Posteos en Rockland,, Chap 5 >> This is Halloween 2z69v80

Posteos en Rockland,, Chap 5 >> This is Halloween 351bxjp

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Era él… ¡No puedo creerlo! Ahora no tenía ninguna duda de que era el mismo Zacharias Santana que conocí hace tiempo… aquel chico de sonrisa encantadora y con esa alegría que contagiaba a cualquier persona que estuviera a su lado. Simplemente… no podía creerlo… Entreabrí ligeramente los labios, a causa de la sorpresa, pero, sobre todo la alegría de encontrarlo aquí y ahora en este preciso momento. Curvé una sonrisa de oreja a oreja, de tal manera que mi gesto fuera una afirmación a su pregunta. No entendía el por qué exactamente… pero, por primera vez en mucho tiempo, me sentí… singularmente feliz. A pesar de nuestras costumbres, no dudé en ir hacia él y abrazarlo fuertemente, demostrándole lo mucho que lo había extrañado… los británicos teníamos fama mundial por no mostrar nuestros afectos delante de las personas. Incluso éramos catalogados por ser lo bastante fríos e indiferentes ante diversas situaciones. La abuela tenía un viejo dicho… primero nuestras obligaciones, después nuestros sentimientos. Palabras que he tenido que aprender a aplicar en mi vida, anteponiendo siempre mis obligaciones, antes que mis sentimientos. Cerré los ojos, sin borrar en ningún momento la sonrisa de mi rostro, cuando sentí su beso en mi mejilla. – Siempre ese tonito de sorpresa – Entorné la mirada, para posteriormente depositar un cariñoso beso en su mejilla, antes de separarnos. – ¿Cómo que hago? ¡No puedo creerlo! ¿es todo lo que dirás después de tanto tiempo? – pregunté con un deje de incredulidad, dándole un suave y amistoso punch en el pecho. Mirándole como si realmente no pudiera creerlo. – Clásico – señalé, con diversión, para después soltar una pequeña risita silenciosa, mientras negaba suavemente. – Heme aquí… como estudiante de intercambio – expliqué con una sonrisa, al tiempo que me alzaba de hombros de forma inocente. – La Universidad de Rockland abrió un programa de intercambios, por lo que decidí aprovechar la oportunidad que me brindaron. Además… pienso que un “cambio de aire” nunca va mal, aunque solo sea por un año. – comenté, distraídamente con ligera sonrisa. A pesar de que me sentía contenta en la Universidad de Exeter, aún no encontraba la resignación… para superar la partida de mi abuela, era demasiado pronto para opacar este vacio que llevo por dentro. Quedarme allá… era como… hundirme en la tristeza y en la nostalgia. Y ahora… con William en el hospital, Diana cada día aislándose de las personas y con Henry al borde de una crisis por no saber que hacer… todos y cada uno en la familia estábamos atravesando por un mal y delicado momento. Ahogué un hondo y prolongado suspiro para después mirarle con una sonrisa, al tiempo que acomodaba mi bolso, al sentir que se resbalaba. – Pero… ¿Y tú? – inquirí con interés, tomándolo inconscientemente de la mano y arrastrándolo hasta una banquita ubicada en la banqueta, una para no interferir con el paso y en segunda por que me moría de ganar por saber que había sido de su vida. Dios… hacía mucho tiempo que no veía a Zac y aunque coincidiéramos una que otra vez por messenger o por el chat de facebook, no era lo mismo que hablar cara a cara. – ¿Qué sucedió con Harvard? Cuéntame… ¿lo lograste? – abordé con ilusión. Justo en ese momento caí en cuenta que aún sostenía su mano entre la mía… por lo que aligeré la pequeña fuerza que ejercía sobre su mano. Algo que me hizo reír un poco apenada, por lo que no pude evitar mirarle a manera de disculpa. Creo que en este caso exageré y me dejé llevar un poco más por mis emociones. Volviendo al tema… tenía entendido que una de sus mayores deseos era ingresar a Harvard, a menos que al igual que a mí… las circunstancias o las oportunidades lo hicieron cambiar de parecer.

**ιzzy нale** Mar Abr 12, 2011 1:45 am

Georg de Liechtenstein
as: Georg Antonius Constantin Maria de Liechtenstein
+ Cuarto año >> Taller de Guión & Literatura ;; Equitación ;; Futbol (Defensor)
++ BSO: Card Captor Sakura - Yoru no Uta (Piano Versión)
[ Con Yukki Khaudari // Auditorio de Teatro ]

Posteos en Rockland,, Chap 5 >> This is Halloween 317ed51

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Cerré la puerta la habitación de un solo golpe… como si eso de alguna manera me ayudara a desahogar la frustración y la exasperación que tenía por dentro. Ya tenía encima demasiadas obligaciones para que me cargaran una más ¿Por qué maldita sea?… Siempre he respetado y acatado las decisiones de mi padre y de mi abuelo, siempre me he visto en la obligación de hacer lo correcto, teniendo en cuenta que es lo que esperan de mí… siempre he tenido que anteponer mis obligaciones, antes que mis emociones, pero, lo que acababa de escuchar hace unos minutos por teléfono… era… ERA COMPLETA UNA LOCURA. Lo que mi padre acababa comunicarme sobrepasaba mis límites… Sabía que no podía interferir en las decisiones de mi abuelo, ni en las de mi padre… pero, si piensan que voy a aceptar tal responsabilidad como lo es dirigir una nación, están muy equivocados. Por la simple y sencilla razón de que no era el indicado… ni mucho menos estaba lo suficientemente preparado para cargar con el peso que conlleva ser el siguiente gobernante de nuestra nación. Esta decisión… lo cambiaba todo… aún era demasiado pronto para tener un proyecto de vida… pero, la idealización de lo que sería de mi vida en algunos años, se había desmoronado. A causa de la decisión de Joseph de abdicar su derecho al trono, para casarse, formar una familia y tener una vida normal y sin ninguna complicación, mi abuelo había tenido un infarto y en este instante se encontraba internado, aunque según mi padre, su estado de salud se reportaba como estable. Pasé ambas manos por mi rostro, haciendo un esfuerzo por tranquilizarme… pensar con claridad, pero, la frustración por no saber como cargar con la responsabilidad y la preocupación de saber que mi abuelo se encontraba hospitalizado, me tenía con la cabeza echa un lío. ¿Qué demonios podría hacer? Huir no era la solución a mis problemas… aunque sea la salida fácil. La inseguridad… siempre ha sido uno de mis mayores defectos. He ahí el problema… la razón por la que no me sentía apto para cargar con esta responsabilidad. Eché a andar con paso lento y seguro hasta el teatro, donde había quedado de verme con ese pequeño ángel… que dio paso a convertirse en la dueña de mi corazón y de mis pensamientos… mi pequeña Lottie. Yukki, que con su dulzura y su ternura, de alguna manera logró abrir nuevamente las puertas de mi corazón, brindándome una esperanza… una ilusión para volver a creer en el amor. Palabras cursis, lo sé… pero ella… y solo ella era la única que me hacía sentir de esta manera. El Teatro y el Aula de Música, se habían convertido en nuestros lugares secretos, lugares en los cuales podíamos charlar tranquilamente durante el tiempo que quisiéramos. Una vez que me aseguré que el Teatro estuviera desocupado, caminé hasta el escenario, para finalmente atravesar el telón, donde se ubicaba un viejo piano que por lo general la Profesora Pierce y los estudiantes del Taller de Música y Teatro utilizaban para ensayar los musicales y las obras de teatro. Saqué algunas partituras de mi mochila, para posteriormente colocarlas en su lugar, al tiempo que me sentaba en el banquillo y dejaba que mis dedos se deslizaran suavemente por las teclas del piano, al ritmo de una delicada melodía que había compuesto desde hace algún tiempo y que aún me faltaba por hacerle unos arreglos… una melodía que había compuesto para mi pequeño ángel de la música. Dejé de tocar un instante, tomando el lápiz que se encontraba detrás de mi oreja, para hacerle un arreglo a la partitura y que no me favorecía para la melodía, cambiando una nota por otra. Dejé caer el lápiz con nerviosismo cuando escuché su voz… alcé inmediatamente, encontrándome con su mirada, esa hermosa mirada, que de alguna manera me tenía… hechizado… pues estaba más enamorado que nunca, esos ojos hermosos ojos que por un momento hicieron que olvidara mis preocupaciones y la responsabilidad que tarde o temprano tendría que asumir. Respondí a su saludo con una simple y sencilla sonrisa en mi rostro. A pesar de que entre nosotros había nacido una amistad única… había momentos en los que me sentía como un completo imbécil… por no saber que decir… o como expresarme, sin ser demasiado obvio con lo que ella brotaba en mí interior. Asentí tranquilamente, dibujando una suave sonrisa cuando me pidió que tocara algo para ella. Según Yukki, era mil veces mejor tocando el piano que ella… pero lo que no sabe es que desde el momento que llegó a mí vida, se convirtió en mi musa… en mi inspiración, en mi ángel de la música. – Con gusto… pero ¿sabes algo? nada me complacería más que uno de estos días aceptaras tocar un dueto conmigo. – Su voz era tan dulce… que no me extrañaría que en un futuro se convirtiera en una famosa cantante. Ahora que lo pienso… extrañamente ninguno de los dos nos hemos detenido a pensar que camino tomaríamos al graduarnos. En el fondo… temía que esta decisión la aleje de mi lado, para siempre. Teniendo en cuenta que este era mi último año en el Internado… ¿tendría que hacerme a la idea de que tomaríamos caminos diferentes? ¿Tendría que sacrificar lo que siento por ella para convertirme en el soberano que mi padre y mi abuelo desean que sea? Bajé la mirada… esta responsabilidad demandaba sacrificar mi corazón… ¿tendría el valor de hacerlo? Fruncí los labios, al tiempo que colocaba el lápiz detrás de mi oreja, aprovechando un momento de distracción por parte de Yukki… para colocar hasta el final de las demás partituras, la partitura con su melodía. Arrugué ligeramente el entrecejo, meditando en silencio sus palabras… palabras que no dudé en comprender, sin tener la necesidad de que se explicara más a fondo. La situación entre nuestros dos mejores amigos no daba paso a mejorar y debo confesar que temía que uno de estos días Liam cometiera una locura… alguna imprudencia por creer que se había equivocado al enamorarse de la chica equivocada. Nunca lo había visto así… y el hecho de que hubiese vuelto a retomar ese maldito vicio me preocupaba seriamente. – Lottie, mírame… – le pedí tranquilamente, tomando delicadamente su mentón entre mi mano, para que me mirara a los ojos. Aunque lo ocultara, en su mirada era evidente la tristeza y el verla de esa manera… jodía rotundamente. Jamás me ha gustado ver sufrir a las personas que quiero… y mucho menos tratándose de la chica que quería con todo mi corazón. – Entiendo como te sientes… pero, no por el hecho de que nuestros amigos no puedan estar juntos… eso no te impide que disfrutes y te emociones por algo que a ti te hace feliz… – le hice saber, en un tono tranquilo, haciendo un esfuerzo por reconfortarla. – Créeme, nada me gustaría más ver a mi mejor amigo con la chica de sus sueños. – De la misma manera, que deseaba con la misma intensidad confesarle a Yukki lo que sentía por ella. Suspiré. – Pero… a fin de cuentas me parece que ambos sabemos que solo una personita en especial lo hará cambiar. – Ambos se querían… y aunque había estado a punto de romper la promesa que le había echo a Izzie y decirle de una vez por todas a la verdad a Liam… en el fondo sabía que aunque se lo dijera… la única que realmente podría hacerlo cambiar era Izzie y no nosotros.

**ιzzy нale** Mar Abr 12, 2011 1:49 am

Georg de Liechtenstein
as: Georg Antonius Constantin Maria de Liechtenstein
+ Cuarto año >> Taller de Guión & Literatura ;; Equitación ;; Futbol (Defensor)
[ Con Yukki Khaudari // Feria ]

Posteos en Rockland,, Chap 5 >> This is Halloween 28mfggp

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Esbocé una pequeña mueca, de aparente concentración... mientras a timaba los últimos detalles, como lo eran, el sombreado y la iluminación del color, dándole ese toque idóneo para resaltar cuidadosamente los detalles, y, que el retrato luciera de un modo realista. No llevaba la cuenta de los minutos, que habían transcurrido desde que opté por acomodarme en aquel sitio… si, de algo estaba completamente seguro… era que disfrutar de un solo día, de paz y tranquilidad, sin la presión de los deberes de un día para otro… era un método de relajación lo bastante efectivo… Troné mis dedos, de una manera distraída… aprovechando unos breves segundos de descanso. Alcé la mirada, al escuchar el crujir del césped, tal y como sucede, cuando caminas sobre él. En ese momento, mi corazón dio un vuelco, a causa de los nervios… y, la emoción al ver que Yukki se acercaba con esa sonrisa en su rostro, y, esa mirada tan… dulce, muy característica de ella. – Pequeña Lottie – respondí amablemente a su saludo, con una cariñosa sonrisa en mi rostro. No había duda alguna, que cada día… Yukki, se veía más y más linda… Miré por encima de su hombro, un momento, y, pude percatarme que habían decidido tomar un breve descanso, lo mejor, era asegurarse… no sea que vayan a llamarle la atención, por mi culpa. Sonreí, de manera divertida, cuando comentó que hacía un bonito día. Me encogí de hombros, y asentí, mirándole tranquilamente, con una sonrisa. – Ideal para un día de campo – apunté, desviando la mirada de su rostro, para así poder observar el cielo, que estaba prácticamente despejado, a excepción de unas cuantas nubes grises… Dios, eres patético, Georg… ¿no sé te pudo haber ocurrido una respuesta más inteligente?... Nada me hubiera gustado más que decirle, que el día, era tan lindo y resplandeciente como ella. – ¿disculpa? – pregunté, mirándole un tanto distraído, cuando me di cuenta de que observaba mi aguilucho. – Oh… – empecé a decir, sintiéndome de pronto, un poco nervioso, por dentro. – Nada en particular, son solo… bocetos, de algunas ideas para las escenografías del Taller de Teatro y Música – le comenté, tranquilamente con una sonrisa. Aprovechando un momento de distracción, en un discreto movimiento, cerré mi aguilucho. – Ya sabes que la Profesora Pierce, aunque no pertenezcamos a su taller, siempre está abierta y dispuesta a recibir voluntarios e ideas para las escenografías – le recordé, picando cariñosamente la punta de su nariz. Algo que era sumamente cierto, siempre hacen falta ayudantes para el Taller de Teatro. – así que… ¿ensayando la nueva rutina? – pregunté, curiosamente con una sonrisa de lado. El año anterior, un par de semanas antes de que finalizara el curso escolar, Gustavo (nuestro entrenador) y Tim, habían acordado un partido amistoso entre ambos equipos. Y, ese día…. a Yukki, le había tocado animar a nuestro equipo. A pesar de que el partido había sido amistoso, la presencia de Yukki, me motivó a dar un buen partido junto a mis compañeros, además de alegrar mi día con su sonrisa y su voz. Recordé, nostálgicamente con una sonrisa, al tiempo que sacaba de la parte delantera de mi mochila, dos manzanas, y, hacía un intento de malabares con ellas. – Imagino que después de un día difícil, necesitarás recuperar fuerzas, pequeña Lottie – le hice saber amablemente, y, sonriendo de manera divertida, mientras le ofrecía la manzana. – nunca olvides, que, como amigo, estoy en todo el derecho de protegerte y cuidar de ti – siempre. Besé su frente dulcemente. Ojalá algún día, tenga el valor de decirle cuánto significa ella en mí vida.

**ιzzy нale** Mar Abr 12, 2011 11:59 pm

Henry Windsor
as: Henry Charles Albert David Mountbatten Windsor de Gales
Universitario - Primer año (Ciencias Políticas) >> Balocesto (Capitán y Base) ;; Artes ;; Natación
[ Con Diana Windsor & Nate Thompson // Enfermería ]

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El haberme desprendido de la única persona que me ayudó a salir adelante durante todos estos meses de sufrimiento, mi único apoyo, ha sido una de las decisiones más difíciles que he tenido que tomar a lo largo de mi vida… una decisión que a simple vista no era la más acertada, pero, que sin duda era la correcta. El haber puesto punto y final a nuestra relación… me hacía sentir por dentro un extraño vacio, quizás se debía a que en los últimos me había acostumbrado a su compañía y al cariño y la amistad que desde siempre ha existido entre nosotros, lo cual ha sido mi único consuelo en todo este tiempo. Desde aquel día, no había vuelto a hablar con Irene, ni mucho menos había vuelto a buscarla, sin embargo, intentaba mantenerme al pendiente por si necesitaba algo en lo que pudiera ayudarla; a pesar de que las cosas no funcionaron entre nosotros, la amistad y el cariño que siempre nos ha unido, eran dos cosas que jamás cambiarían. No sabía que sería de mi vida a partir de ahora… mi mente estaba hecha un caos, el recuerdo de aquel beso, removió esos malditos sentimientos, sentimientos que intentaba olvidar... el recuerdo de sus labios, me hizo remontar a la época en la que únicamente existíamos solo nosotros dos, sin ningún obstáculo que nos impidiera de alguna manera vivir el momento y ser felices. En realidad… no sabía que hacer… Vicky, era mi vida entera… pero por otro lado, no sabía si algún día podría perdonarle el que hubiera aceptado tener una relación únicamente para olvidarse en esa época de sus sentimientos hacia el imbécil de Iván Noirét. Sabía que debía dejar ir el pasado atrás y olvidarme de todo, pero, mi situación con Vicky, no era lo único que me tenía dándome vueltas en la cabeza. William, mi hermano… llevaba un mes, UN MES en coma… y lo peor de todo es que esta situación me tenía más angustiado que nunca. Hacía un esfuerzo considerable por mantenerme tranquilo… y no perder la calma ante la situación en la que se encontraba mi hermano, por Diana, a quien debía de cuidar y proteger con mí vida, si es necesaria… pero, Diana parecía negarse a afrontar y ver la realidad… cada día se encerraba y se aislaba más en su propio mundo, impidiéndonos entrar. La Diana de hoy en día, no se parecía en nada a la Diana que alguna vez fue… esa pequeña aventurera por naturaleza, ¿Dónde quedó mi hermana? Aquella niña inquieta y dulce que en las noches de tormenta se metía a hurtadillas a mi habitación y que me pedía que la dejara quedarse a dormir conmigo. Pasé ambas manos por mí rostro, intentando relajarme… pero, toda esta situación me tenía más tenso que nunca. Distraerme… era la único que en estos momentos me ayudaba a no pensar, a no estar con esta maldita angustia de ver a mí hermano en una coma y conectado a cientos de aparatos y la preocupación por no saber de que manera ayudar a mí hermana… en el fondo, sabía que todo esto era como un grito de ayuda por parte de Diana… necesitaba hacer ALGO, PERO YA, no podía dejar pasar más tiempo. Doblé en uno de los corredores, pero, justo en ese momento un presentimiento… una angustia por dentro me hizo soltar al instante la caja con los adornos que me había ofrecido a llevar al Gran Salón. Llevé una mano hasta mi pecho, era una sensación que en mi puta vida había sentido… y que me impedía pensar con claridad y mucho menos respirar con normalidad. Diana… fue mi único pensamiento… notando como esa sensación crecía a cada segundo… Algo ha pasado… dije mentalmente, antes de echarme a correr por los corredores hasta su habitación… ¿Qué era esta sensación? No tenía idea… pero, algo… algo no estaba bien… un maldito sentimiento en mí interior me lo decía... como una especie de… sexto sentido que me indicaba que mí hermana se encontraba en peligro. Lo que vi a continuación, en cuestión de segundos cortó mi respiración y bloqueó por completo mis pensamientos, dejándome completamente paralizado. Cada parte de mí cuerpo se estremeció y se paralizó al ver aquella imagen. – ¡DIANA! – de mis labios brotó un grito de horror, un grito de horror que hubiera estremecido a cualquier persona, en este maldito lugar, solo eso basto para hacerme reaccionar y correr desesperadamente hacia Nathan, quien llevaba a Diana entre sus brazos. – Diana… ¿por qué? ¡¿POR QUÉ MALDITA SEA?! ¡¿POR QUÉ?! – mascullaba entre dientes, embargado por la angustia y la desesperación que crecía a cada segundo y que de ser así acabaría matándome. Acaricié su ahora pálido, gélido y demacrado rostro, en un vano intento por hacerla reaccionar. Esto… esto no puede estar pasando… me decía a mí mismo, una y otra vez. Fruncí los labios, esforzándome descomunalmente por contener las lágrimas… lágrimas de culpa y de maldita impotencia. Todo esto era mi culpa… ¡MI CULPA, MALDITA SEA! si… tan solo hubiera actuado a tiempo… nada de esto estaría pasando. Respiré entrecortadamente, inspeccionando meticulosamente la herida de su brazo, todo indicaba que el corte era bastante profundo y lo peor de todo es que parecía estar perdiendo demasiada sangre, la tela que cubría su herida estaba bañada en sangre. Teníamos que actuar rápido, cada segundo, cada minuto contaba. – Tenemos que llevarla a la enfermería… no hay tiempo para trasladarla al hospital del pueblo. – informé con la voz al borde de la desesperación. Intercambié una breve, severa y preocupada mirada con Nathan. – Démonos prisa, no tenemos tiempo que perder… – lo apremié, haciendo un esfuerzo por mantener la calma y la cordura… pero, en estos momentos la desesperación, el miedo y el horror me impedían pensar con claridad. Si algo le sucedía a Diana… mí hermana… JAMÁS en mi maldita vida me lo perdonaría. Besé cariñosamente el rostro de mí hermana, antes de desplazarnos lo más rápido posible por los corredores hasta la Enfermería.

**ιzzy нale** Mar Abr 19, 2011 11:46 pm

Posteos en Rockland,, Chap 5 >> This is Halloween Cassie2

●As: Brianna Casandra Mulligan●
●19 años ► Primer año ► Equitación & Baseball ► Delta Chi ●

Es con: Garret Cornwell Lugar: Jardines (Universidad)

Posteos en Rockland,, Chap 5 >> This is Halloween Normal_317

Awwww no podía creerlo, hoy ser organizaría un baile de disfrazes, eso sonaba taaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaan lindo, siempre me habían encantado este tipo de eventos en los que podía revivir mi infancia sin ser juzgada, pues a pesar de ser la hermanita de enmedio siempre me veían como la menor por lo infantil que podía lelgar a ser, pero vamos, no era mi culpa que todas estas fechas me emocinaran tanto, además siempre había sido una de mis favoritas. Aún recuerdo cuando era pequeña y ayudaba a mamá a preparar las canastistas de dulces que les daría a los niños (y casi siempre me comía la mitad y por eso terminaba toda hiperactiva xDD), era muy divertido, lo que mas me gustaba era que ese día podía ser quién yo quisiera, de echo dos años seguido fui hada, es que me encantaba usar a las, pero esperen!, no sería tan mala idea ser un hada de nuevo, o quizás para varias un poco podría ser un angel, ademas era tierna y linda, si la idea me encantaba y podría decirle a patrick y así ambos seríamos angeles hoy, haya soy una genio xDD.
Después de ir a la biblioteca a dejar unos libros decidi ir a buscar a mi hermano para decirle sobre mi sensacional idea, sabía que le encantaría, pues teniamos gustos muy parecidos, ademas él era un genio idean cosas, asi que seguro seriamos la envdia y si había concurso de disfrazes era mas que obvio que ganaríamos, haya vaya aún no era hora y yo ya estoy mas que emocionada, seguro que a la noche estaría peor, así que debía concentrarme, en fin, seguí mi camino, pero creo que iba tan metida en mi idea que no me di cuenta por donde iba y choque con un chico cayendo directamente al suelo

-Oh, lo lamento mucho-me disculpé mientras me levantaba y me sacudía, eso me pasa por venri soñando, pero era imposible dejar de pensar en mis alas de angel xDD-No te hice daño o si?-aunque eso lo dudaba, pues fui yo quien se fue de bruces contra el suelo, y me soprendía que el chico no dijera nada-Venía demasiado distraída y no te vi, enserio lo lamento-ahora solo esperaba que el chico no creyera que era una loca, retrasada o algo por el estilo, pues debía parecerlo disculpandome cada tres segundos.

**ιzzy нale** Mar Abr 19, 2011 11:55 pm

Georg de Liechtenstein
as: Georg Antonius Constantin Maria de Liechtenstein
+ Cuarto año >> Taller de Guión & Literatura ;; Equitación ;; Futbol (Defensor)
++ BSO: Card Captor Sakura - Yoru no Uta (Piano Versión)
[ Con Yukki Khaudari // Auditorio de Teatro ]

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Esbocé una pequeña mueca en mi rostro, mirándola con cierta preocupación, que no podía evitar reflejar; con la mirada recorrí cada milímetro de su suave y delicado rostro, consciente de sus palabras y consciente del enorme cariño que existía entre ambas, una amistad única que… de no ser por sus nombres y sus apellidos, juraría que eran hermanas. Suspiré silenciosamente, acariciando suavemente su mentón con mi pulgar. Nada me gustaría que tener las palabras adecuadas para reconfortarla, comprendía su situación… y de la misma manera que Yukki e Izzie, Liam era mi mejor amigo, un hermano para mí… y detestaba verlo martirizándose con esa jodida idea; su padre desde hace algún tiempo ejercía cierta presión sobre él y ahora con esa idea errónea que se le ha metido en la cabeza con respecto a Izzie, no me gustaría que acabara tomando una decisión equivocada, es decir… no la imprudente decisión de volver con Serena… me refiero a que en el fondo temía que acabara por buscarse a alguna otra chica por despecho para olvidarse de lo que siente por Izzie. Hice un esfuerzo por sonreír, para hacerla olvidar por un momento de sus inquietudes, pero mi intento fue en vano. Aparté la mirada de sus ojos, tratando de no dejar en evidencia que algo dentro de mí no estaba bien… pero, todo parecía indicar que mi semblante demostraba todo lo contrario. La quijada comenzaba a entumecérseme de lo apretada que la tenía, a causa de la tensión y la frustración que sentía por no saber que hacer. Sentía su mirada… como si de alguna manera intentara traspasar mis pensamientos, y aunque era capaz de premeditar lo que sucedería a continuación… su pregunta acabó por tomarme por sorpresa. Respiré profundamente, prolongando mi silencio. No estaba listo para hablarle de lo que pronto sería más un hecho que una lejana fantasía, sacada de un… cuento de hadas. Tenía que afrontar la realidad… una realidadque con el tiempo acabaría convirtiéndose en una carga pesada y difícil de sobrellevar. Pasé una mano por mi rostro, sin poder evitar soltar una risa silenciosa, en el preciso momento en que escuché su comentario. Giré mi rostro mirándole con un cariño que me fue imposible de contener con la mirada, al notar un ligero tono carmesí cubriendo sus mejillas, algo que hacía que se viera mucho más linda y tierna de lo que ya era. Sabía que no podía engañarla... pero tampoco tenía el valor para decirle la verdad, por el temor a que se alejara de mí lado… Pasé un brazo alrededor de sus hombros atrayéndola hacia mí, para abrazarla fuertemente… de tal manera como si no quisiera volver a soltarla nunca más. Cerré los ojos, dejándome guiar por la extraña calidez que me provocaba el tenerla entre mis brazos y el sentimiento tenerla cada vez más cerca de mi corazón. Poco a poco fui rozando su frente con mis labios, en un suave y cariñoso beso, separándome lentamente para mirarla a los ojos. – Defecto de familia… – señalé tranquilamente con una pequeña sonrisa, alzándome ligeramente de hombros, restándole importancia a mis palabras. Respiré lenta y profundamente, apartando la mirada de sus ojos… dedicándome a observar un punto inexistente en el vacío… meditando cuidadosamente mis palabras. – Se trata de mi abuelo… él… tuvo un infarto hace tres días… y en este momento se encuentra hospitalizado… – dije finalmente después de varios segundos, con la mirada ausente y con el semblante inexpresivo. – Hace un par de meses, mi abuelo fue… víctima de constantes desmayos… desmayos a los que desgraciadamente no tomó importancia pese a nuestra preocupación e insistencia de acompañarlo al médico. El afirmaba que se trataba alguna baja en la presión arterial y que no era nada grave, teniendo en cuenta que mi abuelo siempre ha padecido de la presión le absurdamente le creímos… y no insistimos más con el tema. Contrario a mis hermanos, mi padre y yo insistimos hasta el cansancio, pero cada vez que lo abordábamos era una negativa asegurada. – Tomé una honda bocanada de aire, hundiendo la cabeza entre mis manos. – Hace unos días… mi abuelo recibió una noticia que le afectó severamente causándole un infarto al corazón. – Suspiré pesadamente, pasando ambas manos por mi rostro con pesadez. – Cuando venía hacia acá… recibí una llamada de mi padre comunicándome que el estado de salud de mi abuelo era estable… pero, a su vez grave… pues su corazón está débil y una noticia fuerte o incluso desagradable en este momento podría… ser fatal para él. – expliqué con preocupación, aún sin darme el valor de mirarla. Era una verdad… a medias… pero, a fin de cuentas parte de la verdad. Nunca llegaría a los extremos de mentirle, por más grave que fuera la situación…

**ιzzy нale** Jue Abr 21, 2011 12:19 am

<BLOCKQUOTE>Zac Santana
__________________________________________
~Zacharias Miguel Santana
U. Derecho~USA
feat. Zara Phillips||text.xxx||place.las calles del pueblo
</BLOCKQUOTE>

Posteos en Rockland,, Chap 5 >> This is Halloween Andrew-Garfield-Photoshoot-2009-andrew-garfield-13687269-400-600

De verdad que ella era la ultma persona que me esperaba ver en este lugar la verdad. Me rei por su comentario pero tenia razon, pero de verdad que habia dejado completamente atonito. En cierta manera nunca pense que la iba a volver a ver en mi vida. Ya que ella tenia una vida ocupada siendo parte de la familia real, y yo tratando de ser lo mejor de mi. Entendia muy bien las razones y a lo que se referia con aires nuevos. Y era sorprendente que fuera dejado su universidad, porque por lo que le entendi en sus emails, le encantaba. Me pregunto acerca de Harvard y sonrei de medio lado. Le habia contado que queria entrar a Harvard hacia como 8 meses atras y en ese entonces esa era mi prioridad. Asenti- si entre- dije sonriendo y luego rei- y lo rechace- parecia que estaba loco, habia rechazado lo que habia sido mi prioridad por muchos a*os. Hice un gesto de que si estaba loco- ya se, ya se, pero justo como a ti, queria un cambio de aire... y pues me llego la propuesta de esta universidad- sonrei. Eso queria decir que estabamos estudiando en la misma universidad. Esto sonaba como algo de las peliculas de Hollywood, ya que era demasiada coincidencia la verdad. - estos una prueba que este mundo es demasiado chiquito- me rei un poco. Aun era dificil creer que coincidencias asi existian. Pero la verdad me alegraba mucho verla.- y que haces? en busca de un disfraz?- le pregunte mirandola. Me imaginaba que estaba informadade la fiesta y todo eso.

**ιzzy нale** Vie Abr 22, 2011 12:38 am

<BLOCKQUOTE>Yukki Khaudari
_______________________________________
~Yukki Khaudari
3cer curso~ South Korea
feat. Georg L||text.xxx||place. teatro
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Posteos en Rockland,, Chap 5 >> This is Halloween 0004_hwang20mi20hee20now_003

El me abrazo y no pude evitar sentirme como en una nube, sus brazos me atrayeron y me abrazo fuertemente. Y si no fuera porque beso mi frente no fuera caido de mi nube, y seguiria pensando que tanto me gustaba tenerlo tan cerca y sentir su perfume. Me sentia segura entre sus brazos, como si nada me podia pasar y nada me importara, solo el. Lo mire a los ojos y vi su sonrisa, y eso me hizo sonreir a mi. Me gustaba verlo sonreir. Era muy raro verlo sonreir por mucho tiempo, y como predecia su faccion cambio una vez mas. Este dejo de mirarme, y eso me preocupo. Me quede escuchandolo cuidadosamente. Me era imposible no sentirme idiota por lo que lo habia puesto a recordar. De verdad no tenia la menor idea de lo que estaba pasando en su familia. Y me preocupaba, ya que Georg siempre hablaba tan bien de el y se lo notaba cuanto lo admiraba y apreciaba sus consejos. Si me habia nombrado que tenia problemas de salud, pero de verdad nunca me imagine que algo asi habia pasado. Ahora entendia completamente como estaba. El estaba preocupado y lo notaba, y entendia el porque, y realmente queria sacarlo de eso, queria que todo estuviera bien en su familia y asi todo estaria bien con el. Acaricie su rostro mientras lo miraba. No sabia muy bien que decir-todo va a estar bien, Georg- no queria verlo asi, preocupado tan tenso-tu me has contado acerca de tu abuelo, y por como los describes es un hombre fuerte y que no se va dejar ganar...y el va estar bien, estoy segura- deje mi mano en su rostro mirandolo, tratando de conectarlo conmigo, de que me mirara y que se diera cuenta que todo estara bien- mirame-le pedi y cuando lo hizo pude ver que estaba estresado, tenso y preocupado, y eso me hacia sentirme mal por no poder hacer nada por ayudarlo- todo va estar bien, solo se el buen nieto que eres y acompanalo y ayudalo, nada le va a pasar- parecia mas una promesa que nada, no queria verlo asi. El era muy importante para mi, y haria lo que fuera por hacerlo sentir bien, por verlo sonreir todo el tiempo. Sabia que no era la mejor situacion y no iba a salir de su preocupacion por lo que le habia dicho, pero queria que supiera que estaba para el y que contaba conmigo. Lo abrace esta vez yo fuertemente- no tienes de que preocuparte- susurre a su oido mientras lo abrazaba y me senti como en el deber de protegerlo de toda esta situacion. Me separe un poco de el para proponerle algo que vino a mi mente como uno de esos bombillitos que se prendian en las dibujos animados- se que es dificil lo que te propondre- le adverti de una vez mientras tomaba una de sus manos- tratemos de olvidar todo lo que esta pasando a nuestro alrededor, y vivamos un dia sin tener que preocuparnos acerca de nada- le propuse mientras lo miraba a los ojos con cierta inocencia, no sabia si iba funcionar con el pero esparaba que si, queria distraerlo de todo lo que pasaba. Y creo que tambien yo queria distraerme.

**ιzzy нale** Sáb Abr 23, 2011 12:54 am

Georg de Liechtenstein
as: Georg Antonius Constantin Maria de Liechtenstein
+ Cuarto año >> Taller de Guión & Literatura ;; Equitación ;; Futbol (Defensor)
++ BSO: Card Captor Sakura - Yoru no Uta (Piano Versión)
[ Con Yukki Khaudari // Teatro ]

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Esbocé una pequeña mueca en mi rostro, mirándola con cierta preocupación, que no podía evitar reflejar; con la mirada recorrí cada milímetro de su suave y delicado rostro, consciente de sus palabras y consciente del enorme cariño que existía entre ambas, una amistad única que… de no ser por sus nombres y sus apellidos, juraría que eran hermanas. Suspiré silenciosamente, acariciando suavemente su mentón con mi pulgar. Nada me gustaría que tener las palabras adecuadas para reconfortarla, comprendía su situación… y de la misma manera que Yukki e Izzie, Liam era mi mejor amigo, un hermano para mí… y detestaba verlo martirizándose con esa jodida idea; su padre desde hace algún tiempo ejercía cierta presión sobre él y ahora con esa idea errónea que se le ha metido en la cabeza con respecto a Izzie, no me gustaría que acabara tomando una decisión equivocada, es decir… no la imprudente decisión de volver con Serena… me refiero a que en el fondo temía que acabara por buscarse a alguna otra chica por despecho para olvidarse de lo que siente por Izzie. Hice un esfuerzo por sonreír, para hacerla olvidar por un momento de sus inquietudes, pero mi intento fue en vano. Aparté la mirada de sus ojos, tratando de no dejar en evidencia que algo dentro de mí no estaba bien… pero, todo parecía indicar que mi semblante demostraba todo lo contrario. La quijada comenzaba a entumecérseme de lo apretada que la tenía, a causa de la tensión y la frustración que sentía por no saber que hacer. Sentía su mirada… como si de alguna manera intentara traspasar mis pensamientos, y aunque era capaz de premeditar lo que sucedería a continuación… su pregunta acabó por tomarme por sorpresa. Respiré profundamente, prolongando mi silencio. No estaba listo para hablarle de lo que pronto sería más un hecho que una lejana fantasía, sacada de un… cuento de hadas. Tenía que afrontar la realidad… una realidadque con el tiempo acabaría convirtiéndose en una carga pesada y difícil de sobrellevar. Pasé una mano por mi rostro, sin poder evitar soltar una risa silenciosa, en el preciso momento en que escuché su comentario. Giré mi rostro mirándole con un cariño que me fue imposible de contener con la mirada, al notar un ligero tono carmesí cubriendo sus mejillas, algo que hacía que se viera mucho más linda y tierna de lo que ya era. Sabía que no podía engañarla... pero tampoco tenía el valor para decirle la verdad, por el temor a que se alejara de mí lado… Pasé un brazo alrededor de sus hombros atrayéndola hacia mí, para abrazarla fuertemente… de tal manera como si no quisiera volver a soltarla nunca más. Cerré los ojos, dejándome guiar por la extraña calidez que me provocaba el tenerla entre mis brazos y el sentimiento tenerla cada vez más cerca de mi corazón. Poco a poco fui rozando su frente con mis labios, en un suave y cariñoso beso, separándome lentamente para mirarla a los ojos. – Defecto de familia… – señalé tranquilamente con una pequeña sonrisa, alzándome ligeramente de hombros, restándole importancia a mis palabras. Respiré lenta y profundamente, apartando la mirada de sus ojos… dedicándome a observar un punto inexistente en el vacío… meditando cuidadosamente mis palabras. – Se trata de mi abuelo… él… tuvo un infarto hace tres días… y en este momento se encuentra hospitalizado… – dije finalmente después de varios segundos, con la mirada ausente y con el semblante inexpresivo. – Hace un par de meses, mi abuelo fue… víctima de constantes desmayos… desmayos a los que desgraciadamente no tomó importancia pese a nuestra preocupación e insistencia de acompañarlo al médico. El afirmaba que se trataba alguna baja en la presión arterial y que no era nada grave, teniendo en cuenta que mi abuelo siempre ha padecido de la presión le absurdamente le creímos… y no insistimos más con el tema. Contrario a mis hermanos, mi padre y yo insistimos hasta el cansancio, pero cada vez que lo abordábamos era una negativa asegurada. – Tomé una honda bocanada de aire, hundiendo la cabeza entre mis manos. – Hace unos días… mi abuelo recibió una noticia que le afectó severamente causándole un infarto al corazón. – Suspiré pesadamente, pasando ambas manos por mi rostro con pesadez. – Cuando venía hacia acá… recibí una llamada de mi padre comunicándome que el estado de salud de mi abuelo era estable… pero, a su vez grave… pues su corazón está débil y una noticia fuerte o incluso desagradable en este momento podría… ser fatal para él. – expliqué con preocupación, aún sin darme el valor de mirarla. Era una verdad… a medias… pero, a fin de cuentas parte de la verdad. Nunca llegaría a los extremos de mentirle, por más grave que fuera la situación…

**ιzzy нale** Sáb Abr 23, 2011 11:31 pm

NATALIE CASTLE
as: Natalie Raine Castle
18 años ; Cuarto año # Artes Marciales & Taller de Guion & Literatura
Está con: Juan Urdangarin En: Pueblo

Posteos en Rockland,, Chap 5 >> This is Halloween Ea16k2

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Halloween! Me emocionaba por esta fecha, y todo se lo debía a mi querido padre aunque supongo que haber crecido en Estados Unidos ayudaba, esta fecha era bastante celebrada por aya. Aun me acordaba de cuando era pequeña y Papa me llevaba a pedir dulces aunque solo en el edificio en el cual vivíamos ya que Nueva York no era seguro y mas que nada en aquella fecha donde te encontrabas con cada loco que mejor era quedarse en casa. Aunque jamas fue aburrido pues Papa era de hacer fiestas y usualmente teníamos a todos sus amigos en el departamento haciendo tontería tan tontería aveces parecía ser que yo era el único adulto en la relación. Pero me divertía después de todo vivir con un autor tenias garantizado alguna clase de juego o fantasía y por eso mismo no podía quejarme de mi niñez porque en realidad había sido la mas entretenida del mundo. Nos habían dado permiso de ir al pueblo para buscar un disfraz aunque por lo visto la mayoría de los que andaban por el pueblo tenían seguridad con ellos, y supongo que era normal? Después de todo lo que había pasado con eso de los atentados, las cosas parecían estar mas calmadas bueno por lo menos para todos los que no eran de la realeza porque según me contaba Juan sus padres insistían en mantener los guardias que le habían mandando no podía imaginarme lo tedioso que debía ser eso tener a alguien detrás de ti todo el tiempo aunque me suponía que ya estaba acostumbrado? Después de todo estaba segura que había crecido con todo aquello. Últimamente pasaba mucho tiempo con el bueno el que se podía claro ya que yo aun estudiaba en el instituto y el en la universidad aunque cada que uno de los dos tenia tiempo libre nos veíamos por lo menos un rato. Tenia que admitir que aun me tenia bastante sorprendida el hecho de que nos hubiéramos convertido en tan buenos amigos en tan corto tiempo, aunque me alegraba pues se sentía bien tener a alguien ahí cuando estas tan lejos de casa. Había algo mas en el que me gustaba, me llamaba mucho la atención y extrañamente sonreía con mucha facilidad al pensarle, pero era normal no? todo mundo se alegra al pensar en sus amigos. Si, tenia que ser eso aunque raramente aveces juraría que sentía mariposas en el estomago, cientos de ellas. No, no completamente imposible a pesar del tiempo que le conozco no era suficiente para pensar en ese tipo de cosas. "Eso no te detuvo al noche que le viste por primera vez" esas palabras llegaron a mi cabeza era cierto, aquella noche de verano al verle sentí cosas que jamas había experimentado antes, pero a todos les pasa no? Ese flechazo con algún chico cuando estas de vacaciones porque venia todo esto a mi cabeza precisamente ahorita? No no todo aquello tenia que salir, tenia que estar completamente fuera y justamente como si el mundo me leyese el pensamiento mi móvil vibro a lo que busque en mi bolso para cogerle que sorpresa era Mama, estaba segura que se moría por saber que es lo que usaría para la fiesta de Halloween pero en realidad es que ni yo misma sabia llevaba desde temprano buscando que podía ponerme pero nada llamaba mi atención y eso en realidad era un problema jamas fui exigente con mi ropa usualmente era de esas que se ponían lo primero que ven. Así que no entendía el porque de mi dilema ahora. Siempre me había gustado hacer cosas diferentes en esta fecha y tenia cierta idea en mi cabeza pero ese era el problema de ahí no quería salir nada me convencía. Suspire de manera frustrada mientras empezaba a escribirle un mensaje a mama. "Todavía no encuentro nada madre mia deberi.." pero no lo termine pues justamente escuche aquella voz en la cual había estado pensando casi todo el día, era el. Estaba de espaldas creo que hablaba con alguno de sus guarda-espaldas? En realidad no lo sabia pero decidí acercarme en silencio, para después poner mis manos sobre sus ojos aunque claramente tenia que pararme de puntillas pues Juan me sacaba casi dos cabezas de altura, era una enana eso no era secreto. "A que no adivinas quien soy?" le rete mientras soltaba una risa bastante entretenida lo cual estaba segura que me delataría, pero me pareció gracioso la manera en la cual salto porque claramente lo había pillado desprevenido. En realidad tenia un talento para aquello siempre solía llegar durante el tiempo menos oportuno solo esperaba no haber interrumpido algo importante.

**ιzzy нale** Dom Abr 24, 2011 12:41 am

Juan Urdangarín
as: Juan Valentín de Todos los Santos Urdangarín y Borbón
+ Universitario - Primer año (Ciencias Políticas) >> Fútbol (Capitán y Arquero) ;; Rugby (Primer Centro) ;; Natación
[ Con Natalie Castle // Pueblo ]

Posteos en Rockland,, Chap 5 >> This is Halloween 1nxlzs

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Jamás en toda mí vida, he comprendido por qué mis padres tienden a la exageración. Entiendo a la perfección el hecho de que no debemos tomar como una casual coincidencia el incidente en la Feria de la Naciones… pero, plantarnos Guardias de Seguridad las 24 horas del día… era una rotunda estupidez que sobrepasaba los límites de cualquiera. Respiré lenta y profundamente, pasando una mano por mi rostro, remontando mis pensamientos al día del accidente. Jamás he creído en el destino, ni mucho menos en las casualidades… es por esa razón, que había momentos en los que me parecía… no sé… irreal, el toparme en este lugar a la chica que no había dejado de ver en ningún momento durante aquel partido del Real Madrid. Había algo en Natalie, que… simple y sencillamente no podía explicarme a mí mismo. Al verla… dentro de mí brotaba un sentimiento diferente al que alguna vez creí llegar a sentir por alguien. Hubo un tiempo en el que creí que Paris era mí chica ideal… ahora me doy cuenta de lo equivocado que estaba, Paris es sin duda alguna la chica ideal, pero predestinada a estar con mí hermano, y no conmigo. Solo espero que Pablo, sepa ver en sí mismo lo que realmente siente y de alguna manera… enmendar las cosas a tiempo, antes de que sea demasiado tarde. Por otro lado, cada vez que… extrañamente pienso en Natalie, no puedo evitar sonreír. A pesar de que… finalmente había reunido el valor suficiente para mantener una conversación e invitarla a salir, sin ninguna clase de formalidad, simplemente como dos personas que recién se conocen e intentan entablar una amistad. Las cosas no resultaron de la manera que esperaba… en mí intento por protegerla, un desconocido nos arrinconó, amenazándonos a punta de pistola. Durante el trayecto de la plaza al Hospital, Natalie no dejaba de regañarme una y otra vez por haber enfrentado a un sujeto con un arma. Sabía que entre la histeria y la molestia de Natalie, estaba mezclada su preocupación… teniendo en cuenta que en su mirada pude percibir lo que en ese momento atravesaba sus pensamientos y lo que menos deseaba era que se sintiera culpable por algo que sencillamente no era su culpa. Sé que no puedo negar quien soy… pero, juro que hay momentos en los que quisiera que no me trataran como a uno más de las preciadas joyas de la corona. Las personas a mí alrededor, creen que solo por el hecho de pertenecer a la realeza te hace especial, intocable e inalcanzable… juro que a veces quisiera… no sé… cambiar de identidad, vivir mí vida, sin ninguna clase de ataduras, ni protocolos, ni reglamentos que seguir al pie de la letra. Tener de alguna manera la oportunidad de tomar mis propias decisiones, sin la influencia de mis padres… quiénes a pesar de que se preocupan y velan por nuestro futuro, muchas veces no es lo que nosotros deseamos, y eso es algo que realmente deseaba cambiar. Pasé una mano por mi rostro, haciendo un esfuerzo por no pensar… y enfocar mis pensamientos en las hojas con los problemas de Física. Esbocé una mueca, al notar lo incómodo que era traer un cabestrillo colgando del cuello, inmovilizando mi brazo izquierdo. Resoplé con pesadez, al tiempo que abría la gaveta del escritorio, sacando la calculadora científica para confirmar los resultados de las operaciones. Justo en ese momento, unos golpes en la puerta llamaron mi atención. Alcé la vista inmediatamente, al escuchar una voz vagamente familiar, la cual me hizo sonreír inconscientemente. – Por supuesto, adelante – dije en un tono amable y bonachón, invitándola a pasar, incluso la pregunta ofendía. A pesar de que Natalie y yo teníamos relativamente muy poco tiempo de tratarnos… oficialmente ya la consideraba una amiga. – Descuida, no tienes de qué preocuparte – añadí en un tono tranquilo y despreocupado, al notar un note de vergüenza en el tono de su voz y en sus gestos. – Solo a mí, se me ocurre adelantar tarea y precisamente en viernes – bromeé, mientras me levantaba y jalaba una silla acercándosela y ofreciéndole amablemente con mi brazo sano asiento, en caso de que deseara sentarse un momento. Esbocé una débil y apenas visible sonrisa en mí rostro, al notar que miraba mi brazo enyesado a causa de la herida de bala. Negué por enésima vez restando importancia a sus palabras de agradecimiento. – Ni lo menciones… – dije simple y sencillamente, un poco… incómodo por sus palabras y por la situación, realmente no sabía qué decir… Le había pedido de favor a Natalie, que olvidáramos el incidente, dado a que no quería que… se atormentara con lo que sucedió y que dejara de lado esa culpa que podía leer en sus ojos. Ladeé suavemente la cabeza, mirándole con aire de curiosidad, tras escuchar sus palabras y ver como sacaba de su bolso un libro de Teorías Químicas. – Vaya… yo… no sé que decirte… – Alcé ambas cejas con ligera extrañeza y sorpresa, por su obsequio. La miré de manera jovial y entretenida. – No era necesario que te tomaras esa clase de molestias – expliqué, hablándole en un tono amable. Aparté la mirada de sus ojos, pasando una mano por la pasta del libro, observándole con suave alegría. – Gracias, castaña – Sonreí de manera sincera y realmente agradecida por su obsequio, al tiempo que me levantaba y le plantaba un suave, cálido y amistoso beso en la mejilla. – Sin duda, llevo la palabra “nerd” grabada en la frente ¿no es verdad? – bromeé, sintiéndome un poco… apenado, por haberla besado en la mejilla de manera desprevenida.

**ιzzy нale** Dom Abr 24, 2011 12:47 am

Juan Urdangarín
as: Juan Valentín de Todos los Santos Urdangarín y Borbón
+ Universitario - Primer año (Ciencias Políticas) >> Fútbol (Capitán y Arquero) ;; Rugby (Primer Centro) ;; Natación
[ Con Natalie Castle // Pueblo ]

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Jamás en toda mí vida, he comprendido por qué mis padres tienden a la exageración. Entiendo a la perfección el hecho de que no debemos tomar como una casual coincidencia el incidente en la Feria de la Naciones… pero, plantarnos Guardias de Seguridad las 24 horas del día… era una rotunda estupidez que sobrepasaba los límites de cualquiera. Respiré lenta y profundamente, pasando una mano por mi rostro, remontando mis pensamientos al día del accidente. Jamás he creído en el destino, ni mucho menos en las casualidades… es por esa razón, que había momentos en los que me parecía… no sé… irreal, el toparme en este lugar a la chica que no había dejado de ver en ningún momento durante aquel partido del Real Madrid. Había algo en Natalie, que… simple y sencillamente no podía explicarme a mí mismo. Al verla… dentro de mí brotaba un sentimiento diferente al que alguna vez creí llegar a sentir por alguien. Hubo un tiempo en el que creí que Paris era mí chica ideal… ahora me doy cuenta de lo equivocado que estaba, Paris es sin duda alguna la chica ideal, pero predestinada a estar con mí hermano, y no conmigo. Solo espero que Pablo, sepa ver en sí mismo lo que realmente siente y de alguna manera… enmendar las cosas a tiempo, antes de que sea demasiado tarde. Por otro lado, cada vez que… extrañamente pienso en Natalie, no puedo evitar sonreír. A pesar de que… finalmente había reunido el valor suficiente para mantener una conversación e invitarla a salir, sin ninguna clase de formalidad, simplemente como dos personas que recién se conocen e intentan entablar una amistad. Las cosas no resultaron de la manera que esperaba… en mí intento por protegerla, un desconocido nos arrinconó, amenazándonos a punta de pistola. Durante el trayecto de la plaza al Hospital, Natalie no dejaba de regañarme una y otra vez por haber enfrentado a un sujeto con un arma. Sabía que entre la histeria y la molestia de Natalie, estaba mezclada su preocupación… teniendo en cuenta que en su mirada pude percibir lo que en ese momento atravesaba sus pensamientos y lo que menos deseaba era que se sintiera culpable por algo que sencillamente no era su culpa. Sé que no puedo negar quien soy… pero, juro que hay momentos en los que quisiera que no me trataran como a uno más de las preciadas joyas de la corona. Las personas a mí alrededor, creen que solo por el hecho de pertenecer a la realeza te hace especial, intocable e inalcanzable… juro que a veces quisiera… no sé… cambiar de identidad, vivir mí vida, sin ninguna clase de ataduras, ni protocolos, ni reglamentos que seguir al pie de la letra. Tener de alguna manera la oportunidad de tomar mis propias decisiones, sin la influencia de mis padres… quiénes a pesar de que se preocupan y velan por nuestro futuro, muchas veces no es lo que nosotros deseamos, y eso es algo que realmente deseaba cambiar. Pasé una mano por mi rostro, haciendo un esfuerzo por no pensar… y enfocar mis pensamientos en las hojas con los problemas de Física. Esbocé una mueca, al notar lo incómodo que era traer un cabestrillo colgando del cuello, inmovilizando mi brazo izquierdo. Resoplé con pesadez, al tiempo que abría la gaveta del escritorio, sacando la calculadora científica para confirmar los resultados de las operaciones. Justo en ese momento, unos golpes en la puerta llamaron mi atención. Alcé la vista inmediatamente, al escuchar una voz vagamente familiar, la cual me hizo sonreír inconscientemente. – Por supuesto, adelante – dije en un tono amable y bonachón, invitándola a pasar, incluso la pregunta ofendía. A pesar de que Natalie y yo teníamos relativamente muy poco tiempo de tratarnos… oficialmente ya la consideraba una amiga. – Descuida, no tienes de qué preocuparte – añadí en un tono tranquilo y despreocupado, al notar un note de vergüenza en el tono de su voz y en sus gestos. – Solo a mí, se me ocurre adelantar tarea y precisamente en viernes – bromeé, mientras me levantaba y jalaba una silla acercándosela y ofreciéndole amablemente con mi brazo sano asiento, en caso de que deseara sentarse un momento. Esbocé una débil y apenas visible sonrisa en mí rostro, al notar que miraba mi brazo enyesado a causa de la herida de bala. Negué por enésima vez restando importancia a sus palabras de agradecimiento. – Ni lo menciones… – dije simple y sencillamente, un poco… incómodo por sus palabras y por la situación, realmente no sabía qué decir… Le había pedido de favor a Natalie, que olvidáramos el incidente, dado a que no quería que… se atormentara con lo que sucedió y que dejara de lado esa culpa que podía leer en sus ojos. Ladeé suavemente la cabeza, mirándole con aire de curiosidad, tras escuchar sus palabras y ver como sacaba de su bolso un libro de Teorías Químicas. – Vaya… yo… no sé que decirte… – Alcé ambas cejas con ligera extrañeza y sorpresa, por su obsequio. La miré de manera jovial y entretenida. – No era necesario que te tomaras esa clase de molestias – expliqué, hablándole en un tono amable. Aparté la mirada de sus ojos, pasando una mano por la pasta del libro, observándole con suave alegría. – Gracias, castaña – Sonreí de manera sincera y realmente agradecida por su obsequio, al tiempo que me levantaba y le plantaba un suave, cálido y amistoso beso en la mejilla. – Sin duda, llevo la palabra “nerd” grabada en la frente ¿no es verdad? – bromeé, sintiéndome un poco… apenado, por haberla besado en la mejilla de manera desprevenida.

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